Midnight Moon (Billie Eilish y Tu)

Capítulo 34

Billie tomó un sorbo de su copa de cristal, sorprendida de que Melisa hubiese pedido vino para el almuerzo. En realidad, se sorprendió de que hubiese aparecido. No había hablado con ella desde su fiesta.

—Así que... tengo que preguntar. —dijo Melisa. —¿Me estás evitando?

—¿Evitándote? No. Tú no has llamado.

—Bueno, simplemente desapareciste la otra noche en mi casa. Pensé que tal vez...algo te había molestado.

Billie asintió, decidiendo ser honesta.

—En realidad, fue un poco incómodo esa noche. Hiciste bastante obvio para todos que estabas saliendo con Catherine.

—Así es. O, mejor dicho, así era. —le dedicó una rápida sonrisa. —Rara vez salgo de manera exclusiva. Pensé que lo sabías.

—Sí, lo sabía. —Billie se detuvo, tratando de encontrar una manera discreta de decir lo que estaba pensando. —Y aunque disfruté de tu compañía, realmente no veo un futuro para nosotras, Melisa. Al menos, nada más que amigas. No sé si quiero ser una de las muchas mujeres con las que sales.

—¿Es diferente para mí siendo una de las muchas mujeres con las que tú sales?

Billie fue sorprendida por la pregunta.

—No sé qué quieres decir.

—La pintora ¿Cómo se llama? ¿_______?

—¿Qué pasa con ella?

—Es obvio que tienes algún tipo de relación con ella. Lo noté cuando te topaste con ella en la fiesta. —la sonrisa de Melisa fue un poco condescendiente. —Realmente no es tu tipo ¿no es así? Quiero decir...es una pintora.

—¿Y esa es una profesión menos noble que, por ejemplo, demandar compañías de seguros?

Melisa lució sorprendida por sus palabras, pero se echó a reír.

—Buena esa, Billie.

La ojiazul asintió.

—Y tienes razón..._______, no parece ser mi tipo. Ella es... divertida. Diferente.

—Entonces... ¿estás saliendo con ella?

Billie inclinó su cabeza, pensando en que nombre darle.

—Hemos salido. No estoy segura si llamarlo exactamente...citas. —dijo vagamente.

—Supongo que no, tomando en cuenta como estaba vestida hoy.

—¿Hoy? ¿Qué quieres decir?

—Oh, le gané por unos segundos cuando llegaba a tu oficina. —Melisa se echó a reír. —No estaba vestida exactamente para salir a almorzar, pero estoy segura era su intención. —ella agarró su copa de vino. —Tuvimos un... pequeño debate.

Oh, Dios ¿_______ había ido a su oficina?

Billie sólo podía imaginar la discusión que Melisa tuvo con ella. Y no, _______ probablemente no estaba vestida para salir a comer en un sitio como este, pero aun así hubiese sido perfecto. Y de repente no quiso nada más que el almuerzo terminara. No debió haber aceptado la invitación, en primer lugar, pero no pudo pensar en una excusa para rechazarla y no había querido ser grosera. Ahora deseaba haberlo sido.

—No me doy por vencida, sabes.

Melisa regresó sus pensamientos a Billie.

—¿Disculpa?

—Nunca renunciaría en una buena caza, Billie.

—No era consciente que era una presa.

***

Billie le dio a Melisa un apresurado "gracias por el almuerzo" cuando salió de su coche. La conversación en el almuerzo fue interminable y sumamente tensa. Por si fuera poco, tuvo que confirmar una cita con ella al banquete anual de la organización profesional CPA. Ella era candidata a la presidencia este año y en ese momento, Melisa había parecido la cita perfecta. Era muy respetada en la comunidad empresarial y también muy conocida.

Incluso entonces, Billie casi había cancelado. Casi. Pero juró que sería la última vez que saldría con Melisa.

Presa, mi culo, pensó mientras entraba en su oficina. Inmediatamente fue hacia Renata.

—¿_______? ¿Ella vino?

—Sí ¿cómo estuvo tu almuerzo?

—Horrible. Melisa dijo que se encontró con _______ aquí. Supongo que se fue. No vi su Jeep. —dijo ella.

—Sí, ella vino.

—¿Le dijiste que fui a almorzar con Melisa?

—No tuve que decírselo. Como has dicho, vio a Melisa. Por lo que sé, _______ se fue pensando que declinarías la invitación. Tenía la intención de regresar después que ella se hubiese ido. —Renata se encogió de hombros. —Le dije que debió haber llamado y haberte invitado a almorzar.

—¿Estaba... molesta?

—¿Molesta? Bueno, estaba algo. No estoy segura si molesta es la palabra que usaría.

—¿Cómo puede ser tan complicado? Ni siquiera me gusta Melisa. De hecho, es un culo pomposo. No sé cómo no lo vi antes.

—¿Cómo no pudiste? Es tan pretenciosa como puede serlo. —dijo Renata.

—Oh, Dios, lo sé. Y ahora tengo que ir al banquete con ella. —se dirigió a su oficina, luego se detuvo. —¿_______, dijo algo? Quiero decir ¿me dejó un mensaje o algo?

—No. Todo lo que dijo fue que no era de su incumbencia y que tenía que salir de aquí.

—¿Qué significa eso?

—Que no era de su incumbencia que salieras con Melisa, supongo.

—No estaba saliendo con ella. —Billie murmuró mientras cerró la puerta de su oficina. Sacó su celular y llamó a _______.

Después del cuarto timbre, supo que se quedaría sin respuesta. Cuando el correo de voz se disparó, no supo qué decir. Colgó sin decir nada.

—Oh, _______... por favor no desaparezcas.

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