Cap 41!!!

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─Nick─ lo llame en voz baja, pero audible para él.
─has...venido─ sonrió débilmente
─claro. Como te sientes─ me aventure a preguntar
─mucho mejor ahora─
─que bien─
Platicamos por un rato, el seguía soñoliento, supuse que por él sedante de horas atrás.
─permiso─ dijo una amable enfermera entrando a la habitación con una pequeña charola de alimentos.
─este muchachito no ha querido comer bien, espero que esta vez coma algo siquiera─ dijo dejando la charola a un lado. ─me retiro, por lo visto estas bien─ decía mientras revisaba el gotear de la bolsa que colgaba a un lado. Después se paro del lado contrario a que estaba, tomo la mano de Nick y la giro un poco, para dejar a la vista un pequeño trozo de algodón atrapado entre la muñeca de Nick y un poco de cinta adhesiva que evitaba que se callera. La quito con cuidado y dejo ver a continuación una pequeña marca algo verdosa. ─al parecer esto está mejor─ dijo retirando por completo el algodón y la cinta.
─puede soltarme─ articulo aun débil Nicholas.
─me gustaría hacerlo muchacho, pero no queremos un incidente como el de hace un rato─ dijo amablemente la señorita.
─no lo haré de nuevo, lo prometo, además la causa de que quisiera irme de este lugar ya está aquí─ desvió su mirada hasta centrarla en la mía.
─con eso estarás tranquilo─ el asintió. ─bien, te soltare, pero, solo si prometes no lastimarte de nuevo─
─de acuerdo─ sonrió y me miro nuevamente, su mirada me atrapaba completamente, pero por instantes no podía evitar, pensar el mal que estaba haciendo con esta farsa, y el sin darse cuenta de la verdad, claro aquí la que interesaba era Rose no la verdadera yo, y eso dolía, y demasiado.
─bien señorita─ hablo la enfermera sacándome de mis pensamientos. ─ le quitare las ataduras, pero cualquier cosa solo presione el botón de emergencia─ señalo con su dedo índice un pequeño botón en forma de E que estaba tras la camilla. ─Y en seguida estaré aquí─
─de acuerdo, pero no será necesario, cierto Nick─ lo cuestione con la mirada a lo que él me sonrió. La enfermera soltó las ataduras que lo mantenían pegado a esa cama, lo primero que hizo fue estirar los brazos y luego acercarlos a su pecho. La enfermera salió de la habitación dejándome de nuevo sola con él.
─quieres comer─ dije acercando la pequeña charola y colocándola sobre él.
─no tengo hambre─ su mirada no se apartaba de mi rostro, como si me analizara. Y aunque lo hiciera era absurdo pensar que con el kilo de maquillaje y a como estaba se diera cuenta de que era yo, la chica que ni un poco de brillo solía usar en los labios.
─tienes que comer Nicholas─ ups, solo yo solía llamarlo así ─digo Nick─ me corregí
─eres tan...─
─tan que─ dije al no recibir respuesta, no quería que en este preciso momento sospechara de mi
─tan linda─ sentí arder mi rostro.
─ah...─ok mi manía aun no se aparta de mí. ─solo come un poco quieres─ le ofrecí con el tenedor un trozo de zanahoria.
─de acuerdo, me convenciste─ sonrió tiernamente y acepto el bocado, masticando de a poco. Comió los vegetales, después lo convencí de comer la sopa de pollo y por último los trozos de manzana bañados en un poco de crema. Tomó el té que yacía frente a él, y después retire la charola, colocándola sobre la mesada que la había puesto la enfermera.
─Veo que por fin comiste algo─ el sonriente rostro de Denise abarcaba el espacio entre la pared y la puerta.
─mamá─ saludo algo animado
─y veo que te sientes mejor─
─físicamente más o menos, pero por otro lado, me siento genial─ una de mis manos que se encontraba reposando sobre la cama, se vio acorralada por el agarre de su cálida piel, y de nueva cuenta, como millones de veces atrás, una corriente eléctrica me recorrió completamente.
─mamá te presento a...─
─Ya nos presentamos, verdad linda─ solo asentí en respuesta. ─bien, ya es tarde y esta señorita tiene que retirarse─ dijo su madre tranquilamente.
─ya. Tan...pronto─ su mirada se torno triste.¬─NO! No te irás, si te dejo ir ahora, te irás y no te veré hasta no sé cuando─ su voz se elevo un poco.
─Nick cariño, es tarde van a dar las diez de la noche, tiene que irse a casa¬─ trato de tranquilizarlo su madre. ─de nuevo tienes fiebre─ dijo tocando su frente, mientras el corrió su cara y clavo su mira en mi como una estaca.
─dime que te quedaras. Dímelo─ aferro mi mano con un poco más de fuerza. Sus mejillas comenzaban a tornarse de un rosado fuerte, y sus achinados ojos se veían rojizos y pesados. Denisse al igual que él tenía la vista sobre mí, tratando de encontrar una solución que era probable no encontrar. No quería ser la razón de que de nueva cuenta se lastimara, y tuviesen que mantenerlo como lo encontré cuando llegue.
─Me quedare contigo─ sonreí y el con una débil fuerza, me atrajo hacia sí para recargar su cabeza sobre mi pecho.
─no te vayas, no te alejes de mí nunca, Rose. Te amo─ esas palabras acabaron por romperme.

Rose Garden-♥Nick & tu♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora