Berlín × San Luis

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- ¡amor~ ven, te hice la cena~! - diría un cariñoso Berlín, quien se veía cariñoso junto a un plato de comida lleno de las delicias de su país.

Lo admitía, amaba cuando podía estar en Argentina, más cuando viajaba a esa provincia, aún mejor, el hecho de que esa pequeña provincia estuviera bajo su merced por la generosa paga mensual que daba para tenerlo.

Desde hace tiempo, las provincias empezaron a ser 'rentadas' para cualquier uso que les pudieran dar las potencias o sus estados y capitales, esto ayudaba para achicar la deuda externa y acomodar todo a su merced.

Pero, digamos que esta capital no es la más cariñosa del mundo, quizás por esa razón San Luis se ocultaba cada que escuchaba que entraba a su casa gracias a la llave que le daba su padre. Aunque esto solo exitaba más aún las ganas de cogerselo sin escuchar que se alegre de esperarlo.

La sonrisa de Berlín iba desaparecido conforme pasaba el tiempo, ya no estaba sostenido ese hermoso plato de comida, sino que solo buscaba al pequeño latino por toda la casa.

Pero esta vez no se había ocultado de él, sino que solamente no lo había escuchado entrar por el sueño profundo que tenía. Así que Berlín había buscado en todos lados menos la habitación porque ya se le había hecho costumbre.

Entró a la habitación del sanjuanino con sumo cuidado, había vuelto a buscar su plato de comida y ahora se encontraba más alegre. En la mente del alemán, este ya estaba teniendo el mismo cariño que este le tenía.

- cariño... - susurró, recostandose a su lado, mientras lo abrazaba con todo el amor que un psicópata podría demostrar. - es hora de despertar...

Lentamente el menor despertó, siendo gracias a una oleada de besos en su cuello de forma pervertida y morbosa.

Le dio más paja el notar quien era y porqué estaba de nuevo aquí, pero termino dándose vuelta para saludarlo y recibir una segunda ronda de besos 'cariñosos' por toda su cara.

- ¿que hora es?

- 8am. - en ese momento no sabía si golpearlo o darse la vuelta y volver a dormir. - traje un buen desayuno~ - bueno, eso mejoraba en un 50% su humor en ese momento.

- bueeeeeno, pero esta vez no incluyamos juguetes, estuviste muy duro con el látigo la última vez. - se quejaría.

Al no ver el plato de comida, tomó lo que dijo el alemán como una insinuación sexual, no se quejaba ya que para eso venía. Después de todo, el trabajo de una capital no es fácil, por lo que generalmente lo visita una semana al mes para desquitarse.

Berlín no entendió el porqué lo decia, pero tampoco iba a objetar, ver ese pequeño cuerpo al descubierto siempre lo ponía de buen humor. Quizás la comida iría después.

El argentino se acomodó sobre la cama, mientras su mirada estaba en algún punto de la habitación, se empezaría a sacar la parte superior (ya que era lo único que tenia puesto) eh iría tras la pobre capital europea.

Termino sentándose en sus piernas, mientras que sus brazos se enredaban encima de los grandes hombros de este, recibiendo unas grandes manos sobre su cintura. Y, luego de estar en esa posición, el latino beso al mayor con suma delicadeza.

Para el sanjuanino no había amor, solo era sexo por conveniencia, solo era una de las posibles 200 putas que Berlín tenía en su cama, solo que este le tenía como favorito.

Quizás por esta razón se escondía, solo para esperar que se vaya y no tener que sentirse sucio durante dos semanas hasta que el contrario volviera eh hiciera de las suyas con su frágil cuerpo y corazón. Quería terminar rápido esta vez y que el contrario de vaya de una vez para dejar de molestarse por esto.

El movimiento pelvico del amante del mate no se hizo esperar, siendo este un hermoso movimiento de forma circular y hasta de adelante hacia atrás, mientras la mano pesada del europeo empezaba a dar suaves caricias y apretones.

San Luis empezó a dar suaves mordidas en el hombro de Berlín, quien empezó a dar suaves jadeos llenos de placer. El segundo nombrado solo acaricio la cabeza del contrario.

Amaba cuando el menor tomaba la iniciativa para tener sexo sin compasión. Más que nada cuando era de mañana y él recién llegaba.

- mmh - suspiro el contrario mientras acomodaba su cuerpo sobre la entrepierna, ya había empezado a sentir un bulto cada vez más duro.

Este empezó a bajar de forma suave hasta poder tenerlo cara a cara, tras eso abrió el cierre del pantalón y al final bajarlo rápidamente y así encontrar un duro, enorme y grueso miembro palpitante y suplicante de atención.

Las caricias en la cabeza por parte de Berlín le daban a entender que quería empezar enseguida.

Y, como todo un buen niño, hizo caso enseguida, empezando a lamer la extensión del falo hasta llegar la punta de este, metiendo lo a su pequeña boca y empezar a llenarlo de saliva.

Los jadeos no se hicieron esperar mientras el sanjuanino mostraba sus habilidades con los Orales que habían desarrollado gracias a todo el tiempo que Berlín se la pasaba pidiendo los.

Su mejilla fue acariciada mientras  esté metía más ese miembro en su pequeña cavidad. Ya empezaba a sentir el pre-semen que el contrario largaba con suavidad dentro de su boca.

Lentamente las manos de Berlín empezaron a hacer presión sobre la nuca de San Juan, quien entendió que ya debía empezar a dejar entrar más que la punta. Así lo hizo, empezando a chupar más de lo que ya había hecho, mientras empezaba a escuchar los suaves jadeos de placer que soltaba el mayor.

- Ja, du bist gut darin ... Scheiße, ich will mehr~ (si que eres bueno en esto... mierda, quiero más~) - gruñó el mayor, mientras acomodaba su peso sobre el respalda de la cama y así poder ver mejor esa escena que estaba montando el contrario.

Al final no soporto más, tomando el control de la situación mientras tomó con ambas manos la pequeña cabeza del menor, luego empezó a dar embestidas profundas en la garganta del latino.

Los pequeños sonidos de arcadas cada vez se hacían más presentes seguidos de los gemidos roncos que daba el mayor al embestir con brusqueridad su garganta, cosa que exitaba aún más a los que estaban presentes en ese momento.

Berlín agradecía internamente el haber escuchado a Moscú en este momento, ya que él le había dicho que los argentinos tenían una hermosa forma de coger.

Finalmente el mayor se adentro hasta lo más profundo que pudo en la calidad del sanjuanino, quien sintió como lentamente era llenado de semen poniendo sus ojitos en blanco como mera consecuencia del placer que sentía en ese momento.

Cuando Berlín se dignó a soltarlo, este se acomodó como pudo sentándose nuevamente sobre este, aún le costaba respirar y sentía que si garganta fue destrozada nuevamente.

Terminó recostando su cabeza en el pecho del alemán mientras soltaba jadeos entrecortados, siempre era complicado meter esa cosa a su boca y no salir cansado.

Pensaba dormir unas 4 horas después de eso, pero el miembro nuevamente duro le hizo saber que probablemente no dormiría hasta la noche, y que quizás haría todo esto en ayuna ininterrumpida.

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Definitivamente no se hacer lemmons, ser un adolescente hormonal no sirve de nada /golpear pared.

Espero que lo disfruten a pesar de que no sea una obra de arte como las que hace uruarg_____s (si te nombre para que vayan a leer tus historias pq a la mierda que a vos si te salen estas cosas)

Las Provincias Están En Celo (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora