Es extraño como no podía dejar de pensar en el. Cada vez que escuchaba Let her go recordaba su media sonrisa y como atravesó el bosque sin ninguna preocupación. Cuando caminaba por el parque miraba a todos lados buscándolo. Solo se su nombre pero…es difícil de explicar; me siento identificada, siento como que lo conozco pero no es así. Y me gustaría poder conocerlo mas es por eso que trato de encontrarlo.
Pero no tenía éxito. Me pasaba las clases de Biología mirando a la nada tratando de rememorar el camino hacia el bosque, a veces pensaba en lo que le diría si lo encontraba. Mi compañera de banco y mejor amiga Ángela noto que ya no prestaba atención en esas clases y un día me dijo:
-Más te vale bajar de las nubes porque te ira mal en la próxima prueba
-¿Qué?- le respondí desorientada, como si acabara de despertar de un sueño
-¿Por qué te pasas las clases de Biología mirando la pared?
-No estoy mirando la pared
-Si que lo estas. Te conozco y se cuando estas aquí y cuando estas volando en el cosmos
-Estaba pensando en algo
-¿En algo o en alguien?- a veces le gustaba molestarme con eso. Su regla de oro: Sin bullying no hay amistad
-En las dos- me miro confundida y estaba a punto de responder cuando la profesora nos dijo que dejáramos de hablar. Ángela me paso un papelito arrugado que decía: “En el recreo me cuentas todo”
Cuando termino la clase nos quedamos sentadas en nuestros lugares, y ella me hizo un gesto para que empezara a explicar. Le conté sobre Matthew y como me robaba el lugar para ver mi reacción, le conté sobre la canción, sobre el bosque y de como sentía la necesidad de conocerlo.
-¿Para que conocerlo? Ni siquiera sabes quien es
-Ya se, pero siento que si no lo intento siempre me voy a quedar con la duda. Ya te dije que por alguna razón me siento identificada con el. Además me parece extraño que vaya por ese bosque.
-¿Qué bosque?
-En realidad no es un bosque, son esos árboles que siempre están húmedos…
-Ah, ¿los que están cerca de los juegos para niños?
De repente un foco de luz se iluminó en mi cabeza. ¡Los juegos para niños! ¿Cómo pude olvidarlo?
-Ese exactamente- exclame emocionada.
-Bien, voy contigo - dijo como si el asunto quedara zanjado
-¿Qué?- esto es malo…Ángela nunca acepta un no por respuesta
-Que voy con vos al bosque misterioso para que te encuentres con tu chico misterioso
-Prefiero ir sola
-De todas maneras voy con vos. ¿A que hora nos encontramos?
-Um…pensándolo mejor prefiero quedarme con la duda
-¿Qué pasa? ¿No quieres que vaya?
-En realidad…-no soy buena para decir que no, simplemente no me sale
-¿Qué clase de amiga sería si te dejara ir sola a un bosque oscuro y peligroso?- interrumpió – Si ese tal Max te secuestra nunca me lo perdonaría – se tapo la cara haciendo un gesto dramático
-Matthew
-Es igual – y siguió con su numerito - ¿Qué le voy a decir a tus papás cuando me pregunten porque deje que vayas sola al bosque? No podre verles a los ojos y…
-¡Bueno esta bien, puedes venir! – a veces me hacia perder la paciencia
-¡Yay! – Dio unas pequeñas palmaditas y luego agrego- ¿A que hora nos juntamos entonces?
-Veámonos a las 5.30 en la entrada del parque
-Trato hecho – y en ese momento sonó el timbre que anunciaba el fin del recreo. Todos mis compañeros empezaron a entrar y a los 5 minutos entro la profesora de Lengua que todo el mundo odiaba.
A cada paso que daba me arrepentía cada vez más de haberla traído. ¿Cómo deje que viniera? Ah si, porque no se decir que no. Luego de habernos encontrado en la entrada del parque fuimos caminando hasta la zona de juegos. Al principio estábamos calladas pero Ángela no tardó en romper el silencio:
-¿Qué haremos si lo encontramos?
-Emm…decir hola?
-No puedes llegar y decir hola
-¿Por qué no?
-Tenes que decir algo más inteligente
-¿Tenes algo en mente?
-Emm…mira, ya llegamos! – grito emocionada. A 5 metros estaban los juegos para niños y un poco más lejos estaba el bosque – Recordaba más grande este lugar
Como había pocos chicos nos sentamos en las hamacas y esperamos. Ángela siguió hablando pero yo no le prestaba atención, estaba ocupada mirando para todos lados.
-Cora escuchaste lo que te dije?
-Claro que si
-Claro que no. Te dije que no va a aparecer, y creo que es tonto estar esperando encontrar a alguien que no conoces solo porque te sientas identificada. De verdad puede ser peligroso, ¿Y si de verdad te secuestra?
-Él no lo haría…-murmuré, en realidad no pensé en esa posibilidad
-No lo sabes a ciencia cierta. Te digo esto porque me preocupo por ti y no quiero que salgas lastimada, tanto física como emocionalmente. Puede que no sea quien crees que es
No respondí, me quede mirando al suelo. Tenía razón, esto es tonto. Sin decir nada nos levantamos y nos fuimos. Faltaban veinte minutos para las siete de la tarde, Ángela se fue por un lado y yo por el otro. Estaba pensando en lo que me había dicho cuando vi a Matthew cruzando la calle y dirigiéndose al parque. En ese momento el tiempo se detuvo, tenía dos opciones: irme a la seguridad de mi casa y olvidarme de ese tipo o arriesgarme y seguirlo. Quería empezar a tomar riesgos, hacer un cambio en mi vida pero y si Ángela tenia razón? ¿Que sentido tiene tomar riesgos si después voy a salir perjudicada? Y mientras discutía conmigo misma un corredor paso al lado mio, tenia puesto un buzo negro de Nike con el logo “Just Do It” en distintos colores. Me reí ante la ironía y corrí hacia el parque para no perder de vista a Matthew, aunque ya sabia a donde se dirigía.
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