❝A nadie le importa quienes somos, o qué sucede con nuestras vidas. Somos olvidados y marginados para no tener oportunidad de pelear. Para aquellas personas que aman pisar las cabezas de otros por poder siempre fuimos perros rabiosos, pero algunos d...
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01.MADRIPOOR
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Era curioso como la vida solía tomar caminos extraños. Se adentraba por lugares a los que jamás se imaginaba llegar. Y finalmente nos convertía en un intrusos dentro de nuestra propia piel. No importaba cuánto se llegase a anhelar algo. Mucho menos, aquellos deseos dichos en voz alta con esperanza a una estrella brillante en el cielo nocturno. En un instante, tenías absolutamente todo; y al siguiente, ya nada podía llegar a pertenecerte otra vez. Un día te encontrabas justo sobre la cima, y al siguiente, golpearte todos los huesos contra el suelo y morir sin siquiera entender cómo era que habías caído tan repentinamente.
Eso había provocado el maldito chasquido de Thanos.
Ni siquiera seis estúpidos meses le habían sido suficientes para entenderlo todo. Todo había cambiado a su alrededor durante aquellos cinco años en los que se desvaneció. No podía evitar sentirse fuera de aquel mundo. Había sido desconectada de la realidad; apartada de su vida como si tan sólo fuera la pieza sin relevancia de un juego: su ausencia no hacía la diferencia. Y así era como Zivah lo había perdido todo, sin siquiera estar allí.
Por supuesto que el mundo iba a avanzar incluso con la ausencia de la mitad de las personas —¿Qué sentido tendría el tiempo si no pudiera seguir hacia adelante? ¿Qué explicación habría para la vida si no siguiera moviéndose constantemente?—. No existía razón alguna para detener a una sociedad que había aprendido a avanzar a costa de otros. Con enfrentamientos, con guerras, con sangre derramada desde el principio de los tiempos. Era evidente que tras la batalla contra Thanos debían venir tiempos mejores. Tiempos de claridad y prosperidad. Aunque, por primera vez, los humanos no habían buscando el factor extremo qué llevó a ese desenlace.
¿Un regalo o una maldición? Zivah estaba muy segura de que era una completa mierda.
Le costaba entender la realidad, y era aún más difícil hacerse a la idea del paso del tiempo cuando muchos a su alrededor habían cambiado en cinco años, pero ella se había quedado allí, atrapada en algo que aún no podía definir como muerte, sino más bien como un no-tiempo. Porque, ¿cómo podría llamarlo muerte si ni siquiera tuvo oportunidad de pelear contra ello? Parecía una completa estupidez para ella. Y aquel cambio se volvía increíblemente evidente parada frente al espejo de la habitación que no se sentía como suya, en un departamento deteriorado de Lowtown, en Madripoor.
