Capitulo 12: La propuesta

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Decidí volver al día siguiente luego de haber terminado con mis tareas y pasó algo extraño. Matthew estaba esperándome en la puerta. Me detuve en seco antes de llegar. Debe haber notado lo atónita que estaba porque se acercó con una sonrisa y me tomó de la mano para arrastrarme a la casa. Ya me estaba acostumbrando a que hiciera esas cosas, asique no me estremecí como en otras veces. Hizo que me sentara en el jardín y él se sentó junto a mí.

-Te he estado esperando – dijo con aire misterioso

-Lo note – dije nerviosa

-Me impresionó el buen oído para la música que demostraste tener ayer.  Me gustaría hacerte una serie de preguntas

-¿Para que?

-Prometo que no es nada extraño solo quiero corroborar algo

-Está bien

- Primera pregunta – dijo luego de haber sacado un papel arrugado de su bolsillo - ¿Quién era Norman Cook?

-Integraba los House Martins y luego se fue y creo Fat Boy Slim

-Bien – puso un tic en la hoja – segunda pregunta: ¿por qué se separaron los Beatles?

-¡Eso lo sabe hasta el perro que no tengo! – Matt se rió – no fue por una razón sino varias. Había desarmonía como banda y hubo muchas presiones financieras y legales por la muerte de Brian Epstein, entre otras cosas.

-Bien – puso otro tic en la hoja - ¿De que murió Bob Marley?

-Emm…cáncer? – Estuve a punto de decir que por un balazo en la panza pero después recordé que sobrevivió a eso. Puso un tic en la hoja y suspiré aliviada. Me hizo un par de preguntas mas a las cuales respondí bien y guardó el papelito en el bolsillo.

-Para nuestra próxima prueba voy a mostrarte canciones y vos vas a tener que decirme como se llaman y de quien son. Te daré puntos extras si me decís en que año salieron. Sacó su celular y sonó…

-Sunday Bloody Sunday de U2, si no me equivoco salió en el ´83 – él asintió y puso otra canción. Esta me costó reconocerla pero al final supe cual era

-Precious de Depeche Mode, salió en el 2005 – sonreí, Depeche Mode era una de las cosas que mas me hizo escuchar mi papá. Me mostró 12 canciones, de las cuales 4 no supe reconocer. No tuve mucha suerte con los años pero no pareció importarle. Las canciones iban de Los Beatles a Lady Gaga, había cosas antiguas y cosas actuales. Al terminar guardó su celular mientras preguntaba:

-¿Qué sabes de notas musicales?

-Poco

-¿Sabes leer una partitura?

-A duras penas

-¿Dónde aprendiste?

-¿Por qué de repente tanta curiosidad? – pregunté algo molesta ante el cuestionario

-Porque quiero enseñarte a tocar la guitarra

-¿¿Qué tu que?? – exclamé mientras abría los ojos como platos

-Ya me escuchaste

-¿Para eso era el “examen”?

-Exacto. Y no te pregunté si querías, yo te voy a enseñar y no doy lugar a quejas

-¿Discúlpame? ¿Quién te crees que eres? – pregunté desafiante - Nadie, absolutamente nadie, me dice que hacer…excepto mis papás, y los profesores, y el Gobierno pero ese no es el punto!

Matt se limitó a reír

-Tranquila, no te voy a obligar a hacer nada que no quieras. Déjame explicar…

Me crucé de brazos algo fastidiada todavía, pero no tanto como antes

-Te escucho

-Quería ver que tanto sabías sobre música y saber si eres merecedora de mi sabiduría – lo fulminé con la mirada, no estaba para bromas asique dejó de sonreír y siguió – Ya en serio, noto que disfrutas de la buena música y ayer cuando me corregiste quedé impresionado. Vengo tocando la guitarra desde los 6 años, toqué esa canción miles de veces frente a miles de personas diferentes y nadie nunca se dio cuenta; excepto tú. Te prometo que no te vas a arrepentir, además que es lo peor que puede pasar? Lo único que tenes que hacer es venir cuando puedas y cada vez que nos veamos te enseño. Sin horarios ni fechas. Nada cambia

Me quedé meditando la propuesta. Era tentadora sin duda pero seguía siendo extraño. ¿Clases de guitarra con un chico que conocía hace apenas un mes? ¿Qué les diría a mis padres?

-Me hago vieeejoooo

-Ya eres viejo – replique molesta, no era el mejor momento para ponerse a hacer bromas

-Eso dolió – dijo poniendo cara de sufrimiento. Suspiré.

-Si acepto te callas de una buena vez? –hizo de cuenta que cerraba un cierre en su boca y subió el pulgar. – Está bien, acepto

-Perfecto. ¿Qué te parece si comenzamos ya mismo?

Asentí en silencio mientras me ataba el pelo en una cola de caballo para que no estorbara. La verdad es que no estaba muy segura de todo esto, no sabía hasta que punto podía confiar en el y me empecé a poner nerviosa. Muchas preguntas rondaban en mi cabeza como: ¿Y si me quiere cobrar? ¿De donde saco el dinero? ¿Y si cuando vuelvo no lo encuentro? ¿Qué voy a decirles a mis papás? Esta última me la hice tantas veces que ya perdí la cuenta, sé que suena patético pero es lo que más me preocupa de todo. De pequeña la pasé muy mal por una gran mentira que terminaron descubriendo y desde entonces nunca les miento de nada, ni siquiera el colegio.  Matt me sacó de mis pensamientos.

-Okey, lo primero que vamos a hacer es repasar lo “poco” y “a duras penas” que sabes – sacó una partitura en la cual solo habían negras esparcidas al azar - ¿Qué son esas?

-Negras

-¿Y cuanto duran?

-1 tiempo cada una

-Bien. Sabes a que nota corresponden cada una?

-Algunas si, otras no las identifico – dije luego de observar detenidamente el papel que sostenía frente a mi

-Escribí las que identifiques. El resto lo hago yo.

Fui escribiendo con un lápiz las notas que correspondían. Sol, Mi, Mi otra vez, Sol, esta no la se, creo que esta es Re, Re otra vez, Mi, Fa?, esta no la se, y así hasta terminar. Matt terminó el trabajo y la dejó apoyada en el pasto que empezaba a secarse por la llegada del otoño. Me dio su guitarra y la acomodé en mi regazo antes de que me explicara como hacerlo.

-No te pases de lista – dijo señalándome a modo de advertencia pero sonriendo al mismo tiempo. Sonreí con inocencia  y me preparé a tocar. Me explicó que nota correspondía a cada cuerda de manera lenta y pausada, modulando para que entendiera bien. Le agradecí en silencio que se tomara su tiempo porque todo esto era relativamente nuevo para mi. Al terminar agrego:

-Puede que te enredes al principio pero mientras mas practiques más rápido vas a tomar la mano y te va a terminar pareciendo una pavada – practicar una y otra vez las mismas canciones no era mi fuerte, lo sabía por experiencia… pero me guardé el comentario para mí y seguí prestando atención como buena estudiante. Cuando termino la explicación me puso la partitura frente a mí y me dijo que tocara las notas que viera, no importa si no sonaban bien. Hice lo que me pedía. Sol, Mi, Mi, Sol, La, Re, Re, Mi, Fa, Do. Al principio lo hice muy lento porque me costaba identificar las respectivas cuerdas. Luego de un rato la melodía me empezó a sonar familiar. Era Hey Jude de Paul McCartney. Toda la partitura empezó a cobrar sentido y la empecé a tocar más rápido. Noté como Matt sonreía con orgullo al lado mío. 

Hasta Que La Canción TermineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora