Was kann schon

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Capitulo 18.
Penúltimo capítulo

Siento la garganta seca, la luz que se asoma por la ventana llega de golpe a mi rostro y mis ojos se entrecierran. Me enderezo en la camilla y veo a mi derecha, pero el ramo de rosas marchitas que creí ver, ya no están.

Estoy sola...
En una habitación...
Yo... sola...
Piensa en otra cosa, deja de ser tan inútil, tan débil.

Piensa en otra cosa... Piensa en otra cosa... Piensa... La puerta se abre.

—Despertaste...—Greteld viene apresuradamente a abrazarme y yo le correspondo el abrazo... la amo tanto, todas las personas deberían tener una amistad como la que Greteld me da.

—¿Cómo te sientes?—Se separa y se sienta en la camilla, frente a mí.

—La verdad... confundida—río irónicamente e inhalo.

—¿Quieres hablar de eso?—dice casi en un susurro.

—De nada sirve posponerlo...—me sincero—A menos que cambiemos de vida—Ella y yo reímos débilmente.

—¿Dónde está él?—ella ya sabe a quién me refiero.

—Él no ha dormido bien en esta semana...

—¿¡Semana!?¿¡Llevo inconsciente una semana!?

—Y tres días...

—¿¡Y TRES DÍAS!?—Esto tiene que ser una broma, esto no puede ser cierto, mi trabajo, tengo una vida.

—Lo resolveremos Lis, solo debes estar tranquila y tener la cabeza fría en todo momento.—Hace una pausa y me quedo pensando en que se supone que diré en el trabajo, sin duda ya me han de haber despedido. ¿Qué mierda estoy hablando? El trabajo es lo de menos.

—Mis hijos...—Mi sonrisa aparece involuntariamente.—Mis pequeños están vivos, quiero verlos, quiero encontrarlos... debemos encontrarlos Greteld, por favor...—Las lágrimas de alegría salen de mis ojos y abrazo por segunda vez a mi mejor amiga.

—Tranquila... desde que se enteraron que tus hijos están vivos no han dejado de rastrearlos,—Se separa de mí y me vuelve a ver a los ojos—Hemos intentado contactar con la policía, pero al parecer Falsch tiene bastante poder en Baviera y ellos dicen que necesitamos demasiadas pruebas, y eso que ya les hemos presentado bastantes, pero nada. Los papás de Schein han contratado a detectives profesionales para encontrar a tus hijos, los vamos a encontrar Lis, te lo prometo.—Por fin tendré a mis hijos, mis pequeños... tendrán que... ¿Siete años? Dios, quiero hacer de todo con ellos, quiero llevarlos a conocer tantos lugares, por fin no me sentiré una inútil, voy a salvar y a recuperar a mis hijos así me tenga que morir en el intento.

—¿Qué te ha dicho Schein sobre eso?—Me preocupa que quiera llevarse a nuestros hijos con la excusa de recuperar el tiempo perdido.
—Schein está eufórico, cuando se enteró se aisló de todos y cuando regresó lo único que hizo fue quedarse en este hospital y verte dormir.

—Por cierto... ¿Qué fue lo que me pasó? Mi mente no dejaba de traer recuerdos y la cabeza me dolía a tal punto de querer explotar.—Todos los recuerdos fueron con los Neumman en general, con Ángel, Lucifer, Ethan y Mahinus, pero más con Schein... los recuerdos con él no dejaban de repetirse en mi cabeza como un disco rayado.

—Dijeron que tuviste una especie de shock combinado con un ataque de pánico, no dejabas de gritar el nombre de Schein y llorar.

—Okay, estaba mal, pero qué vergüenza, juro que me va a dar un ataque al corazón y mi rostro lo confirma. Mi cara se pone roja como un tomate y Greteld empieza a reírse mientras oculto mi rostro entre mis manos.

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