𝐶𝐼𝑁𝐶𝑂

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Se van caminando hasta que el demonio los encamina a una tienda vacía. Graciosamente entra tocando la puerta aunque sabe que nadie responderá. El ángel entra detrás de él. Ocultando sus alas en su espalda. Mirando todo con curiosidad.

—¿Qué es lo que te gustaría saber, niño?— Pregunta Sergei Mew mirando las estanterías de libros.

—¿Cómo son los humanos?— Pregunta Gulf con curiosidad, tocando una diadema con orejitas de perrito. Es tan suave que él la toma en sus manos con mucha curiosidad. Pasando sus pulgares por el pelaje marroncito de la diadema. Riendo en bajito.

—¿Los humanos? Pues no son malas personas. Solo algunos lo son y culpan al mundo espiritual oscuro por sus actos cuando ellos mismos hacen sus pecados. Son personas complicadas pero tienen sentimientos. Así como tú y yo.— Dice el demonio ahora sacando con una sonrisa traviesa una revista inadecuada y la abre para pasar las laminas con unos ojitos grandecitos como los de un pescado.

—Oh.— Gulf entiende la complejidad del mundo humano y camina hacia el demonio para colocarle una diadema encima que hace al otro cerrar su diadema de repente. Mirándolo confuso. —Te ves gracioso. Te pega muy bien ¿eh?— Ríe el ángel travieso.

—¿Qué me pusiste?— Pregunta Mew llevando una mano arriba para tocarse las peludas orejitas de perrito. Las toca y aplasta-suelta-aplasta una orejita.

—Orejas de mascota.— Sonríe el ángel. —Yo también me puse unas.— Dice el ángel bajando su cabeza con sonrojo en sus cachetitos para que el otro viera su diadema de gatito. Esperando una opinión de parte del otro. Aunque luego el angelito deja de sonreír para mirar con miedo al demonio chupa sangres.

—Espera. No son de animales reales ¿o sí?— Pregunta el angelito.

—... No lo sé. ¿Qué opinas tú?

—Eso sería cruel.

—El mundo es cruel.— El demonio lo vuelve a asustar. El ángel se encoge de hombros con mucho miedo y se va a quitar desesperadamente la diadema de orejitas de gatito cuando de repente, Sergei Mew le muestra la revista abierta con una gran sonrisa para que el angelito mire el contenido de esta. —¡Pero la mejor distracción es esto!— El demonio incita.

—¿Por qué las humanas no tienen ropa?— Gulf pregunta. Mirando el contenido sin quitarse las orejitas de gatito.

—¿No te parece atractivo?

—... Son bonitas... Pero lo único que quiero es aprender más de ti, maestro.— Gulf inocentemente le sonríe. Dejando de ver la revista de contenido inadecuado. Sergei Mew deja de sonreír para cerrar la revista.

—Ya te estoy enseñando. El sexo es algo muy humano. A todos los humanos les gusta. No hay uno solo al que no le guste.

—¿Qué es el sexo?

—Ay, esto va a ser largo.— Suspira Sergei Mew cubriéndose la frente en frustración. —Okay,— Abre sus ojos para mirar al ángel y alza sus manos. —tú tienes esto:— Él crea un circulo con una de sus manos. —Al igual que tienes esto:— El demonio alza un solo dedo con la otra mano.

Y comienza a explicarle manualmente cómo se hace con las mujeres y cómo se haría su fuera sexo homosexual. Pero el angel no presta atención y camina hacia las puertas de la tienda a mirar el hospital lejos de ellos.

—¿Qué es ese lugar que brilla en azúl?— Pregunta el ángel.

—Oye, ¿no prestaste ni una pizca de atención a mi clase sexual?— Pregunta Mew ahora encaminándose hacia el chico que esta frente a las puertas cristalinas del lugar. Ahora cuando el demonio posó a su lado... Ambos estaban viendo el hospital. El gran lugar que brilla en azúl.

Los Oscuros • MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora