Capítulo 20

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Billie se sentó en su escritorio, con la barbilla apoyada en la palma de su mano, mirando distraídamente por la ventana. El espacio de oficinas que alquilaron era un edificio lindo, una antigua edificación que les albergaba sólo a ellos y a un bufete de abogados. Dos de los abogados eran jóvenes, del tipo que practicaban actividades al aire libre y montaban en bicicleta para venir al trabajo todos los días. También habían arreglado la parte de atrás, haciendo un patio y una zona de estar. Dos comederos para pájaros y un bebedero fueron colocados a los lados de los árboles a lo largo de la valla.

Aunque ellos habían hecho todo el trabajo, habían ofrecido la sala de estar para que ella y su personal también la usara. Billie sabía que los otros la usaban en algunas ocasiones, pero ella nunca había puesto sus pies allí. Pero por alguna razón desde que había regresado de sus vacaciones había anhelado sentarse a la sombra y ver los pájaros en el comedero. Hasta ahora, se había resistido.

-¿Aún no estás dispuesta a hablar?

Billie giró su cabeza, sorprendida de encontrar a Renata de pie junto a su escritorio. No le había escuchado entrar.

-¿Hablar?

Renata debió tomarlo como un "sí" ya que se dejó caer en la silla de visitantes.

-Regresaste hace un mes. O alguien que se parece a tí regresó hace un mes.

La ojiazul le dedicó una sonrisa sin humor. Sabía que había sido evasiva sobre su viaje, dando detalles sólo superficiales.

-Sí, fue muy relajante. Sí, me lo pasé muy bien. -nada más que eso. Pensaba que era suficiente.

-¿Qué está pasando contigo, Billie? Apenas hablas con alguien. Te sientas y miras fijamente a través de la ventana la mayor parte del día. Asumo que estás llevando el trabajo a casa, ya que no pareces estar atrasada. -dijo Renata.

Billie arqueó una ceja.

-Sabes que sigo siendo la jefa ¿no?

Renata restó importancia a su protesta con un gesto de su mano.

-Las dos sabemos que soy yo quien hace funcionar esta oficina. -dijo con una sonrisa. -Ahora dime que está pasando contigo. Nunca te había visto así.

Billie sabía que tenía razón.

-¿Conoces a Melisa Arias?

-Conozco el nombre. Es abogada. He visto sus anuncios.

-Sí. Y sabes lo que siento por los abogados. -hizo una pausa. -Me invitó a cenar.

Los ojos de Renata se iluminaron.

-¿Como en una cita? Eso es genial. Era cuestión de tiempo.

-Lo era, supongo. -ella estuvo de acuerdo.

-¿Por qué te tiene eso muerta de miedo? -Renata hizo una pausa. -Por favor, no me digas que tiene algo que ver con Esmeralda. No después de todo este tiempo.

-No. Dios, no. -dijo Billie con un movimiento de su cabeza. -Tiene que ver con _______.

Renata frunció el ceño.

-¿Quién es _______?

Billie había jurado que nunca le contaría a nadie acerca de _______, sobre su romance. Una vez que estuvo de regreso a su entorno familiar, estuvo aún más sorprendida por sus acciones. Era tan diferente a ella, tan fuera de carácter para ella, que se sintió doblemente avergonzada por todo el asunto.

Eso, por supuesto, no le impidió tener la esperanza de que _______ apareciera nuevamente en su vida. Sabía que, si _______ realmente quería verla, realmente quería ponerse en contacto con ella, todo lo que tenía que hacer era conseguir su información personal con su hermana. Cuando los días pasaron y luego las semanas... sin contacto... ella estuvo más convencida que nunca que su tiempo juntas simplemente había sido lo que ella había llamado...un romance de vacaciones, nada más.

Había conocido a Melisa en su intermitente hora de feliz cumpleaños la semana pasada. Le había conocido anteriormente, pero nunca había hablado más que unas pocas palabras con ella.

Esa noche, pasaron casi una hora charlando y antes de darse cuenta, Melisa le había invitado a cenar. Billie se había sentido halagada por la invitación.

Melisa era atractiva y muy popular entre su círculo de amigos. Sin embargo, ella no había aceptado. Le había pedido a Meli que le llamara la siguiente semana... esta semana... y ella lo hizo. Esta vez, Billie aceptó. Saldrían mañana por la noche. Miró a Renata.

-Crees que debería ir ¿no?

-Espera un minuto ¿Quién es _______?

-La conocí cuando estuve de vacaciones. -dijo ella.

-¿Y qué tiene ella que ver con Melisa?

Billie se mordió el labio

-Yo como que... como que tuve un romance con ella.

Renata saltó de su silla, con los ojos muy abiertos.

-¿Qué? ¿Tú? -Renata negó con la cabeza. -Tú no tienes romances.

-Oh, Dios, lo sé. Fue tan... tan... no era yo. -admitió ella. -Pero fue tan maravilloso. -agregó con una sonrisa.

-Está bien... así que tuviste un romance. Quiero decir... ¿con todo y sexo?

-Muchísimo sexo. -dijo Billie sintiendo un rubor en su rostro. -Muchísimo.

-¡Oh, Dios mío! -Renata casi gritó. -¿Con una desconocida que acababas de conocer? ¿Estás loca?

-Es tu culpa. -dijo Billie señalándola. -Me obligaste a ir. Dijiste que me relajara. Que recargara.

-No te dije que agarraras a la primera mujer que vieras y durmieras con ella. -entonces Renata sonrió. -Así que fue maravilloso ¿huh?

-Nunca había coqueteado tan desvergonzadamente en toda mi vida. Y ella era joven y linda y divertida y yo solo... seguí adelante.

-¿Qué tan joven?

-Celebramos sus 27. -dijo ella.

-Eso no es tan joven. Pensé que ibas a decir veinte o algo así.

-Veintisiete es joven tomando en cuenta las mujeres con las que salgo. Melisa, por ejemplo. Ella es, al menos, diez años mayor que yo.

Renata se sentó nuevamente.

-Así que has estado muerta de miedo desde que regresaste ¿Es debido a esta mujer? ¿_______?

-No lo sé. Supongo que estoy teniendo dificultades para retomar el ritmo. Nunca intercambiamos apellidos. No tengo idea de dónde vive. Sin embargo, pienso en ella todo el tiempo. La extraño. -admitió ella. -Extraño su sonrisa y su risa. Extraño estar con ella.

-Bien. Pero ¿qué tiene eso que ver con Melisa? _______, fue una aventura. Ella no está aquí. Melisa sí. Creo que deberías salir con ella, seguir adelante con tu vida.

-Lo sé.

Sí, tenía que dejar ir a _______, olvidarse de ella. Nunca olvidaría la aventura, por supuesto. Eso estaría grabado en su mente para siempre. Pero Renata tenía razón. Tenía que seguir adelante con su vida. Cuando volviera a pensar en eso, recordaría sus vacaciones como un impulso por el resto de su vida. Al menos, esperaba hacerlo. Empezar a tener citas nuevamente sería el primer paso. Ella sonrió a Renata.

-Cenaremos mañana por la noche.

-Bien. Y no estoy segura si es diez años mayor que tú. Pero se ve bien en esos anuncios.

Billie asintió. Sí, Melisa era muy atractiva. Tenía un negocio muy exitoso, pero en realidad, no era más que un picapleitos. Por supuesto, su desdén por los abogados tenía más que ver con Esmeralda y su interés amoroso actual que por Melisa en sí. Pero el círculo se hacía más pequeño y simplemente moriría si se encontraba con Esmeralda mientras salían.

Su vida parecía mucho menos complicada cuando estaba en la playa. Por supuesto, se suponía que las vacaciones tendrían ese efecto en las personas. Tener sexo caliente... y en gran cantidad... seguramente no hacía daño.

Oh, sí. Se suponía que debía dejar de pensar en _______ ¿no?

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Midnight Moon (Billie Eilish y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora