Vergangenheit

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Capitulo 4.

—¡Ethan!- gritó mi madre asustada —¿¡Se puede saber qué mierda te pasa?! —sigue gritando mi madre mientras me levanta del suelo mientras limpio la sangre de mis labios con el dorso de la mano.

—¡Si no fuera por este idiota tú no hubieses estado tan triste estos años y ella estaría viva! —escupe enojado —¡Ella estaría viva, maldito hijo de pu...

Calla cuando mi puño choca contra su mandíbula derecha mandandolo al piso.

—¡No hables de ella! —le escupo con furia.

—Y ese es el sonido de la llegada de mi querido hermanito —dice una voz dentro de la casa que reconozco casi al instante —¿Verdad Schein? —dice Mahinus.

Abre la puerta por completo y saluda a mamá mientras la invita a pasar, después de que mamá esté dentro, viene y me estampa un puñete en la mejilla derecha.

—¿¡Pueden parar de una puta vez!?—dice mi madre saliendo rápidamente apartando a Mahinus —¡Mahinus entra! —le ordena mi madre.

—Esto no se ha terminado, maldito asesino de mierda —me dice susurrando cerca a mi cara.

—¡Mahinus, que entres de una puta vez! —insiste mi madre.

Mahinus entra y sigo a mamá a la sala mientras Lucifer me sigue a mí y... mis ojos se encuentran con mi hermano del medio sentado en uno de los muebles.

—Y llegó el ingrato asesino —dice mirándome —con su perro faldero lame huevos —dice riendo y mirando a Lucifer —de verdad nose a quien odio más —se incorpora —a ver, déjenme pensar —hace un gesto pensativo con un dedo en su barbilla —¡Bingo! —dice riendo —los odio a los dos, pero tú —dice señalándome —tú eres al que más odio le tengo, ¡Felicidades! —dice levantándose del mueble, se acerca a mi y me susurra —te ganaste un tercer puñete maldito hijo de puta —y me estampa el tercer puñete en la misma noche, ¡Vaya! es un récord.

—¡Angel!, ¡Hijo de la fregada, lárgate de la sala! —dice mi madre.

—Me largo, jódanse todos —dice yendo hacia donde supongo que es su cuarto.

—Mañana amaneceré muy amoratado
—digo casi riendo, intentando calmar las aguas, entiendo la furia de cada uno.

—¡Si es que amaneces! —dice Angel y volteo los ojos y suspiro.

Me despido de mi madre y me dirijo a mi cuarto, me sorprende que después de siete años siga recordando donde queda y cuando llego, suspiro antes de abrir la puerta, y llega mi segundo recuerdo en la noche...

Siento como se me está acercando queriendo besarme, y joder, claro que también quiero hacerlo, pero vamos, que nos llevamos como por cuatro o cinco años, no la quiero cagar, ni con ella, ni con sus papás, no lo merece, no ella.

—No —digo alejándome.

—¿¡Por qué no!? —espetó ella con furia, no era la primera vez que la ilusionaba, y lo reconozco, pero no puedo, solo no puedo —¡Tus jueguecitos de mierda ya me están cansando! —dice separándose de mí y parándose bruscamente —¡O me quieres o no, pero te decides de una puta vez, por que yo no voy a ser tu pendeja que viene cada vez que quieres o te arrepientes, maldito cabrón!.

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