Capítulo 8

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Jugo de naranja

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Jugo de naranja.

Calix Russo

  Habían  muchos autos  a nuestra disposición  pero  Gianna eligió  su menos favorito, un deportivo descapotable  rojo, ambos éramos mas de autos clásicos  eso era evidente, algo más que también  lo era es que  eligió  este auto y no el mío  porque  sabe que al Ken de edición  barata es de gustos comunes, aunque  carajo  ¿Quién  no ama un deportivo rojo? Si, nadie pero se que ambos  nos inclinamos más por los autos  clásicos y elegantes o con presencia.

Siempre poníamos música pero  Hoy Gianna estaba tan nerviosa que tuve que contarle una historia  cómica  sobre mis años de estudió, y se calmó.

Al llegar  a dicho restaurante de hamburguesas  y malteadas tradicional para una cita vimos a los hermanos  esperándonos fuera.

Gianna fue a saludar  con ese gran espíritu  y carisma suyo, ella abrazo a ambos  y luego salude con  un leve movimiento de  cabeza.

Entramos al lugar y elegimos una mesa en el proceso Román no perdió  la oportunidad  de abrazar  a Gianna por la Cintura, pude ver que le incómodo  un poco, no sabía muy bien  que  hacer pero lo permitió  por  no molestar a nadie.

A Marian le ofrecí  sostenerse de mi brazo  de manera cortes para que se sintiera segura, ella no dudo en tomarlo hasta llegar a la mesa, no paso mucho y llegaron a pedir nuestras ordenes, Gianna pidió  una hamburguesa  y Roman  alitas a la barbacoa mientras Marian Pidió una Hamburguesa  doble con queso extra, y yo una simple Queso hamburguesa.

Roman  y Gianna hablaban sobre cosas de la universidad o mejor dicho de él y sus deportes, y sus premios y etcétera  algo aburrido y tonto para una cita, Mientras Marian y yo hablábamos de su carrera de modelo y la mía de estudiante de Literatura.

Era entretenido hablar con ella, era notorio que le gustaba  o al menos le agradaba demasiado pero no insinúa nada  y  mucho menos era molesta, era muy amigable.

La comida llegó  y agradecimos hasta que Gianna  y yo vimos que no habían Cubiertos así  que al mismo tiempo dijimos.

—Podrían  traer Cubiertos por favor.—

Nos sonreímos ante la precisión  de nuestras oración.

—Wow... son tan iguales—

Soltó  Marian y yo negué  con una sonrisa, ella es un ángel  y yo un ángel  caído.

—Por eso viven juntos son como hermanos ¿No?—

Román  no pudo evitar dar su opinión  con una sonrisa y viéndome como si amenazará con algo.

Gianna casi se atraganta con una papa frita lo cuál me hace sonreír  ya que  al parecer no esta cerca de verme como un hermano.

—Es por otros motivos, pero puedo asegurarte que es muy especial  para  mí.—

Seduciendo un MisterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora