Capitulo 15: Andrew

38 2 0
                                    

Aproveché el camino de vuelta para asimilar todo lo que había pasado. Me costaba creer que alguien como él hubiera escrito una carta así de profunda, debió haber sido una chica especial…pero aun asi se sentía raro. Acababa de ver una parte mas humana de él. Estaba tan enfrascada en mis pensamientos que no me di cuenta que estábamos sentados en la mesa, cenando y que mi mamá me estaba hablando.

-¿No te encanto la decoración de su casa? – preguntó mientras me servía puré de batata

-Si ma

-Y Marcia es encantadora no crees?

-Si ma

En cierto modo era una buena señal que estuviera tan encantada con ellos pero su entusiasmo era cansador. Parece haber olvidado que yo soy la que va a ir a aprender a tocar la guitarra con un chico al que no se tomo la molestia de hablar siquiera. Cuando se canso de contar de lo que habló con su nueva amiga, habló sobre las fotos que estaban enmarcadas y luego sobre la historia de la casa. Cuando nos liberó fui a mi cuarto y le mande un mensaje a Ángela:

Angie: A ver si entendí: ¿seguiste al chico del porque justo cuando te pedí que no lo hicieras, se hicieron amigos y te empezó a enseñar a tocar la guitarra. Como en invierno hace frio vas a ir a su casa para seguir aprendiendo y al ir a su casa por primera vez te conto algo tan personal que crees que podría haber algo entre ustedes?

Yo: No es solo eso…

Angie: es asi si o no?

Yo: Si

Se desconectó. Espero no haberla ofendido…

-Cora, acuérdate que mañana vamos a ir a comprar tus libros escolares – dijo mi mamá mientras entraba en mi cuarto para darme las buenas noches

-Okey, hasta mañana

Ella me dio un beso en la frente y apagó la luz de mi cuarto.

Luego de ir a la cárcel, porque, aceptémoslo, nadie la pasa bien ahí, solo el director sentado en su silla de oro contando nuestro dinero, fui a la librería con mi mamá (cabe mencionar que Ángela no fue lo cual confirmó mis sospechas de que estaba ofendida). Le di la lista y fui a ver todos los libros de adolescentes que anhelo pero no puedo comprar. Me puse en puntas de pie para agarrar un libro de la biblioteca y sin querer se me calló al suelo con un ruido sordo. Fue ahí cuando lo vi. El libro cayó al lado de un chico muy lindo de pelo y ojos marrones que usaba una remera de manga corta a pesar del frío, pero lo que más me llamó la atención de él es que estaba leyendo mi libro favorito, Ciudades de Papel de John Greene. Pareció no haberse dado cuenta de que un libro casi cae en su cabeza y de que yo le estaba mirando, se veía muy concentrado con el ceño fruncido y sus rasgos definidos… creo que ya lo había visto antes. Tenía muchas ganas de hablarle, pero que le diría? Se lo molesto que es cuando te interrumpen mientras lees asique no quise hacerlo pero a la vez sentía que me iba a arrepentir para siempre si me quedaba callada. Caminé por atrás suyo con disimulo y vi que iba por la parte en que Ben se emborracha y que se hace una espada hecha de latas. Empecé a reír por lo bajo tratando de contenerme pero por alguna razón no pude parar y terminé riéndome como una loca. No es taaan gracioso pero creo que el nerviosismo del momento me hizo reír más de la cuenta. Cuando pude controlarme el chico lindo me observaba extrañado como si también creyera haberme visto en algún lado. En ese momento ambos nos dimos cuenta. A él le había hecho la broma en el parque cuando estaba con Maddie. Cerró el libro y se paró lentamente listo para salir corriendo en cualquier momento.

-Lamento lo del parque, era solo una broma que hice con mi mejor amiga Maddie, no quise incomodarte. Juro que no estoy loca por favor no salgas corriendo. – dije de un tirón. Justo cuando pensé que mi vida social no podía empeorar.

Él se quedó en silencio un momento. Se quedó viendo sus pies como si fueran lo más interesante del mundo y luego me miró a los ojos sonriendo, como si aceptara mi disculpa. Se sentó donde estaba sin dejar de mirarme. Interpreté eso como una invitación a sentarme y así lo hice. Me sonrió por última vez y se volvió a meter en la historia que estaba leyendo. “Dios que lindo es” pensé. Me acerqué levemente para ver en que parte iba ahora y no pude evitar engancharme. Siguió pasando las páginas y nos quedamos leyendo Ciudades de Papel juntos.

Pareció que pasaron 3 minutos desde que me había sentado pero cuando mi mamá me llamó vi que afuera ya era de noche, quería pedirle más tiempo pero antes de que pudiera abrir la boca ella argumentó que tenía que preparar la cena. Me paré y antes de que me vaya escuché una voz tímida que me preguntaba…

-¿Como te llamas?

-Cora, y tu? –dije con una sonrisa

-Me llamo Andrew

Cuando salí de la librería estaba flotando en una nube hecha de algodón de azúcar.

Lamento que sea tan corto el capitulo, estuve algo ocupada ultimamente por el comienzo de clases y no tuve mucha inspiración para este capitulo pero se viene un maraton de 4 capitulos seguidos en los cuales va a colaborar una amiga. Se viene un romance? Talvez...

Las leo luego,

                 FinnsPocket

Hasta Que La Canción TermineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora