CAPÍTULO 2

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Diciembre 2022

La etapa más dolorosa de su vida había sido cuando Jin había recibido su carta de enlistamiento. La agencia no podía hacer nada más, su novio tenía que cumplir su obligación como ciudadano de la República de Corea y el hecho estaba destrozando a Taehyung. 

No poder verlo más, no escuchar su risa cada día, no disfrutaría de sus chistes malos durante dos años y encima saber que estaría rodeado de otros hombres, de muchas más personas que podrían ver la luz infinita que manaba de la presencia de su novio. Estaba aterrado y celoso. Más inseguro que nunca. 

Por culpa de esa inseguridad había discutido muchas veces con Jin, y aunque no quisiera admitirlo todas las había iniciado él, eran nimiedades pero cada una provenía de su miedo a perderlo. Aunque nunca iban a dormir enojados, Taehyung ya no podía más con esas rutinas, pelear y reconciliarse. Se estaba agotando de sentirse tan patético, con tanto dolor y miedo, pero no podía decirle nada de ello a nadie, ni siquiera Jimin que era su mejor amigo ¿qué pensaría de él si le confesaba que estaba loco de angustia, de celos y de ira? Quizá pensaría que estaba exagerando e intentaría encontrar el lado positivo de todo como siempre hacía y Tae simplemente no quería ser positivo, su depresión había vuelto como una sombra azul oscuro y maximizaba todos sus sentimientos. Como consecuencia de eso, días antes del enlistamiento de Jin todo se fue al carajo.

Todos se estaban despidiendo, sólo Yoongi y Tae acompañarían a Jin al hotel del que sería trasladado un día después hasta la base militar a la que lo habían asignado y donde ellos no podían ir. Tae no había llorado en todo el camino, su novio le sostenía la mano con cuidado y podía sentir el sudor de las palmas de Jin, estaba nervioso pero él no podía hacer nada para consolarlo ¿qué le iba a decir? Si ni siquiera él mismo podía asegurarse que estaría bien. Entonces Yoongi tomó la otra mano de su novio y la apretó ahí frente a él sonriéndole. Los peores miedos del chico se vieron reflejados en esa escena ¿y si había alguien más que quisiera tomar la mano de Jin de ese modo? Kim SeokJin era el hombre más atractivo sobre la faz de la tierra ¿cómo no podrían desearlo?

-¿Qué pasa contigo Yoongi? – explotó soltando la mano de su novio.

-Voo, por favor sé prudente, aquí nadie está haciendo nada malo – Le contestó su novio.- Ustedes son las dos personas que más quiero, los necesito a ambos en este momento. – Terminó sonriéndole y depositándole un beso en la punta de la nariz.

-Taehyungah, no lo tomes a mal. Yo también lo voy a extrañar – Yoongi pasó el brazo por los hombros de Jin

Tae no se disculpó con ninguno y se mantuvo serio hasta el final del viaje. Sabía que debía estar aprovechando al máximo ese par de días con Jin, al día siguiente ellos se tendrían que ir y un día después se llevarían al amor de su vida a la zona que le habían asignado durante los próximos dos años, pero la sombra no le permitía llegar hasta el oasis de los brazos de su novio. Sabía todo se gestaba en su interior y luchaba contra esa sombra azul que se cernía sobre él. No podía correr, estaba empantanado y a punto de ser devorado por su enfermedad.

Jin había ido a su habitación a decirle que salieran un momento, le juró que no había cámaras alrededor para darles la privacidad que necesitaban pero Tae no quiso moverse.

-Sé que no estás dormido y tengo mucho miedo de tu actitud ahora mismo. Háblame TaeTae, por favor- le dijo la voz suplicante de su novio pero Tae no podía con la pesadez que sentía, su interior estaba llorando más que en la única ocasión en la que peleó con Jin frente a las cámaras. Y no dijo nada. Cinco minutos después Jin salió de la habitación.

Fue ahí cuando Taehyung comenzó a llorar, no podía ser egoísta, no podía hacer que Jin estuviera siempre preocupado por su estabilidad emocional. Pasaría dos años lejos de él con pequeñas temporadas de descanso donde lo más probable es que no se pudieran ver porque él tendría que estar promocionando con los demás miembros ¿por qué le haría eso a Jin? Conocía a su novio más que a nadie en el mundo y estaba seguro de que desertaría si se enteraba que su depresión había regresado, y lo haría sólo para cuidarlo; Tae no se podía permitir eso, sabía que debía liberarlo de su maldición y dejar que el tiempo decidiera si estaban destinados o no. Jin regresaría y quizá para ese entonces él estaría curado y podría merecer el amor del hombre mundialmente hermoso. Su otra mitad.

Ready to Let Go | TAEJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora