Capítulo 17

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Nunca en su vida se había sentido tan... tan sexual. Billie se estiró disfrutando la sensación de las sabanas frescas contra su cuerpo desnudo.

Todavía estaba un poco mareada, pero se sentía relajada, en una especie de ensueño. Relajada y oh... tan satisfecha.

Sonrió y se dio la vuelta, ignorando el dolor de sus músculos. Supuso que había tenido más sexo en los últimos días que lo que había tenido en los últimos años. Eso, por sí solo, hablaba mucho sobre el estado en el que había estado su relación con Esmeralda.

No quería pensar en eso ahora. No, ahora lo que quería era estar lo más cerca posible de la mujer desnuda acostada a su lado. _______ aún dormía a su lado. Si no estuviese tan cansada, la despertaría y le sugeriría nadar al desnudo antes del amanecer, pero eso significaría que tendría que salir de la cama.

Su mirada se detuvo en _______, deslizándose por los labios que estaban ligeramente separados y hasta sus párpados que revoloteaban como si estuviese en un sueño profundo. Billie aprovechó la oportunidad de observarla libremente. Sabía que _______ sólo tenía 27 años, pero dormida parecía aún más joven. Su rostro era suave y perfecto. Tuvo que luchar contra el deseo de alargar su mano y acariciarlo. Ya sabía lo suave que era su piel. La había sentido con sus manos y su boca.

Suspiró, sabiendo que su tiempo juntas estaba por finalizar. Este sería su último día. Ella se iría a la mañana siguiente y asumía que _______ también. Recordaba que ella había dicho que se quedaría hasta el sábado. Estuvo un poco sorprendida de que no le hubiese preguntado nuevamente por su dirección, tampoco le había preguntado su apellido. Pero eso no importaba. Eran de dos mundos diferentes y esto no era más que un romance de vacaciones.

Siempre lo recordaría, por supuesto... ¿cómo no hacerlo? Y cuando regresara a Nacional City, regresaría a la realidad. Y la realidad era que ella era una contadora conservadora y aburrida con amigos aburridos y conservadores.

Sonrió, sabiendo que algunos de ellos se ofenderían con su descripción... aunque fuese realmente acertada. Pero todavía tenía un día más. Un día más para estar libre de preocupaciones, un día más para divertirse. Y no tenía intención de perder ni un minuto. Así que movió su mano bajo las sábanas sin parar hasta que tocó la piel cálida y suave.

_______ se agitó y Billie continuó, ahuecando suavemente el pecho de _______ y frotando el pezón con su pulgar. Se puso rígido inmediatamente. _______ abrió sus ojos, luego acercó a la ojiazul aún más girando sobre su espalda. Billie descansaba encima de ella, sus pechos presionados entre sí mientras se inclinaba para darle un beso. El beso se profundizó, sus lenguas bailaron. Billie gimió cuando _______ abrió sus muslos y se apretó contra ella. Las manos de _______ en su espalda amoldaron sus cuerpos haciéndolos uno. Se apartó del beso, respirando con dificultad mientras se mecían juntas.

—Todavía no... —susurró con voz ronca ralentizando su ritmo. Se encontró con la mirada de _______—...quiero que uses tu boca.

La sonrisa de _______ fue casi perversa.

—El placer es mío. —murmuró mientras acercaba para otro beso. —¿Por qué no ambas? Oh Dios. —Date la vuelta.

Billie la miró fijamente. Una vez más era algo que nunca había hecho anteriormente. Pero tomando en cuenta todo lo que habían hecho, sintió que su vergüenza desapareció tan rápidamente como había aparecido. Asintió con la cabeza, haciendo lo que _______ le había pedido. Unas manos cálidas en sus caderas la guiaron hacia atrás hasta que estuvo sentada a horcajadas sobre la cabeza de _______.

Billie estaba literalmente temblando de anticipación mientras _______ yacía bajo ella. Se dio cuenta que estaba casi jadeando y trató de frenar su respiración.

—Relájate.

