ႮΝᎪ ᎷᎪՏᏟϴͲᎪ [𝙎𝙝𝙖𝙙𝙤𝙬 𝘽𝙤𝙤𝙢] (PAUSADA)

9 - La ayudo

La exageración era algo normal, pero ese erizo se volvía molestó para la joven. Su mirada carmesí la seguía por todos lados, un paso y la miraba. Serio, de brazos cruzados: vigilando que no se meta en problemas nuevamente y lo humille como las otras veces.
Pues él creyó que así no se le escaparía, claro que solo por unos momentos.

No fue así...

De un simple descuido, ella ya no estaba a la vista. Así que éste se alarmó.

— Maldición, donde fue ahora... —Murmuro con irritación— comienzo a creer que no es humana.

¿Cómo es que puede desaparecer de su vista tan fácilmente? Era ilógico y nada entendible.
Busco con la mirada mientras caminaba a paso veloz, pues ella no debería de haber ido tan lejos.

Y así fue, estaba caminando alegremente por los arbustos intentando ir a alguna parte. Curioso decidió solamente seguirla para ver dónde llega, además no tenía nada que hacer más que esperar la esperada y molesta información que Eggman debería de estar buscando.

Finalmente llegaron a una parte de la playa, de lejos se veía al erizo azul y sus amigos pasar el rato. Cuando la humana salió alegremente para correr hacia ellos, éstos notaron su presencia. Sonrieron al verla de nuevo, pero lo que el azabache notó era que ella se dirigía solo al azulado.
Antes de que llegase muy lejos, la tomo por detrás enojado y empezó a arrastrarla de vuelta de dónde vinieron.

— Ni se te ocurra. —Comento enojado.

Una gota de sudor caía por las sienes de los presentes ahí.

No podía creer que termine así, acostado en una hamaca bajo la sombra. Mientras que esa humana jugaba con esos idiotas, según él.
Al menos ahora tenía paz y ya no tendría que lidiar con ella por un rato.
Tal vez no fue mala idea dejarla a cargo de Sonic y sus amigos mientras descansa. Aunque se lo confio más a la eriza rosada y la loca del boomerang.

Cerró los ojos para dormir un buen rato, desde que comenzó a cuidarla, no pudo dormir bien y por eso cayó en un profundo sueño.

La castaña al notar eso se le ocurrió una idea. ¿Porqué no cuidar al erizo?, Él la cuidó todo este tiempo que estuvo en la isla, quería hacer algo esta vez.
Así que para no despertarlo, lo estuvo vigilando con un pequeño telescopio que el zorrito de dos colas le prestó.

Ellos la veían sonrientes, era una ternura. Aún seguían sin creer que Shadow la cuidará, veían algo bueno en eso y no dudarán en ayudar cuando sea necesario.

En ese momento sucedió algo, el sol llegó un poco al erizo, le daba en los ojos y se veía incomdo por la luz. Así que ella como una gran heroína corto un pepino para luego ir hacia éste y ponérselos en los ojos, haciéndolo ver de una manera algo graciosa.
Orgullosa por su acto volvió con los demás, aunque... se detuvo para voltear a verlo, algo no estaba bien.

Si. Los pepinos eran muy pequeños y lo molestaban al parecer, así que tomó un antifaz para dormir (al que nadie sabe de dónde lo saco) y un bolígrafo para dibujar algo en ellos.

Tardo unos minutos pero lo terminó, y fue para ponérselos al erizo oscuro, junto con unos tapones para los oídos, tenía el presentimiento de que los necesitaría.

— No puede ser, ¿Es enserio, Eggman? ¿No podías atacar la semana que viene? —Dijo con fastidio el erizo azul.

— Si, ya van tres días seguidos —Siguio la rosada de brazos cruzados— y no puedes hacer nada, mira, aquí está Kioko

— Ja,ja,ja ya estaba preparado para eso.

Apretó un botón rojo y al hacerlo una mano robótica la atrapó para tenerla a su lado y así se evitará problemas.

— ¡Ja, Ja, Ja, esta vez nad- ¡Oh, Shadow!

El nombrado seguia dormido, pero la cabeza estaba de costado, como si desviara la mirada. Eso asustó al calvo con pelos en los costados de la cabeza, pues en el antifaz tenía dibujado unos ojos (mal hecho cabe aclarar) que le hizo creer que lo veía.

— P-perdóname no crei que también estabas aquí, oh y tranquilo, no estoy haciéndole nada a la humana. —Rápidamente apretó el botón para soltarla— ¡Bueno es hora de irme! Recordé que hoy tenía turno con la pedicura, ¡Adiós!

Y así despareció dejando sin palabras a los presentes ahí. Era un completo idiota al creer que esa era la cara del erizo.

— Bien, saquemos unas fotos por nuestra Victoria sin pelea. —Dijo el alto de rojo con una cámara en manos.

Así terminaron sacándose fotos haciendo poses raras al lado del erizo dormido que tenía esos lentes ridículos.

Gracias por su apoyo