One Shots

Volver Marcetty

Aunque no lo aceptes Susana déjalas que se despidan y que cierren este ciclo, tendrán demasiado tiempo para olvidarse, seguramente cuando Marcela regrese ni siquiera se acuerde de el nombre de la muchachita- Julio Valencia sabia que eso no era cierto pero al menos quería darle la oportunidad a su hija de despedirse de su primer amor, a fin de cuentas era su primer corazón roto.

Y efectivamente en la sala de aquel aeropuerto dos jóvenes enamoradas se despedían, dos corazones se ahogaban en dolor al ser separados pero que mantenían la esperanza de tener un futuro donde no importara nada más que ellas, deseando que la vida se compadeciera de su sufrimiento y les diera la oportunidad de cumplir todos los sueños que habían escrito en aquella lista que hicieron la primera vez sin pensarlo habían dicho "te amo" a la misma vez.

- Cuando regrese lo primero que haremos es ir a la playa en aquella combi que tanto nos gusta ¿Okey? - dijo Marcela con la voz quebrada separándose un poco del abrazo solo para juntar sus frentes, Beatriz tan solo asintió con la cabeza y una sonrisa triste apareció en su rostro, la ojiverde se acercó lentamente hasta que dejó un suave beso que ambas sentían como una daga al corazón.

La madre de Marcela al verlo se enfureció - Marcela, hora de irnos- comentó secamente para que se separaran, - Ya voy, mamá- respondió fríamente pues sabía que la responsable de todo esto era ella.

-Te amo - susurro Betty retomando el abrazo aferrándose a Marcela - Yo más, te prometo que volveré y seremos muy felices- Contestó separándose lentamente de su amada para tomar sus maletas - No me olvides, mi amor - habló por última vez mientras caminaba hacia la sala de abordaje, -Nunca- respondió al verla desaparecer por aquellos pasillos.

Cada una había seguido con su vida, conocieron nuevos lugares, amigos, salían a divertirse, disfrutaron de la vida y porqué no también habian teniendo nuevos amores pero en el fondo sabían que solo eran mentiras, diez años habían transcurrido desde la última vez que se habian visto, pero la vida, el destino o un ser supremo sabían que su destino era estar juntas y ese dia que se cumplia un año mas de la partida de Marcela sus miradas se volvieron a encontrar, las mariposa en el estómago volvieron a revolotear y esa corriente eléctrica que les atravesaba el cuerpo cada que estaban juntas volvió a encenderse.

- Volviste - hablo Betty rompiendo el silencio

- Sí, ¿Crees que sea buen momento para ir a la playa en combi? - respondió Marcela con una gran sonrisa pues solo necesitaba esa pequeña señal para saber que ella no la había olvidado.

-Yo creo que es un buen momento para ser felices- comentó con ese brillo especial en sus ojos, aquel que había desaparecido cuando ella se fue.

Así sin pensarlo emprendieron su aventura, empezarían a vivir y cumplir esos sueños que se les habian negado cuando solo eran unas adolescentes. Solo dejaron una pequeña nota sus padres, pues no dejarían que ellos volvieran a interferir.

Mamá, papá:

No se preocupen por mí, no regresaré pronto, me he ido con "la loca" que no he dejado de amar.

Los ama su hija.

Doña Julia y don Julio estaban tranquilos por sus hijas a fin de cuentas lo único que importaba era que ellas fueran felices no importaba a lado de quien estuviera esa felicidad. 

En una playa en Cartagena de Indias dos almas se reconocieron, dos corazones se reencontraron sintiéndose libres de amar, solo eran ellas jurándose amor eterno teniendo como testigo el mar y el atardecer.