Oh Dios. No tuvo más tiempo para pensar cuando _______ atrajo sus caderas hacia abajo y sintió el roce rápido de su lengua. Gimió y luego bajó la cabeza cayendo en la humedad de _______. Cerró sus labios alrededor del clítoris de _______ al mismo tiempo que la boca de _______ se cerraba alrededor del suyo. Fue la más exquisita sensación en el mundo. Fue casi delirante mientras se devoraban la una a la otra. Los pensamientos conscientes le abandonaron y lo único que pudo hacer fue aferrarse a la sensación de euforia que recorrió su cuerpo. Gimió en voz alta y no pudo evitarlo. Ya no le importaba. No sabía cuan cerca estaba _______ del orgasmo, pero simplemente no pudo soportarlo por más tiempo.

Su mundo explotó en colores cegadores mientras la lengua de _______ continuaba su asalto en su clítoris. Su boca se aferró con fuerza, chupando el clítoris de _______ dentro de su boca, dando lo último de su energía, esperando que fuese suficiente. Fue recompensada con un grito gutural de _______ quien apretó sus muslos alrededor de su cabeza.

Oh Dios.

Se puso de lado, apoyando su cabeza en las piernas de _______, tratando de recuperar el aliento. No pudo evitar la sonrisa en su rostro. Maldita sea, eso sí que se sintió bien.

—Así que... buenos días. —dijo _______.

La ojiazul estaba demasiado agotada para levantar la cabeza, sin embargo, reconoció la diversión en la voz de _______.

—Gracias. —fue todo lo que pudo decir.

_______ rio en voz baja.

—Creo que debería ser un agradecimiento mutuo.

—Dios, eso fue increíble. —dijo ella.

_______ se sentó y entonces la alcanzó.

—Vuelve aquí arriba. —dijo ella.

Billie finalmente se movió, arrastrándose por la cama sobre sus rodillas antes de caer nuevamente. Permitiendo que _______ la acercara aún más a ella, apoyó la cabeza en su hombro.

—¿Te preguntas qué hora es?

—No me importa. —dijo con una sonrisa, dejando que sus ojos se cerraran.

—A mí tampoco. —dijo _______.

***

Más tarde Billie despertó sobresaltada, sentándose en la cama. Mucho más tarde, asumió ella al notar la luz del sol que se filtraba por las persianas abiertas. _______ no estaba por ninguna parte y una vista rápida de las sabanas le dijeron que había estado fuera por un tiempo. Se inclinó sobre la cama hacia la mesa de noche donde estaba su celular. Se sorprendió al ver que era casi mediodía. Aunque no sabía por qué le había sorprendido. Sintió hambre y el retumbar de su estómago se lo recordó. Se levantó de la cama y buscó su ropa. Las habían dejado esparcidas por el suelo la noche anterior.

Dio una rápida mirada alrededor y descubrió que estaban cuidadosamente dobladas en la parte superior de la cómoda. Se las llevó al cuarto de baño. Se vistió rápidamente, decidiendo que iría a su propia habitación para ducharse y ponerse ropa limpia. Decidiría entonces si querría almorzar o si trataría de encontrar a _______.

Se sintió un poco cohibida cuando abrió la puerta, dando un rápido vistazo alrededor para ver si alguien estaba mirando. Por supuesto, nadie más que ella sabía que estaba escapando de la habitación de otra mujer al mediodía. Evitó el ascensor y usó las escaleras hasta el segundo piso.

Su habitación estaba impecable y negó con la cabeza con una sonrisa. Los últimos días, apenas la había usado en absoluto. Tan hambrienta como estaba, había planeado una ducha rápida, pero una vez que estuvo bajo el chorro de agua tibia, cerró sus ojos y permaneció allí de pie durante largos minutos antes de alcanzar el jabón. Mientras deslizaba sus manos resbaladizas sobre sus pechos, sus pensamientos se dirigieron inmediatamente a _______. No había tenido muchas amantes en su vida, pero sin duda, ninguna de ellas había sido tan... tan buena y fantástica amante como _______ había sido.

Dudaba que alguna vez encontraría eso otra vez. Por supuesto, tal vez simplemente estaba siendo un poco promiscua en estas vacaciones lo que había hecho del sexo algo fabuloso. Oh, bueno. Se recordó a sí misma... otra vez... se iría por la mañana. En realidad, no había necesidad de tratar de diseccionar el asunto.

Disfrutaría el tiempo restante y guardaría los recuerdos para disfrutarlos posteriormente.

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Midnight Moon (Billie Eilish y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora