Está científicamente comprobado que el cerebro humano procesa imágenes en tan solo trece milésimas de segundo y, generar un pensamiento nos cuesta solo ciento cincuenta.
Sin embargo yo estaba siendo la vergüenza de mi especie, porque llevaba tres minutos exactamente mirando el mismo plato sin entender nada.
¿Por qué debía comer eso?
—No estoy entendiendo muy bien— me froté las sienes mientras mi estómago rugía por tercera ves desde que me senté, haciendo acto de obvia presencia— ¿Por qué cenamos puro vegetal?
Mi cuerpo pedía carne, un maldito bistec encebollado. Quería hincharme
con calorías sin importarme una mierda la rutina del gimnasio al día siguiente.Lauren parecía disfrutar mi rostro que de seguro fue un poema. Sabía que esa bastarda no había terminado su guerra.
—Mila, es bastante saludable, además Lau estaba tan emocionada porque lo probáramos— la que tenía una cara de víbora maldita y sin escrúpulos puso rostro de puberta inocente.
¡Que odio!. Parecía los poseídos de las películas que se hacen los exorcizados pero tienen un demonio metido más profundo que un DIU.
—No te preocupes Shawn, entiendo que no quiera probarlo, no me quiere ver por la cocina— estaba rabiando por dentro, y sus ojos solo brillaban por toda la maldad que tenía en el interior. Mi novio me miró como reprochándome. Casi pude oírlo hablándome.
—No es cierto, es solo que no sabías usar algunas cosas y tenía miedo de que pudieras lastimarte— me justifiqué utilizando su truquito de la inocencia.
Oh créeme Jauregui, en ese juego siempre seré mejor que tú.
No entendía en que momento de mi vida pasé de sentirme hastiada de mi relación a sentirme hastiada y estúpidamente molesta con la mujer que estaba frente a mi.
Ambos me miraban expectantes y yo suspiré profundo, mis padres siempre decían que yo era un poco infantil en ese sentido, pero la grandísima verdad es que el noventa por ciento de todas las verduras no me interesaban.
Vamos, que no las tocaba ni con un puto palo.
Y sin embargo ahí estaba, abriendo la boca y metiendo en ella toda esa serie de cosas que me hacían sentir como un animal.
Me quedé estática con las mejillas llenas de comida, mirándolos a ambos.
No estaba tan mal, de hecho, sabía muy bien.
Agité la cabeza, solo podían ser ideas mías, exacto, seguía añorando una buena hamburguesa.
Solo había sido mi cuerpo de traicionero, todo regresaba a a la normalidad en cuanto reinicié mi paladar con un trago de agua.
—Muy bueno— comenté asintiendo repetidas veces pero le estaba regalando una mirada muy fija a ella para que supiera que la broma no me había gustado—¿Ahora también quieres matarme del hambre?— le solté, no pudiendo contenerme.
No podía permitirle que se meta con la comida de esa manera. Para una cosa que me daba felicidad no iba a dejarla que jugara con ella como con todo lo que toca.
Aunque ya yo había jugado con ella, esa sólo era la venganza.
—No, que va, puedes ir y prepararte unas salchichas, pero eres tan sumisa que temes que mi hermano te diga algo— abrí la boca hasta casi dejar caer mi mandíbula, increíble.
¿Cómo se atrevía a decirme gobernada en mi propia cara?
—Estoy esperando a que ambos se duerman, voy a hacer una hamburguesa con tu bola de pelos y te la voy a servir mañana en el desayuno— hizo una mueca de dolor como si el horroroso pensamiento de verdad hubiera pasado por su cabeza.
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Shameless (Camren)
FanfictionLa historia📚 de la princesa👠 que dejó al príncipe👑 para ir a quemarse en el fuego 🔥 del dragón🐉. Esta es mi historia de amor, la historia de amor más extraña, complicada e inusual del mundo. No por el hecho de ser una chica que se enamoró de...