"Cuando fui conciente de ti" (Bakugo y Tsuyu)

"DEMASIADO DULCE"

Después de lo sucedido entre estos dos, Bakugo se dirigió a su habitación como si nada, entrando y sentándose en la orilla de su cama pensativo.

-Ahh, ¿Qué demonios pasó? (Tocó sus labios evitando recordar los besos y sintiéndose avergonzado)
Demonios... Mejor me voy a dormir, ja. (Sonrió un poco)

Tsuyu por su parte de sentía extrañamente feliz, nunca creyó posible que Bakugo hiciera eso, ella sólo tenía en mente contarle sus sentimientos por lo honesta que es, más no esperaba que le correspondiera.

A la mañana siguiente se encontraban todos en su salón de clases, justo en en la hora del almuerzo Bakugo, Kirishima y Sero se dirigían a buscar un asiento para comer cuando Bakugo miró a lo lejos a Tsuyu quien se dirigía sola a la cafetería.

-Aquí parece bien. (decía Sero indicando una mesa)
-Mm. (Bakugo no se sentó, si no que se dirigió a dónde estaba Tsuyu)
-¿A dónde vas Bakugo? (Preguntó Kirishima)
-Qué te importa, ahora vuelvo.
-Uh. (Sin duda Kirishima conocía mejor que nadie a su amigo, por lo que sabía que se comportaba de una manera extraña, incluso viviendo de él)

-Hey, ¿En dónde estabas?
-Ah, Bakugo chan, hola. Fui a la cafetería a comprar algo para beber, kero. (Mostraba una cajita de leche de fresas)
-Uh, ven.
- ¿A dónde? (Se mostraba curiosa)
-Tú sólo sígueme, rana.

Llegaron a las escaleras de uno de los edificios de UA, sentándose Bakugo en uno de los escalones, en seguida se sentaba Tsuyu un escalón más abajo que él.

-Sí querías estar conmigo debiste haberlo dicho Bakugo chan. (Dijo ingenua)
-Tsk, cállate, quién quisiera estar con una estúpida rana.
-Tú, Bakugo chan, kero. (Decía mientras le ponía un dedo el pecho) ¿Quieres? (Le ofrecía de su leche sabor fresa)
-No, qué asco.
-Está rica, pruébala. (Insistía como una niña pequeña)
-Que no quiero. (Bakugo no podía negar que se veía algo... ¿Tierna? ¿Cuándo demonios había pensado así de alguien antes? )
-¿Aún te sientes avergonzado después de lo de ayer? Kero.
-Ja, como si eso me avergonzara, dame acá. (Le arrebató la caja y empezó a beberla con un típico puchero de enfado, algo que a decir verdad a Tsuyu le parecía gracioso)
-¿Está rica? (Preguntó risueña)
-Mm, es demasiado dulce.
-Entonces deja de beberla Bakugo chan. (Trataba de quitarsela pero el chico alzó la mano con la que sosteniía la caja)
-JAJA, trata de quitarmela rana. (Sabía que era infantil pero verla algo molesta le parecía agradable, quería molestarla más, ver más expresiones en ella y no sólo esa estúpida mirada vacía que tenía, y a decir verdad le encantaba ser él quien lograra hacerlas)
-Bakugo chan.
-¿Eh?

Tsuyu se acercó a el besándolo levemente dejando al chico algo impactado y así pudiendo quitarle la caja de leche.

-Tienes razón, es demasiado dulce Bakugo chan, kero. (Sonrió limpiándose una gota de saliva de su labio inferior con el costado de su pulgar)
-Agh, tú... Estúpida. (Se incorporó cubriendo su sonrojo de la chica) -te crees muy lista estúpida rana, ven acá.
-¿Kero?

Dijo esto cuando la atrajo a él con sus manos para poderla besar de nuevo. No podía negar qué le gustó tal acto sin embargo a él le gustaba más ser quien pusiera nerviosa la chica en lugar de ella a él.

Pasados unos dos minutos se alejaron lentamente, Tsuyu abrió sus ojos primero, teniendo por un segundo una pacífica vista del rostro del rubio, nunca habría imaginado que él pudiese hacer dicha expresión; sintió su corazón presionarse al pensar que en realidad gustaba de él, dios, claro que después de esto se enamoraría aún más) en ese instante Bakugo alzó la mirada para toparse con unos enormes ojos estupefactos mirándolo fijamente.

-¡Ah! ¿pero qué dem...? Tú y tus estúpidos ojos saltones. (No pudo negar que le tomó por sorpresa, aún no sabía cómo reaccionar del todo a ella, no sabía cómo tratarla después de ser conciente de su existencia, si bien, muy en el fondo pensaba que era bastante atractiva tampoco negaba el hecho de que era un tanto extraña y diferente a las otras chicas)

-¿Kero? Perdón Bakugo chan, pero te veías muy tierno. (Soltó dándole la sonrisa más pura que pudiesen darle justamente a ese chico, quiénes sólo lo veían con temor y recelo)
-Tsk, cómo sea...

Sonó una campana indicando que el almuerzo había terminado por lo que los dos chicos se levantaron para dirigirse a su respectivo salón, no querían llegar tarde, sabían que cierto profesor lúgubre podía enfadarse si lo hacían.

-Bakugo chan, gracias por lo del otro día.
-¿Mmh? ¿Qué día? (Preguntó sin interés)
-El día del incidente con ese ladrón, el que me arrojó al suelo. Al final sabías que no estaba tan grave y aún así me socorriste, gracias, kero.
-Era mi deber, ustedes los extras son unos débiles, salvarlos es el trabajo de un héroe. (Dijo volteando de lado mientras mostraba orgullo por sus acciones, egocéntrismo, diría la chica)
-Estoy segura que te convertirás en el mejor héroe, Bakugo chan, al menos ya eres el mío. (Sonrió)
-¿Eh? Cómo quieras. (En el fondo eras palabras lo hacían sentir feliz)

Mientras hablaban del tema llegaron a su aula, estaban de suerte pues no había casi nadie adentro excepto por el grupo de Bakugo; se podía ver a un enérgico hombrecillo de cabello punteagudo saludándolo mientras le mostraba varias bolsas con comida, panecillos, dulces y algunas bebidas.

-Hey Bakugo, mira lo-que-te-ten-go-a-quí (decía deletreando mientras le mostraba los alimentos), -no comiste nada así que compré estos ¿Soy genial verdad? (Decía orgulloso el muchacho) -tú también Tsuyu san, toma algunas.
-¿Puedo? (Preguntó la chica mirando la pila de comida)
-¡Por su puesto!
-Gracias Kirishima chan. (Tomaba un pequeño panecillo relleno de mermelada de fresa, mientras se dirigía a su respectivo asiento)
-¿Y bien? ¿Qué vas a tomar? (Preguntó Kirishima curioso ante la elección de Bakugo)
-No quiero nada, qué molesto.
-Oh vamos hombre, come aunque sea algo.
-Mmh, (Bakugo miro las cosas buscando la menos costosa y menos llamativa visualizando así una cajita de leche de fresas) -Esto. (Dijo tomándola)
-¿Ah? No sabía que te gustaba ese sabor. (Río un poquito para sí mismo) -¡bueno, iré a repartir el resto entre los chicos! Se diría hacia el grupo de Deku quienes iban entrando en ese momento.

Bakugo se le quedó mirando a la caja de leche mientras la destapaba, pasó a mirar de reojo hacia el asiento Tsuyu y no evitó reír engreído.

-Agh, sí que es dulce. (soltó mientras tomaba de la caja, después de todo no sería lo único dulce entre esos dos de ahora en adelante)