"Contigo aprendí". (Danitty)

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Daniel Valencia siempre fue catalogado como una persona fría, arrogante y calculadora, pero eso era tan solo una máscara social, lo que a él le gustaba proyectar.

Pero todo era distinto cuando estaba con su familia, ellas eran las únicas que podían decir que lo conocían perfectamente en sus distintas facetas, pero sobretodo, en su parte amorosa, divertida y protectora.

Para Daniel, su esposa, sus hijas, el pequeño que venía en camino y sus hermanas, eran su todo, no concebía su existencia sin sus presencias.

Hace 7 años cuando todo estaba a punto de cambiar para él, se hubiera reído de lo que ahora estaba viviendo, le sonaría como un chiste muy bobo, pero ahora es lo mejor que le ha pasado.

Cuando conoció a la poco agraciada, pero brillante asistente de Armando, jamás imaginó la importancia que está tendría, ciertamente el intelecto de la joven le parecía cautivante puesto que jamás había conocido a una mujer similar.

Ahora que lo analizaba con detenimiento su apariencia física de ese momento no hubiese sido un total impedimento para acercarse a ella, sino más bien la incondicional que le profesaba a Mendoza y que por consecuencia atraía la mala relación con su hermana.

Aquel drama en el que encontró el amor se veía tan lejano y ajeno, incluso como si recordará una película que había visto en la adolescencia o una novela romántica que sus hermanas acostumbraban leer para después contarle.

Le parecía increíble que estuviera a punto de cumplir 6 años junto a su Betty y 5 años de un feliz matrimonio que como resultado le había regalado a sus dos pequeñas Ana y Julia Valencia Pinzón además del bebé que venía en camino.

Mientras todos esos pensamientos inundaban su mente, sus manos acariciaban la espalda de Beatriz, ya que sabía que era lo que más la calmaba después de un tenso día de trabajo.

Se levantó lentamente del sofá donde estaban acurrucados y se acercó al reproductor que tenían en casa, ante la mirada confusa de su esposa.

En ese momento comenzó a sonar la canción favorita de ambos, SU canción, la primera que bailaron como novios y como esposos en la fiesta de matrimonio.

- Señora Valencia, ¿Le concedería esta pieza a su esposo que tanto la ama? - dijo Daniel, mientras le hacía una reverencia extendiéndole su mano.

- Por supuesto, Señor Valencia - respondió Beatriz, con una gran sonrisa plasmada en el rostro, mientras tomaba su mano, era algo que le encantaba de él, sus repentinos arranques románticos en los momentos precisos.

Y así comenzaron a bailar, despacio, en la tranquilidad que su amor le proporcionaba, en la comodidad de los brazos del otro, encerrandoce en una burbuja donde nada les perturbaba, Daniel le cantaba al oído en un susurro.

Contigo aprendí
Que existen nuevas y mejores emociones
Contigo aprendí
A conocer un mundo nuevo de ilusiones.

Aprendí
Que la semana tiene más de siete días
A hacer mayores mis contadas alegrías
Y a ser dichoso, yo contigo, lo aprendí.

Contigo aprendí
A ver la luz del otro lado de la luna
Contigo aprendí
Que tu presencia no la cambio por ninguna.

Aprendí
Que puede un beso ser más dulce y más profundo
Que puedo irme mañana mismo de este mundo
Las cosas buenas, ya contigo las viví.

Y contigo aprendí
Que yo nací el día en que te conocí.

Al terminar, se fundieron en un beso tierno y delicado, que poco a poco fue subiendo se intensidad, ambos habían conservado la misma pasión de la primera vez, durante los años.

Instintivamente comenzaron a caminar hacia su habitación, para hacer el proceso más corto, Daniel alzó a Betty haciendo que ella enroscara sus piernas en su cadera.

Al llegar él se sentó sobre la cama, comenzando a desprenderse de la camisa que cubría el cuerpo de su esposa, comenzando a dejar besos, desde su cuello hasta sus pechos, donde el sostén los dejaba expuestos, mientras ella enredaba sus dedos en la cabellera de su marido, empezando a mover sus cadera de atrás hacia delante, rozando los sexos de ambos, aumentando la excitación que se acrecentaba como el fuego.

Se deshicieron de todas las prendas que impedían el delicioso roce de sus pieles, iniciando la exploración de sus cuerpos, a través de sus besos y caricias.

Enlazandose en el vaivén de sus cuerpos en unísono en una perfecta danza hasta el alba, impregnandose de sudorosos gemidos, entregándose a los brazos del placer y a la satisfacción de sus almas que también se unían, volviéndose una sola en el éxtasis de sus anatomías.

Habían terminado de llegar a un explosivo orgasmo, Beatriz se acunó sobre el pecho de Daniel bostezando, pues su cuerpo comenzaba a pasarle factura por el tremendo esfuerzo que habían hecho.

- Te amo, Beatriz Pinzón Solano, contigo aprendí a ser feliz y no cambiaría tu presencia por ninguna, te amo más de lo que imaginas -

- Yo te amo mucho más, Daniel Felipe Valencia, contigo aprendí a conocer nuevas ilusiones y emociones, te amo demasiado -

Se dieron un corto, pero dulce beso, quedándose dormidos abrazados, esperando al nuevo día y las aventuras que traiga consigo, pero seguros que nada los separaría, por qué su amor es indestructible.

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Aquí les dejo dos capítulos para tratar de compensar la desaparecida. En el multimedia les dejé una foto que yo misma edite, me gustaría saber sus opiniones, a ver si me quedo bien o no.

MayraPelaez espero que sea de tu entero agrado, nuevamente perdón por la demora, espero haber alcanzado tus expectativas, muchísimas gracias por leer ❤️.

Los quiero, tomen agüita, usen cubrebocas, cuiden su salud física y mental, nos leemos pronto ❤️✨.

Pd. Trataré de no perder tanto. Chao

One Shots   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora