Tan Tuyo Como Mío (TERMINADA-STONY OMEGAVERSE)

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Al pasar los días Tony ya se sentía más tranquilo respecto al incidente con Howard, aunque sabía que no podía dejar así las cosas ya que en unos días se iría algo lejos y no quería dejar a Jarvis ni a su madre desprotegidos. Tenía que hacer algo al respecto.

- Alfa- se encontraban en el taller, llevaba días con la idea de realizar una armadura que lo protegiera, siendo alentado por Steve, ya que las clases de Nat ya no eran suficientes para eso.

- Dime, cariño- le sonrió con ternura, dejando de dibujar para poner toda la atención en su Omega.

- ¿Que pasará con Howard?- preguntó sin mirarlo a los ojos

Steve dió un largo suspiro - como te dije, todo depende de tí-dejó de proyectar ologramas, deteniendo todo su trabajo, se dió la vuelta encontrándose con la mirada azulada. Se acercó lentamente, quería hacer algo pero no sabía si Steve se molestaría, esperaba que no.

- ¿P-puedo?- preguntó señalando el asiento, el rubio creyendo que se refería a sentarse a su lado, asintió sin dudarlo. Pero el Omega tenía otros planes, continuó acercándose, sentándose en sus piernas, este se paralizó.

Tony se recargó en su pecho, Steve por inercia lo acunó en su cuerpo, liberando sus feromonas, sabía qué no había otra intención en el Omega, sólo que se sentía triste, abrumado y necesitaba de su Alfa.

Era simple naturaleza, "Bendita sea" pensó Steve.

Lo tenía en sus brazos, recargando su mentón en su cabeza, acunándolo, el mundo afuera podía estar en llamas, en guerra o lo que fuera, nada más importaba. Comenzó a mecerlo, acariciando su espalda, como si fuera un niño al que tenía que dormir, despertando así las risas del Omega, quitando toda la tensión acumulada.

- Sería mejor en una mecedora Alfa- propuso

- Ya lo sé mi niño, compraré una

El Omega sonrió de acuerdo.

- Déjenlo libre, pero que no se acerque a mi madre, ¿si lo hace lo volverías encerrar? -se aferró más al Alfa.

- Cariño, están enlazados si no están juntos un determinado tiempo...

- Mi madre morirá - completó

Steve no negó nada - Se podrían ver en la mansión una vez a la semana, tu madre llegaría temprano, Howard la iría a ver por unas horas y así cada semana. Completamente vigilados.

- De acuerdo Steve - sabían que era peligroso exponerla así, pero su madre extrañaba a su padre, quisiera o no su instinto era más fuerte.

Talvez con el paso del tiempo Howard cambiaría.

- Aunque tengo una teoría- mencionó sin dejar de acariciar la espalda del Omega

- Lo escucho- sin querer sintió esperanza

- Mi madre sobrevivió, pero ella no amaba a mi padre, soportó toda clase de maltratos hasta que nos abandonó- era la primera vez que platicaban de la infancia del rubio- éramos muy humildes Tony, ya que lo poco que ganaba, lo gastaba - rascó su nuca- en, ya sabes otras omegas, pero ella dice que lo único que la mantenía con vida era yo, en ese caso tú, Tony. Tú la puedes salvar.

El Omega sonrió contento, había esperanza para su madre,solo había un detalle, esta sí amaba a Howard.

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A la mañana siguiente llegaron tres mecedoras, una fue colocada en la habitación del Omega, otra en el taller y la última en la oficina de Steve.

- Pero Alfa, casi no entro a su oficina- hizo un puchero

- ¿Entonces donde la pongo mi niño? - el Omega sólo se encogió de hombros- Hagamos una cosa cuando te vayas la podemos llevar o comprarte otra para cuando vaya de visita poder arrullarte.