Sinopsis: En la vida sufrimos demasiado y la vida de ____ no ha sido fácil, huérfana desde los 9 años y encargada de una florería. ____ nunca ha tenido novio ni amigos de verdad hasta que su jefe decide que es tiempo de que conozca y salga con chicos de su edad entre ellos la sobrina de este. Pero qué pasa cuando te haces pasar por alguien que no eres tú? Y al final tienes que hacer sufrir a la persona más importante de tu vida NICHOLAS JONAS tu mejor amigo y la persona que amas en secreto.
Nunca se sabe a quién vas a conocer ni de quien te vas a enamorar ni cómo terminará...
CAPITULO 1
-nooo!!!- grite con sudor en mi frente lágrimas y dolor en mi corazón al volver a tener en mis sueños la imagen de mi madre agonizando en frente de mí.
Mire el pequeño reloj de pila junto a mi cama y ya marcaban las siete de la mañana, era hora de trabajar... de nuevo.
Me levante aun con lágrimas en mis ojos, después de limpiarlas con un poco de agua, tome un pantalón como de costumbre y una blusa, quite mi bata y me aliste.
Salí de aquel cuarto que conocía la historia de mi vida, y de dirigí de nueva cuenta como cada mañana hacia el invernadero, me sentía cansada, y como no estarlo si había pasado una semana muy pesada, hubo tanto que hacer pero afortunadamente ya era viernes.
Después de terminar de regar y mantener hermosas aquellas flores que eran lo que más quería al igual que mi madre, camine hacia la parte principal de ese lugar la florería, que era donde se vendían todos esos arreglos llenos de colores iluminados por jazmines, gladiolas, claveles muchas flores y entre ellas mi favorita la rosa, a que chica no le gusta una rosa lo sé, pero a mí era más que encanto lo que sentía al ver una flor tan bella como esa. Limpie un poco el mostrador y barrí un poco aunque el lugar estaba limpio, pues la noche anterior antes de estudiar había hecho algo de limpieza.
Diez para las ocho marcaba el reloj enorme de madera café clara y olor a roble que se encontraba ahí, amarre mi cabello con una liga como era de costumbre, así no estorbaría en mi rostro y lo acomode como siempre bajo la cachucha que siempre solía usar. Me acerque a la puerta de entrada y quite los seguros para abrir como cada mañana, puse el letrero de abierto y regrese hacia el invernadero para arreglar las flores. Escuche la pequeña campana que se encontraba en la puerta y supuse que alguien había entrado, iba a regresar al local a atender a quien entro pero no era un cliente sino el dueño de aquel lugar, quien como cada mañana llegaba a dar los buenos días y a recibir o dar pedidos de la florería.
-buen día pequeña- dijo el señor Bruce con una sonrisa amigable como de costumbre mientras observaba con detalle cada flor en ese lugar.
-buen día jefe- le respondí
-Nada de jefe señorita, sabes que te aprecio muchacha, solo dime tío Bruce- musito mirándome con ternura
-No logro acostumbrarme, pero, lo intentare-dije devolviéndole la sonrisa.
-Me da tanta alegría ver y saber que mis flores están tan hermosas como siempre, te debo mucho, pequeña- Dijo posando su mano sobre mi hombro, era un hombre viejo, pero con un gran corazón, su esposa había muerto años atrás, pero al igual que él era una persona gentil, el vivía feliz con sus hijos, pero amaba aquel jardín de flores ya que a su esposa le encantaba ese lugar.
Cada día llegaba temprano y le encantaba regar las flores y acariciar cada pétalo de ellas con delicadeza, esos recuerdos hacían que ese hombre parado frente mío de vez en cuando dejara caer una lágrima por su rostro.
-No lo hago por obligación, usted sabe que mi madre me enseño a amar los colores y los aromas de cada una de esas flores y plantas aquí, y aunque ella no esté presente, estas flores mantienes su recuerdo conmigo- dije tratando de fingir que con el tiempo el dolor se había esfumado, aunque era algo que para mi nunca se iría de mi corazón.
-Nunca estarás sola pequeña- dijo dando un pequeño abrazo, el cual correspondí con fervor, era extraño que una persona me abrazara y eso me hacía sentir muy bien. De nueva cuanta sonó aquel timbrado de campana y después de regalarme una sonrisa dirigió sus pasos hacia la persona dentro de aquel sitio.
-puedes preparar un café, creo que esta mañana no tome nada antes de venir- dijo antes de entrar a lo que yo asentí con mi cabeza y devolví mi andar a mi pequeño hogar, justo detrás de aquel hermoso jardín.
Ya dentro tome un recipiente y lo llene con agua, lo puse al fuego, y cuando estuvo lo bastante caliente prepare en un par de pequeñas tazas café, los tome y los lleve hacia la florería.
Cuando entre solo estaba el señor Bruce, perdón el tío Bruce tomamos el café como cada mañana y después el día fue como los de siempre, platicando y atendiendo a la gente que llegaba en busca de algún arreglo floral hermoso.
-sabes ___________- dijo mientras daba vuelta tras vuelta a las hojas del periódico buscando algo interesante que leer -he pensado mucho en tus estudios- no era muy buena pregunta, considerando que en dos materias había obtenido una -B por no estudiar lo suficiente.
-pues...- ok mis manos ahora se mueven solas
-he estado, pensando y creo que a tus casi dieciocho años es necesario que prestes más atención a la escuela jovencita-dijo apartando la vista de aquel papel y recargando sus brazos en el mostrador, con una mirada que no sé qué rayos significaba.
-no... entiendo-musite, con algo de inseguridad en mi tono.
-sé que amas estar aquí en este lugar, pero...debes pasar más tiempo con los libros, para que obtengas un buen promedio para la universidad, y eso no lo conseguirás estando solo aquí y yendo a la escuela solo los fines de semana- ok dio en clavo.
-sé que es difícil, pero quien aten...- no tenía intenciones de dejarme terminar, pues respondió sin que terminase mi oración.
-yo puedo estar aquí todas las mañanas como siempre, no hay mucho trabajo, y por la tarde tu puedes hacerte cargo, además estoy pensando en una personita que puedo contratar para hacerte compañía- dijo con una mirada que me dio algo de curiosidad. Escuche la puerta abrir, pero no le tome mucha importancia solo observe de reojo y vi una silueta acercarse a los arreglos.
-pero...-
-pero nada jovencita, en la tarde cerraremos temprano y te acompañare a que realices tu cambio al horario en que corresponde- no podía negarme, mi tutor desde que murió mi madre había sido el así que poco me quedaba por hacer.
-pero...-dije moviendo mis manos en círculo sobre el mostrador. -Me da algo de miedo, ya me acostumbre a la gente que veo y... tantos alumnos... me sentiré incomoda- dije con cara de inseguridad, y bueno quien no lo estaría, la escuela es una jungla y al menos los fines de semana eran en su mayoría adultos los que estudiaban y no los típicos adolescentes que juzgan hasta la forma en cómo caminas.
-pues tendrás que acostumbrarte... es normal que te sientas rara, pero debes convivir con personas de tu edad- dicho esto tomo su pequeño sombrero y camino hacia la puerta, supuse que era hora de ir por alguno de sus nietos, le dije adiós y me respondió con una cálida sonrisa.
Por cierto, no recordaba que alguien había entrado...
-puedo ayudarte en algo- le dije a aquel chico que acariciaba con suavidad los pétalos de una rosa blanca.
-disculpa- dije, al notar como estaba pensativo, más poco después una lágrima rodo por su mejilla.
Su actuar me conmovió. No pude evitar mirar la tristeza que invadía sus ojos color café.
Era el principio de una jugada del destino en la cual yo era el blanco.
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Rose Garden-♥Nick & tu♥
FanfictionEsta Nove es de una Sis que la subio a Facebook y me fascino y quiero compartirla con ustedes...