Prólogo 1/2

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Era Taisho, años 1915

Una chica de cabello azul de unos 13 años estaba levantándose de su futón, y rascándose los ojos debido al cansancio, en las mañanas siempre era lo mismo, tener que levantarse, salir a jugar a fuera, ayudar a su madre con la casa, comer, basarse y dormir, la misma rutina pero hoy algo cambio, y es que tenía la necesidad de hacer algo diferente.

A esta edad cualquier niña quisiera hacer cosas como cocinar, tejer o jugar afuera, pero esta chica no, a ella le gustaba más la aventura.

Madre: Hijaaaa!.

???: Ya voy mamá!

La chica se puso su ropa y salió de su cuarto con algo de prisa, bajo las escaleras y tardando unos segundo para llegar afuera, ahí estaba su madre esperándola.

Madre: Hija hasta que vienes, ten puedes ponerte esto.

???: Claro madre!

Su madre hacia ropa, pero a diferencia de otras personas sus atuendos eran muy reconocidos, además de que su padre también trabajaba en negocios de medicina, por lo tanto ellos eran una familia de dinero, y de mucho dinero.

Madre: Mmmm, que te parece Aoki?

Madre: Mmmm, que te parece Aoki?

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Aoki: Me gusta mucho madre!

Madre: Aoki, sabes que no me gusta que lleves a Aiko en tu cuello.

Aoki: Vamos mamá! No te veo mejor con el?

La chica peliazul dio una vuelta para mostrar mejor la nueva ropa de su madre. Un kimono blanco con líneas azules en los bordes de mangas.

Madre: Okey, supongo que si – sonriendo –

La familia Nami son muy reconocidos por todas las personas de la ciudad debido a que eran una familia tanto por belleza, gran talento en ropas, medicina, son además una familia muy amable, incluso llegar a tratar y ayudar bien a personas de la calle.

Dándoles comida, ropa y algo de dinero.

Además de que habían muchos quienes respetaban la belleza de su hija, Nami Aoki quien con solo 13 años presentaba un cuerpo y belleza de cara de los dioses. Además de que varios intentaban tomar su mano pero había otra cosa en especial de la familia Nami.

Y era que ellos eran una familia muy cerrada en las costumbres cotidianas de Japón, por lo tanto ellos son quienes deciden con quién casarse, si Aoki un día se llega a enamorar de quién sea, sea hombre o mujer no importará, la familia Nami da la bienvenida a quien sea con los brazos abiertos.

Madre: Aoki, que tal si vas a casa de la familia Kagami para que la madre de tu amiga Sakura venga.

Aoki: Claro madre!

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