㸑 cuatro

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Tal vez había sido un mala idea haber aceptado la idea de Hongjoong el día anterior, porque en ese preciso instante se encontraba con él y con otros diez chicos sentados en el centro del gimnasio, ellos charlando entre sí.

Por supuesto que ese era el problema, él no era de muchas palabras, y eso llamó la atención de absolutamente todos sus nuevos compañeros de equipo, cabe resaltar que según Seonghwa, todos parecían ser extrovertidos. Eso no quitaba el hecho de que aún no depositara ni siquiera una pizca de su confianza en aquellos chicos, pero sentía como un deber el tener que hacer deportes y tan solo por esa razón se encontraba allí.

Había algo en el ambiente que lo hacía sentir incómodo, y no descartaba el hecho de que fuese él mismo quien tornara el ambiente más sombrío, eso lo hacía dudar más de qué era lo que estaba haciendo en aquel amplio espacio, porque en realidad su atención estaba más en observar las expresiones faciales de cada uno, que en lo que charlaban. Definitivamente no se veían confiables.

Y mientras más se repetía que debía dejar de sospechar de la gente y llevar al sobre análisis todo lo que le ocurría, simplemente más lo hacía. Estaba mal... Pero se volvió un hábito completamente común en él, ¿y desde cuándo? ya había perdido la cuenta.

—Te están hablando —Hongjoong le habló y mientras lo hacía, también tocó el hombro de Seonghwa; eso pareció funcionar para sacarlo del inmenso mundo compuesto por sus pensamientos.

—Sí, dime.

—Soy yo quien hablaba —Mencionó un chico de cabello teñido de un lindo color rubio; ¿por qué no lo había notado mientras observaba a los demás? Era lindo, aunque se veía intimidante—. Supongo que no me estabas escuchando.

—Lamento decir que no.

—Está bien, supongo que por ello tampoco fuiste capaz de escuchar mi nombre, o el de los demás, ¿estoy en lo cierto?

Todo lo que tenía de apuesto, también lo tenía de irritante, pensaba Hwa. Había algo en su forma de hablar que no le gustaba, tal vez la forma, o tal vez las frías expresiones faciales que usaba, no lo sabía.

—Sí, supongo —Dijo sin mostrarle interés al chico rubio, éste arqueó una de sus cejas, Seonghwa no sabía si estaba molesto, o si el semblante serio que llevaba era lo normal en él. Cualquier alternativa era válida.

—Mientras que por algún motivo no nos oías, me preguntaba si... ¿tienes algún problema? Pareces no estar acá y por más ridículo que sea, debo preguntártelo, ¿sabes hablar con los demás?

—Si ese fuera el caso y no hablara con nadie, ¿debería importarte? Estoy para practicar voleibol, no para hacer prácticas de cómo lidiar con alguien que se comporta como tú.

—Es mi amigo, Youngjae, ya te lo dije —Decidió comentar Hongjoong, mirándolo sin la típica sonrisa que le brindaba a Seonghwa.

Entonces eso quería decir que él no era el único al que al parecer no le agradaba ese chico. Por lo que había escuchado, su nombre era Youngjae.

—Así veo, deben ser tal para cual, porque nadie debe sentir ganas de pasar tiempo con ustedes —Youngjae se levantó de su lugar, manteniendo la seria expresión en su rostro—. Voy por mi mochila.

Los demás chicos no parecían tomarle tanta importancia a Seonghwa, y eso le pareció bueno, así se ahorraba responder preguntas innecesarias sobre él. Pero había algo que no encajaba, ¿por qué Hongjoong seguía allí? Porque a juzgar por su mirada, el chico rubio tampoco era de su agrado y gracias a él y a su actitud ya había perdido el leve entusiasmo de poder practicar aquel deporte en su escuela.

—Creí que te llevabas bien con ellos —Seonghwa levantó la mirada, observando cómo los demás charlaban entre sí, en pequeños o medianos grupos.

crystal boy ꩜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora