Rose Garden-♥Nick & tu♥

Cap 59!!!

Llegamos a casa, y bajamos todo lo que habíamos traído, ayude al tío bruce a preparar algo para cenar, pues ya era tarde, cenamos con total tranquilidad, mientras platicábamos de cosas que aunque no tenían sentido, eran graciosas. Lavamos juntos los platos sucios y decidimos sentarnos en la sala a ver un poco de tv.
El timbre sonó un par de veces y fui yo la que me levante a abrir, más el tío Bruce me detuvo para el llegar y asomarse por la puerta, mientras regresaba mi atención a la película que mirábamos.
─pequeña te buscan─ dijo con una sonrisa traviesa en el rostro.
─voy─
─estás en tu casa, estaré arriba, ________, no te duermas muy tarde sí, sé que no hay clases mañana pero no abusen─ le sonreí, pero al ver quien estaba tras la puerta mi sonrisa desapareció.
─y de nuevo te alegras de verme─ dijo con su encantadora sonrisa de orgullo.
─Nick, yo...─
─no digas que tienes sueño, porque no te creo nada─
─no, es que...─
─Elvis tiene ganas de dar un paseo, así que, porque no me acompañas, y antes de que digas algo, tu tío está de acuerdo, no nos tardaremos mucho─
─está bien─ que opción me quedaba si el chico, ni hablar me dejaba. ─hola precioso─ le dije a Elvis quien estaba detrás de Nick moviendo alegremente su cola, y con una pelota azul en su hocico.
Caminábamos en silencio, solo el tintinear de la cadena de Elvis sonaba entre la tarde que ya poca luz daba.
De vez en cuando nuestras miradas se cruzaban y eso nos hacía sonreír, aunque a mí me hacía sentir una acumulación excesiva de sangre en las mejillas.
Llegamos al parque, y nos sentamos en una pequeña banca, mientras Elvis jugaba en el pasto con su pelota, como un pequeño cachorrito.
─te molesta si me recuesto en el pasto─ pregunto.
─no, para nada─ me sonrió y se tumbó boca arriba y con los brazos tras su nuca.
─la noche, es tan bella, lo que más amo, es ver como salen una a una las estrellas─ dijo con una voz pastosa.
─si, es hermoso─ dije mientras centraba mis ojos en el cielo, que poco a poco se llenaba con más estrellas.
─ven, desde aquí está mejor la vista─ palmeo junto a él, ─vamos ________, no muerdo, ni Elvis lo hace─ le sonreí y me tumbe junto a él. Bueno no tan junto, pero él se acercó, y con cuidado coloco su brazo tras mi nuca, solo lo mire tímida. ─así estarás más cómoda─ podía sentir su aliento mentolado, y eso descontrola mis hormonas, claro él no lo sabe.
No tengo idea de que tiempo estuvimos ahí platicando buscándole forma a las estrellas, y jugueteando, pero fue algo en verdad, maravilloso.
─ ¿crees en las estrellas fugaces y sus deseos?─preguntó
─nunca lo he intentado─
─pues acaba de pasar una...y pedí un deseo─
─a sí...y que pediste Jonas─
─si te digo, no se cumplirá, te diré cuando mi deseo ya se haya vuelto realidad, ¿te parece?─ su sonrisa era grande.
─no creo que me quede opción, así que...más te vale que tu deseo se cumpla pronto─ solo asintió
─bueno, yo creo que ya es tarde y si no te llevo a casa ahora, tu tío me matara─ estaba tan cómoda, sintiendo el calor de su cuerpo junto al mío, que todo se me había olvidado.
─es cierto, vamos─ dije muy a mi pesar, me ayudo a levantarme, le puso la correa a Elvis y caminamos de regreso a casa. Tenía ya demasiado tiempo sin pasármela tan bien con él que el tiempo no me alcanzo.
En el trayecto, frotaba mis brazos pues ya tenía algo de frío, y la blusa de manga corta no ayudaba; de pronto un tibio calor rodeo mi espalda.
─yo no tengo frío y tu si─ su chaqueta ya cubría mi cuerpo y su perfume, ya se impregnaba en mis fosas nasales.
─gracias─ dije, y el solo sonrió, de nuevo caminábamos en silencio, no un silencio incomodo, sino uno muy tranquilo.
En un momento, un chico, algo raro, caminaba tras nosotros y me miraba de una manera extraña, a lo que Nick se dio cuenta y su mirada cambio. Se acerco a mí y tomo de mi mano, ese acto me erizo la piel, pero a la vez me hiso sentir segura, así que deje que lo hiciera, el chico al percatarse de eso, desapareció poco después, pero no me solté de su mano, hasta estar en las pequeñas escalerillas que daban a la puerta de la casa.
─bien, creo que es hora de dormir─
─eso creo─ respondí ─toma─ le devolví su chaqueta. ─creo que entrare─ dije señalando la puerta tras de mí.
─sí, claro─ lo mire y ambos sonreímos. Estaba a punto de dar la vuelta cuando. ─________, espera─ Gire de nuevo, y estaba a escasos centímetros de mí.
─me la pase muy bien, y creo que deberíamos hacerlo más seguido─ dijo suavemente. ─gracias─ de donde, no tengo idea pero una rosa blanca, matizada de rosa pálido en las puntas se asomó frente a mí. La tome entre mis manos, sin perder el contacto con aquellos ojos marrones tan lindos, Una suave caricia de sus labios sobre mi mejilla y se alejo de un salto. Me quede un segundo parada como tonta, pero luego camine de espaldas hacia la puerta gire el picaporte y poco a poco entre en casa, mientras él me miraba desde abajo de los escaloncillos con sus manos entre los bolsillos y Elvis sentado a su lado.
Dije adiós con mi mano, suavemente, y el imito mi actuar, para dar media vuelta y caminar hacía su casa, mientras yo cerraba la puerta y me recargaba en ella con un suspiro enorme saliendo de mí.