S I E T E

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Jimin corrió hacia adentro. Tomó el sweater de la cama y lo miró, luego observó a Yoongi por la ventana: ¿por qué le había dejado su sweater? Se lo puso, y ensima de él se puso su campera de abrigo. Salió de la casa dispuesto a ayudar.

—¿Brad no tiene una escalera? —dijo mientras se acercaba a ellos con las manos dentro de sus bolsillos.

—Parece que no —contestó Yoongi, y miró el gran manzano; estaba lleno de pequeñas manzanas rojas mucho más arriba, donde no alcanzaban.

—¿No tiene una escalera pero si tiene una pala? —señaló una pala de hierro que estaba tirada a lo lejos en el césped—. No confío del todo el este señor.

—No lo sé, Jimin, quizás la trajo de algún lado. Piénsalo, él está muerto de hambre como nosotros, por lo que si hubiera querido matarnos o comernos, creo que ya lo hubiera hecho... —ambos miraron al hombre allí parado. Lo bueno de la situación era que podían hablar libremente y él no entendería nada.

—¿Probaste trepando al árbol? —Jimin cambió de tema.

—Si, pero está resbaloso, y no tiene ramas de donde agarrarse.

Jimin observó el árbol por un momento.

—Pues creo que debemos hacer una escalera humana...

Yoongi lo miró y frunció el ceño; ese chico era un genio cuando quería.

—Claro, súbete sobre mis hombros —dijo.

Brad los observó con intriga mientras los dos chicos hacían acrobacias para subirse uno encima del otro. Aunque no les tomó mucho tiempo. Jimin se sentó en los hombros de Yoongi fácilmente; era liviano como una pluma.

—¡Acercate más al árbol! —gritó Jimin con una sonrisa.

Yoongi caminó despacio, con cuidado de no resbalar, y entonces Jimin comenzó a arrancar las manzanas y a lanzarlas al suelo. Brad reía emocionado a más no poder; esas eran las manzanas que siempre se echaban a perder porque no caían y tampoco las podía alcanzar. 

Él llenó una canasta enorme con las manzanas, y entonces ayudó a Jimin a bajar de los brazos de Yoongi, tomándolo con cuidado, y dejándolo en el piso como si fuera un muñequito de porcelana. Ante sus ojos, esos dos chicos parecían frágiles y flacuchos. Aunque en el fondo sabía que eran fuertes por haber soportado perderse solos en el bosque. Los observó mientras ellos hablaban; les había tomado algo de cariño a esos dos.

Entraron a la casa y poco a poco se recuperaron del frío frente a la chimenea. Brad ya había cortado unas manzanas en mitades y las había echado a la hoya con un poco de agua, así preparaba algo de jugo. Además, comer las manzanas calientes era mejor para mantener el calor corporal.

Sirvió un poco de la comida en los platos de cerámica y se los entregó en las manos.

—Coman —dijo, y luego recordó que no podían entenderlo—. ¿Cómo les explico lo que les quiero decir? —susurró tirando de su barba pensativo. Se le ocurrió que un dibujo sería lo mejor. Tomó un pedazo de carbón frio y dibujó en el piso de madera.

—¿Que hace? —preguntó Jimin.

—Sé lo mismo que tú... —contestó Yoongi prestando atención al dibujo de Brad.

Él continuó dibujando. Hizo una brújula, y un camino que al parecer se adentraba al bosque en dirección Norte. Dibujó árboles, y al final del camino, algunas casas.

—¿Entienden? —los miró atentamente con el carbón en la mano.

—¡Creo que nos está diciendo cómo llegar a la ciudad! —dijo Yoongi y golpeó el brazo de Jimin con emoción. Si eso era cierto, sabían como volver al hotel.

—¡Dios mío! ¡Estamos salvados! —gritó Jimin y ambos se abrazaron contentos.

Yoongi memorizo el dibujo y luego preguntó:

—¿Cuánto tardaremos en llegar allí? —señaló su muñeca varias veces para que lo entendiera.

—¡Oh, si, eso! —dijo Brad, y luego les mostró tres dedos.

—¿Tres? —preguntó Jimin.

Brad tomó el carbón y escribió "180" en el suelo. Luego los miró, esperando que lo captaran.

—¿Ciento ochenta? —preguntó Jimin desconcertado—. ¿Que se supone que significa eso?

Yoongi pensó un momento mirando el fuego.

—Creo que... Ciento ochenta dividido tres da sesenta. Sesenta minutos tiene una hora, por lo que sí, deben ser tres horas de caminata hacia el norte.

Jimin se lo quedó mirando. Una persona tan linda no podía ser tan inteligente; debía ser uno de los dos. Pero al parecer Yoongi rompía la regla.

—¿Saldremos mañana? —preguntó sin sacarle los ojos de encima.

—Yo diría que si. Mañana salimos por la mañana, cuando antes lleguemos al hotel menos escándalo harán todos por los "chicos desaparecidos" —hizo comillas con los dedos.

Jimin asintió. Odiaba la idea de volver a meterse al bosque, pero si todo salía bien, solo serían tres horas de caminata.

Esa noche durmieron de la misma forma que la noche anterior: compartiendo cama, manta y almohada. Pero ésta vez, se quedaron hasta altas horas de la noche hablando sobre el universo y la inexistencia del tiempo. Cosa que Jimin no terminó de entender muy bien, pero aún así se entretuvo escuchando a Yoongi hablar sobre el tema, pensando que realmente era un chico muy inteligente.

La charla estaba entretenida, pero Yoongi tuvo que terminar su discurso cuando Jimin se quedó dormido, y se dió cuenta que estaba hablando solo.

A la mañana siguiente, salieron preparados contra el frío vistiendo todas las prendas que tenían. Brad les había regalado dos bufandas tejidas idénticas de color marrón para que no pasaran tanto frio. La verdad, su gesto se agradecía mucho, ya que afuera llovía torrencialmente y el viento frío les pegaba con furia.

Caminaron en linea recta y en dirección Norte durante tres horas bajo la lluvia, parando solo para ir al baño. Y cuando estaban a punto de rendirse por el cansancio y el hambre, escucharon ruidos a lo lejos. Abrieron los ojos a más no poder; eran personas.  Sonrieron emocionados y corrieron en dirección a las voces. Quitaron las ramas del camino y aparecieron en medio de lo que parecía ser una pequeña aldea.

Jimin se quedó helado observando todo.

—¡Yoongi, aquí no... no es... éste no es el camino al hotel! —miró con espanto y frustración a su alrededor.

Yoongi suspiró pesado apoyando su mano en su frente. Miró a su alrededor: no era ni remotamente el lugar donde se encontraba el hotel. Esa era una pequeña aldea, y las pocas personas que pasaban lucían como campesinos.

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No tengo idea de por qué Instagram no me está dejando subir cosas... Es por eso que no estoy avisando de los nuevos capítulos por allá :(

De todos modos...

¿Les está gustando la historia?

-Sol

PERDIDAMENTE © (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora