Neuquén × Egipto

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Lo lamento, pero no encontré el ig. De quien me pidió este raro ship, pero espero que le guste... si es que lo lee unu.

Pollera

Salto, salto, salto..

Neuquen estaba dando saltitos, hoy era una ocasión especial para el.

Se había escapado de clases, al enterarse que los de segundo se retirarían antes por mala redacción de quien decía los horarios de salida.

Dato interesante, el profesor sexy debía tener examen, por lo que aún estaría esperando a que los alumnos lleguen.

Aprovecharía eso al máximo, a la mierda andar escabuyendose por las noches para tener sexo a escondidas.

Su falda, la cual daba a la altura de sus regordetes muslos, esta se movía hacia arriba con cada saltito dejando ver de vez en cuando más arriba de lo debido ganándose algunas miradas para nada santas.

La sala del tricolor estaba cerca de la suya, por lo que no tardaba más de 3 minutos en llegar.

Finalmente estaba delante de la gran eh imponente puerta, la cual tocó con hiperactividad, ya que estaba ansioso de verle la cara a su profesor por su prenda.

Acomodo su remera color celeste pastel, cosa que le ponía algo nervioso, ¿su queridísimo profesor tendría fetiches con el Daddy King? No lo sabía.

Pero en su mochila traía lo necesario para cubrir bastantes fetiches.

Lubricantes de diferentes sabores, algunos trajes provocativos, esposas, cuerdas...

Escucho un "pase" haciendo que entre, se sentía hasta algo especial, el mismo había enseñado la palabra. Ya que el mayor no hablaba mucho español.

Entro y cerró la puerta detrás de sí, obvio con seguro, y se puso delante de su preciado docente.

- hola mi Anubis~ - canturreo coqueto mientras tomaba una de las manos de este.

Egipto volteo la vista de sus papeles al menor, ruborizado se al instante, y por unos instantes se quedó sin palabras en la boca.

- Córdoba? No deberías estar en clase? - pregunto el egipcio, el cual le miro con el ceño fruncido. - y ya te eh dicho que no me digas de esa forma.

- pase para ir al baño~ - respondió ante la pregunta con risitas burlescas. - pensé que sabías lo inteligente que soy~

La mano del mayo, anteriormente tomada por el cordobés, fue puesta en el pecho del segundo mencionado. Desabrochando los botones para introducir esa venosa mano dentro del uniforme del menor.

- y si-

- puerta cerrada con seguro. - solto un pequeño quejido al sentir como uno de sus pequeños pezones ser apretado de manera brusca. - vos también tenes ganas, no te haga el pajero. - susurro coqueto el menor.

Egipto, sólo le miro de arriba hacia abajo, para levantarse y tomar con su mano libre la pequeña cintura de este. Beso de forma brusca el cuello del menor, el cual enseguida empezó a jadear de forma baja, ya que no quería ser descubierto de esa forma.

- أنت طفل شقي ... تحتاج عقاب..

(Eres un niño muy travieso... nesesitas un castigo.) - susurro el europeo en el oído del menor, el cual tembló un poco ante eso.

Córdoba sabía perfectamente lo que dijo el contrario, ya que este era un gran amigo de su padre, y les enseñó árabe antes de que aprendan a andar en bicicleta.

Momentos después ya tenia el pecho en contra del escritorio de roble negro, mientras sus manos eran atadas por la corbata del contrario, y su trasero besado y golpeado.

- mmh~ Egipto ya mételo... - se quejó al momento de sentir como una de sus nalgas era mordida con demasiada fuerza.

Gimió, mientras su trasero era manoseado y mordido a gusto por el mayor, el cual quería torturarle un poco. No quería que el menor faltara a clases por solo sexo casual.

Pero bueno, tampoco es que desaprovecharia una oportunidad de tener follar ese regordete y hermoso trasero. Además de escuchar esos lindos gemidos de uno de los hijos de su amante.

¿Olvide decir que Egipto y Argentina salen desde hacia unos 5 años? Ups, siempre me olvido de esos detalles.

Pero, en fin, lo que importa es que ambos amantes tendrán unos lindos 15 minutos de sexo en lo que no se ve sospechoso que falte un alumno.

- mgh~ - gimio de forma ahogada cuando sintió que el mayor entró de forma brusca a su interior.

Rasguño el escritorio en un intento de apretar algo, causándole ternura y cariño al egipcio. Aunque eso no calmó su calentura, haciendo que casi enseguida empezaran las embestidas.

Eran rápidas, certeras y precisas, causando que Neuquén casi no podía contener los gemidos, sin embargo, la mano de Egipto tapaba con fuerza la baca del menor.

La espalda del menor chocaba el pecho del menor, en lo que las embestidas disminuían de manera algo más suave. Ya que al africano-asiatico empezaba a besar y lamer los hombros de americano.

Era el momento tierno del sexo, aunque era la parte más torturante para el neuquino, ya que siempre era justo cuando este se estaba por venir.

Escuchaba como el profesor jadeaba de vez en cuando en su cuello. Mierda, ese sonido era algo sumamente exitante para el argentino.

Minutos después ya estaban cerca del orgasmo, así que el ritmo aumento y la mano del egipcio fue utilizada como una mordaza.

Momentos después ambos se corrieron, Egipto en el interior del argentino, y Neuquén contra el escritorio de este.

- tan tierno y bueno como siempre. - susurró el africano-asiatico, mientras salia de este.

Neuquén aún estaba jadeante mientras recuperaba la compostura, amaba sentir que le dolía el trasero después de ser fallado por una gran polla.

Luego de recuperarse acomodo su ropa interior y le dio un tierno beso en la mejilla a su padrastro, y así ir de nuevo a su clase.

Las Provincias Están En Celo (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora