Capitulo 3

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Menta y nicotina

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Menta y nicotina.

¿Capaz? No efectivamente no he sido capaz de abrir mi diario, pero lo haré si de eso estoy segura, Giulio literalmente tengo dos semanas de apenas verle, juro que trabaja demasiado por la editorial que mi padre nos ha dejado, pero ahora que él no está, el trabajo es doble, debe ser el hombre de la casa, ser el encargado de muchas cosas, pero él puede, Mamá no se ha levantado más que para comer y bañarse, ella nos prometió que estaría mejor cuando esto acabará, cuando el misterio haya sido revelado, así que debo darme prisa, si debo hacerlo, por todos.

A la mitad del jardín estoy tirada en el pasto mientras solo veo el diario que esta frente mío, yo puedo, yo puedo...

—Tú puedes, anda—
Dijo una voz masculina a mis espaldas, el dueño de esta se sentó a mi lado, era Calix era demasiado raro tenerlo en casa, él era el misterio, o yo, o mamá, o ya no lo sé, pero sí sé que, aunque su presencia sea rara, se siente bien, no tengo problemas con ello.

—¿Cómo lo hiciste tú? ¿Cómo abriste el diario? —
Mi mirada fue directa a la suya, pero su corto silencio fue interrumpido con un suspiró estremecedor.
—Aún no lo he abierto, quería esperarte, quería que comenzáramos al mismo tiempo—
—Es muy considerado de tu parte, gracias por ello—

El frio viento sopló cuando Calix dejo su diario junto al mío y nuestras miradas se conectaban como si algo, algo que vine desde adentro los obligará a hacerlo, él tomó mi mano y acarició esta para luego darle un leve apretón haciéndome sentir segura de mi misma, fuerte y decidida, él abrió su diario que aún descansaba en la alfombra verde natural y delicada en la que estábamos, yo hice lo mismo, no pretendíamos separar nuestras manos entrelazadas.
Lo primero que estaba escrito fue como si el alma me regresará al cuerpo.

Oh querida Gianna, ves que siempre que te lo propongas me encontraras.

Recosté me cabeza en el hombro de Calix y tomé el diario en mis manos y lo abracé tiernamente aferrándome a la vida propia que tenían estos escritos, llenos de una aventura para Calix y para mí.

Al estar un rato en silencio solo mirando al cielo e hipnotizada por el aroma a menta y nicotina de Calix salí de mi pequeño transé para voltear a verle y preguntarle.

—¿Por qué no nos vimos nunca ni nos topamos? —

—¿Quien dice que yo no te conocía? —

—¿ya me conocías? —

Pregunto levemente sonrojada.

—Sí, ¿Cómo no conocerte? —

—¡Genial un chico guapo me conoce desde quien sabe cuándo y yo ni en cuenta!—

Este fue el momento donde me di cuenta que la jodi ... estaba roja así que me cubrí el rostro como acto reflejo.

—¿Así que te parezco un "Chico Guapo"? —

Pregunto con una torcida sonrisa y la diversión era notoria en su rostro y sus ojos gritaban fascinación, tomó mis manos para luego quitarlas de mi rostro y acercarse peligrosamente a mi detallando cada una de mis fracciones para luego acercarse a mi cuello y subir hasta mi oído para susurrar con voz más gruesa.

—te vez como un tomate Gianna Fiore—

Me hizo estremecer su voz, pero lo que me dijo para luego alejarse burlón me hizo enojar ¿Quién se cree para dejarme así aparte llamarme tomate?
—¡A-asno!—
Tartamudee mientas él se ponía de pie mientas tomaba su diario y para luego gritar tras de mi a la distancia.

—pues este Asno ira a darse una ducha y te ve en la noche en este mismo lugar, mientras lee un poco. —

Me dejo totalmente roja hice una mueca y tomé mi diario para entrar a la casa.
Me dirigí a mi habitación en la cual me tumbé a leer el primer capítulo era interesante.
Tenía el nombre de:
Relio Dyupon

Relio es un hombre ejemplar de la familia, de la sociedad, es alguien con una gran posición y estatus social, tiene una hija la cual es perfecta una esposa perfecta un hijo perfecto, ¿Qué pasa cuando cierran las cortinas? Lavado de dinero, son una perfecta casa de las mentiras. Una casa de muñecas porque al cerrar las puertas hay violencia, el violentaba a su perfecta esposa. Sus hijos viven un infierno y eso los ha hecho desarrollar traumas, problemas psicológicos necesitan ser salvados, ayudad a estas pobres almas consumidas por el pecado ajeno.

¿Relio Dyupon? ¿Cómo sabia mi padre estas cosas? ¿Será real o fictición? ¿Por qué se me hace familiar el hecho de la familia ejemplar? Su nombre no parece ser de por acá lo cuál indica que es ficticio, pero tengo la sospecha de que tiene algo que ver con alguien de nuestra sociedad. Florencia es un lugar grande pero pequeño al mismo tiempo mi padre conocía a muchas figuras públicas al igual que muchas personas.

Después de sacar millones de teorías fui al jardín donde me dispuse a esperar a Calix, hacia frio ya mi nariz estaba roja y congelada al igual que mis manos, justo cuando pensé en retirarme para ir por un Buzo o algo así una manta me cubre desde la espalda hasta mis brazos, por un segundo sentí su olor menta y nicotina.

—no sois inmortal pillarás una hipotermia —

Dijo sentándose a mi lado y yo sonreí.

—Gracias Calix—

No dijo nada solo acomodo a mi lado y abrió su Diario.

—¿Conoces a alguien que se llame Relio Dyupont?—

—No en realidad solo reconozco su nombre por mi diario, hay información de él y su familia, pero no sé si es real o ficticio...—

Dije mostrándole la página de mi diario donde hablaba de él, acto seguido el me mostró la suya, era lo mismo.

—¿Porque ambos diarios tienen lo mismo...—proteste, y justo vi algo diferente entre ambos diarios. — están escritos de su puño y letra y tienen tachones... Él nunca se confundía, y en ambos diarios hay y están en diferentes lugares...—

Seduciendo un MisterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora