DESENLACES

17 3 2
                                    

     —Será que no deseo ser encontrado Noel.

      En efecto, ante ellos se encontraba Noel, visiblemente contrariado pero también confuso.

     — ¿Qué diablos hacen estos dos juntos? —se preguntó—
     —Si me lo permites, quisiera acabar una conversión acá, dame unos minutos, entretente en algo por ahí, que seguramente hallas que hacer. —dijo Mauro con sarcasmo—

     Héctor no había pronunciado palabra, no las tenía, era una de estas veces en que la vida te sorprende con eso que se llama casualidad para algunos y destino para otros. Noel vaciló unos segundos para soltar algo pero prefirió morderse la lengua. Les echó una última mirada con cara de pocos amigos y sólo dijo:

     —Pues sí, tengo mejores cosas que hacer— y disfrazó su enojo detrás de una sonrisa algo morbosa. Con paso firme se dirigió hacia un grupo de personas que claramente al llegar él, rieron a carcajadas.
      —¿Qué tan cercanos son ustedes? —Preguntó Héctor
     —Cercanos cercanos no somos, podemos decir que algo de amistad, no muy profunda tampoco. Algo raro. En ocasiones salimos juntos como hoy, por eso me está buscando, seguramente ya quiere irse. ¿Porqué me preguntas, lo conoces ?
      —Sí, lo conozco, y en verdad no es alguien que me esperaba tener de común conocido contigo. 
     —¿Te hizo algo? Te pusiste raro.
     —Vale te diré que pasa. Conozco a Noel hace varios meses, y digamos que en un principio pensé que sería una persona que valía la pena conocer, a medida que fue pasando el tiempo y que coincidíamos en alguna que otra fiesta me di cuenta de que es un total desastre. Pero a pesar de todo cometí un error con él. 
     —Déjame ver si entiendo, ¿tuvieron algo, así como una relación?
     —No precisamente, como te decía no soy de ligerezas necesito tiempo por lo general para avanzar en algo. Lo conozco de meses pero resulta que exactamente la semana pasada cometí el error de acostarme con él, si es que se puede decir tal cosa. Jajajaja. Ay perdóname.
     —Woow la verdad no me esperaba tal cosa, pero algo te puedo decir, me ha gustado que seas sincero y me lo contaras todo, porque me será más fácil ahora decirte algo.
     —Ojalá eso nunca hubiera sucedido, créeme
     —Oyeee, no pasa nada, tú estás sólo y no tienes que rendir cuentas a nadie. No puedo juzgarte por algo que pasó. Ahora, te diré algo: Noel siempre se ha fijado en mí, me ha tirado los tejos en varias ocasiones, hace poco me hizo un pequeño regalo por mi cumpleaños y cuando fue a entregármelo, trató de besarme. Yo quizá lo conozca mejor que tú, y a parte de que no es mi gusto, no estaría con una persona como él.
     —Si es que yo lo digo, es una puta Cabaretera. Qué casualidad, venir a estropear el momento tan especial que teníamos.
     —Que tenemos — interrumpió Mauro.
     —Por cierto me estabas diciendo algo sobre con quién vivías creo, cuéntame
     —Me he enfriado la verdad, déjame volver a coger impulso porque es un tema difícil para mí...

     Volvió va respirar profundo y cuando se disponía a abrir su boca...

     — ¿Nos vamos o no? ¡¡No voy a seguir esperando tus caprichitos infantiles Mauro!!

     En efecto, era Noel nuevamente.

     —Mira Noel, ¡vete pal carajo tú solo si quieres!, a mí no me estés hablando en mala forma que yo no te he dado motivos para eso.
     —¿A no? ¿Y ésto qué es? Este complot de ustedes dos, ¿desde cuándo se conocen eh? Te has estado burlando de mí... los dos... se han estado burlando de mí. ¡Pero que idiota soy por Dios!
     —Noel si te das cuenta aquí nadie se conocía, en eso estamos, tratando de conocernos mejor, pero valla que es imposible contigo interrumpiendo a cada momento. ¿Qué pasa? ¿Tienes algo que decir, algo que yo deba saber? 
    
     Noel echó una mirada fulminante sobre Héctor que permanecía en silencio esbozando una pequeña sonrisa, dudó en hablar por un momento, pero al ver que la sonrisa de este se ampliaba en su rostro lo tomó como burla y sin pensarlo más miró a Mauro y exclamó:

PARAÍSO DE MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora