Chris Evans. |One Shots, Imaginas|

3. Steve Rogers- Bucky Barnes

_____ caminó por toda la torre buscando a sus mejores amigos, uno de ellos era una leyenda, un hombre increíble, un rubio perfecto y hermoso que nunca dejaba que nada lo venciera. El otro era su mejor amigo, apuesto e igualmente perfecto, pero ahora tenía un brazo de Vibranium, gracias Wakanda.

—Hey, ____ ¿a quién buscas? —le preguntó Stark caminando por la torre, solo que él estaba en busca de Peter.

—Bucky y Steve, ¿los haz visto? Hoy toca que visite a Zemo y alguno de los dos debería llevarme, pero... no los encuentro.

Tony bufó. No le gustaba que una de las mejores del equipo fuera a visitar a prisión al culpable de una pelea grave. Pues, aunque había perdonado a Bucky, no le perdonaría al tipo haberlos dividido.

— ¿Por qué lo visitas, ­­­_____?—Preguntó de nuevo, pero esta vez miraba el mensaje que tenía en su celular.

—¿Por qué querías firmar los acuerdos, Tony? Sé que mucho de tu decisión va en el chico que murió en Sokovia... bueno, yo visito a Zemo porque odio lo que le pasó a su familia. No quiero que piense que está solo.

Tony asintió, pero seguía sin entenderla del todo. Zemo había culpado a Bucky, Zemo había hecho que él y Steve pelearan gracias al video de la muerte de sus padres, Zemo... todo él solo. Y _____ no quería que él se sintiera solo, tal vez Tony no entendía que aquella latina jamás lo vio como un villano, solo como alguien roto por dentro, igual que Loki.

—Por cierto, Ojos raros—dijo haciendo referencia a su habilidad de cambiar los ojos de color cada que quisiera—, el capipaleta y el soldado zombie están con Strange en la azotea.

El rostro de la chica palideció. Strange los visitaba una vez a la semana, y últimamente _____ lo había estado evitando, pues había un secreto que él no debía saber, pero que ya sospechaba.

—¿Qué hace él aquí tan temprano? —Le preguntó a Tony, pero este solo se encogió de hombros.

Cuando el secreto de la chica comenzó a ser sospechado por el doctor, ella le pidió que fuera a verlos los lunes, así, cuando él llegara, ella estaría en su visita semanal con Zemo, y no la vería, ni a Steve, ni a Buck.

—Pues, dijo que sabe que visitas al loco, y quería hablar contigo, pero, se topó con ellos antes. Deberías alcanzarlos.

Ella asintió y comenzó a correr hasta arriba.

Amaba a los vengadores, amaba su vida, y por eso ese secreto no debía saberse. Nunca fue su intención mentirles, no quería hacerlo, pero... no tenía opción. Si quería quedarse, debía evitar que Strange hablara.

­—Doc—habló refiriéndose a él, pues así lo llamaba ella, de esa forma cariñosa, aunque, hace poco dejó de hacerlo—, Tony me dijo que me buscabas.

El hechicero se alejó de ambos solados para acercarse a su alumna favorita.

—Hola, ____. Vine para enseñarte lo de medicina como pediste, pero, desde hace tres semanas te estás alejando y me estás evitando, ¿qué pasa?

Ella miró al suelo.

—Sabes lo que pasa, Stephen —Strange sintió como algo en su interior se encogía cuando lo llamó por su nombre y por el apodo que le había puesto.

—No, no lo sé­—no estaba seguro, mejor dicho—. ¿Quieres contarme algo?

Sus ojos se humedecieron. Aunque sabía que nadie debía enterarse, se moría por contarle a alguien su angustia. Miró su reloj, ese que siempre llevaba en la muñeca.