PARAÍSO DE MENTIRAS

INFLUENCIAS

 

  Ante ellos y para su sorpresa se encontraba una oficial de la PNR¹ con su uniforme perfectamente ceñido, de mediana estatura pero gran porte. Algo seria y con la mirada bastante penetrante, claramente no era del tipo de persona que se alarmaba ante un beso de chicos gays. Quizá el ser mujer le daba tal cualidad, lo que no sucedía con los oficiales hombres que esquivaban miradas y asumían portes y posturas dominantes al punto de casi parecer que explotarían en cualquier momento.

     —¿Sucede algo compañera oficial? -Preguntó Héctor que ya buscaba su credencial. Miró a Mauro que estaba muy serio el cuál también buscaba su documento y claramente disgustado ante tal situación. Le tocó el hombro y cuando se cruzaron miradas sonrieron ambos.
     —¿Saben que lo que estaban haciendo es multado verdad? Y es algo muy serio. -Dijo la oficial

     Automáticamente Mauro la miró fijo parecía que le saldrían chispas por los ojos y estaba rojo. Dió a entender que no le agradó para nada escuchar tal cosa y respondió:

     —¿Me dice usted que un beso de dos hombres en público; una muestra de amor y afecto, es un delito en este País?

     Héctor tenía su billetera abierta donde tenía varias tarjetas y credenciales, y como se olió de que Mauro complicaría un poco las cosas rebuscó y sacó tres tarjetas, una era su identificación personal, la otra era el carnet de la UJC² y la tercera era su credencial como trabajador de las FAR³.

     —No me estoy refiriendo a su último beso, sino a lo que pasó en el portal de aquella tienda, –dijo señalando entre los dos chicos con su dedo índice y su brazo perfectamente alineado, estos recorrieron con la mirada al mismo tiempo y dando un pequeño giro a sus espaldas. En efecto desde esa posición era bastante visible lo que podía haber pasado y que realmente había sucedido. Un silencio total marcó el momento, Mauro había pasado de estar rojo a pálido, y Héctor miraba de reojo a sus documentos tratando de contener su risa, ordenó los mismos de tal manera de que el de las FAR fuese el primero y más visible y se los entregó a la oficial. Mauro frunció el seño, no entendió el porqué de tantos documentos. Fué a entregar su identificación y la oficial le hizo un gesto como de que esperase un momento o algo así. Estaba absorta mirando los de Héctor, lo miraba a la cara y regresaba la vista a las tarjetas. Pasó un momento sin que nadie dijese palabra, la oficial le entregó todo a Héctor y les dijo:

     —Haré como que no ví nada, pero no lo vuelvan a hacer. Eso se llama Exhibicionismo Público y es algo serio les repito. Imagino que estén un poco pasados de tragos y un tanto "alegres" pero hay que comportarse correctamente en público.
     —No se preocupe oficial, le juro que no volverá a suceder, es verdad que se nos fue un poco la olla, pero tiene mi palabra de que nunca más se repetirá -dijo Héctor señalando discretamente sus identificaciones.
     —Eso espero por el bien de los dos. Vallan a casa y descansen, se los recomiendo.
     —Muchas gracias por su comprensión oficial, también tenga usted una buena noche.

     La oficial los miró por una última vez, esbozó una pequeña sonrisa y se marchó despacio.

     —¿¡¡Qué rayos fue todo eso!!? –preguntó Mauro estupefacto, observando a Héctor que también mantenía una pícara sonrisa, mientras guardaba sus documentos.
     —Luego te explico si quieres. Ahora continuamos en dónde estábamos ¿o tienes algo mejor en mente?
     —Vamos a sentarnos en el parque un rato, estoy algo agotado. Pero volviendo al tema, te digo algo: Me encantan tus besos. Y de lo otro... Jejeje... ni hablar.
     —¿Lo otro? Créeme que no has visto lo otro aún. Anda camina, que yo también estoy súper agotado, este día ha sido demasiado largo. Muyyyy largo.
     —Bueno literalmente estamos entrando en un nuevo día, ya es Lunes, pero este lunes tengo la sensación de que comenzará estupendamente bien.

¹ Policía Nacional Revolucionaria
² Unión de Jóvenes Comunistas
³ Fuerzas Armadas Revolucionarias