Mientras avanzaba por ese pasillo mi mente se llenaba con el recuerdo de la primera vez que la vi, cuando me encontré con sus preciosos ojos marrones que me enviaron a un nuevo universo, donde cada estrella hacia parte de el brillo espectacular que emanaban.
Me perdí tanto en detallar cada parte, cada color, cada fulgor que encontré en sus ojos que no tuve noción de el momento en que me encontraba parada en el altar, hasta que la voz de Armando me saco del trance.
- Marce ¿Estás bien? - me pregunto en un susurro, de forma disimulada para que nadie notará el estado en el que me encontraba. Yo solo asenti de manera imperceptible a simple vista.
Escuché como el sacerdote comenzaba la ceremonia, después de eso dejé de poner atención, mis pensamientos volvieron a centrarse en ella, la alegría que me daba verla reír, la ternura que me causaba su torpeza, su inteligencia que me vislumbraba y sin duda las noches donde su cuerpo me dejaba caer en las llamas infernales del insaciable deseo, para luego elevarme por el cielo de sus caricias, de sus besos, finalizando con la gloria que alcanzabamos en la cúspide del placer.
Nuestra historia parecía sacada de la ficción que crean la brillantes mentes de los escritores, solo que esta no tendría el final feliz que todos los espectadores esperan.
En ese instante el sacerdote irrumpió en mis cavilaciones con la pregunta de la cual dependía mi destino, mi felicidad.
- Marcela Valencia ¿Acepta por esposo a Armando Mendoza prometiendo amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?- interrogó con total seriedad que para mí era como un juez que dictaba una severa sentencia a un imperdonable crimen.
Estaba a punto de aceptar pero la reminiscencia de mi padre azotó mi cabeza con una de las últimas conversaciones que tuvimos.
- Marce, mi pequeña, no olvides que nunca será demasiado tarde para luchar por aquello que te haga feliz y que sea importante para ti, sobre todo si se trata del amor - podía oír su dulce voz claramente como si lo tuviera a lado. Es lo que necesitaba escuchar para armarme de valor.
- No - respondí segura de la decisión que estaba tomando, las miradas expectantes cambiaron a unas de asombro, volteé aver a Armando que están con los ojos como platos, en el fondo sabía que el deseaba lo mismo - Perdoname Armando pero no puedo casarme contigo, tengo que irme - exclamé alarmada al pronunciar la última frase pues recordé la hora del vuelo,- tengo un poco menos de media hora para alcanzarla - pensé, - No te preocupes Marce, vete - dijo con un tono calmado acompañado de una leve pero tierna sonrisa.
Salí corriendo ante las miradas de los invitados que denotaban confusión, me monte en mi carro y comencé mi recorrido hasta el aeropuerto a una velocidad considerable, lo único que quería era decirle que la amo.
Al llegar pude verla en la fila a punto de entregar su boleto para abordar, avancé lo más rápido que logré hacerlo arrebatándole el boleto de las manos, ella tenía la cabeza hacia abajo con la mirada fija en el suelo, volteo a verme enojada pero cuando vio que era yo su expresión cambio a desconcierto total.
-¿Marcela? ¿Pe-pero...no-no...ibas a...? ¿Y la boda? - preguntó tartamudeando por la sorpresa soltando aire que había retenido.
- Si soy yo, olvida eso ya nada que tenga que ver con eso es importante, solo tú, perdoname mi amor, fui una estúpida por no entender antes que mi vida sin ti no vale nada - respondí mientras tomaba su brazo apartandola de la fila mientras que con la otra tomaba su mejilla.
Ella estaba petrificada e inexpresiva tenía miedo que reaccionara mal, que me rechazara pasaron unos segundos cuando se abalanzó sobre mi abrazándome, dejando caer sus lágrimas.
- Pensé que tendría que resignarme a vivir sin ti, tuve mucho miedo - escucharla decir eso en medio de sollozos con la voz cortada me partió el corazón ¡Vaya, que idiota soy! No merezco ninguna de sus lágrimas.
Levante su rostro dulcemente, limpie sus lágrimas cuidadosamente, haciendo que me viera directamente a los ojos.
- Mi vida de ahora en adelante te prometo que nunca más volverás a tener miedo, ahora soy yo quien te pregunta ¿Quieres escaparte conmigo? escapemos de la sombras en las que nos amábamos, quiero que todo el mundo se enteré que te amo y que eres mía, mi Betty ¿Quieres casarte conmigo? Te prometo que te llevaré a Francia de luna de miel - me tomé el atrevimiento de bromear un poco al final.
Betty soltó una pequeña risa mientras su mirada se iluminaba
- Si mi amor, si quiero escaparme contigo, si me quiero casar contigo y si quiero que me lleves a Francia, en definitiva lo quiero todo contigo -No pude contenerme más y la besé, probar sus labios, su dulce saliva me devolvió el alma, el corazón, en fin la vida misma.
El futuro a partir de ahora es incierto pero sé que si ella está a mi lado tomando mi mano, podré luchar contra el mundo entero y salir victoriosa, sin importar nada ni nadie más que nosotras dos.
Y como una vida no es suficiente para amarla juró buscarla en la siguiente.
Espero que les guste esta segunda parte, gracias por el apoyo que me han brindado🥺.
Cuídense mucho, usen cubrebocas y tomen awita. Los quiero❤️.
Nos leemos pronto✨.
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One Shots
FanficHistoria cortas de distintos ships de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea (Marcetty, cataxbetty, etc) Los personajes son autoría de Fernando Gaitán. Q.D.P Derechos reservados Canal RCN