35. Steve Rogers.

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Steve estaba algo nervioso, después de todo, ser el nuevo guardaespaldas de la hija de uno de los hombres más importantes lo ponía nervioso. Steve habló con Tony sobre un trabajo extra, uno que no fuera aburrido, pero tampoco tan activo como el ser vengador. Necesitaba un poco de calma, aunque no del todo. 

—Buenos días, capitán—saludó una chica joven de cabello rubio, llevaba ropa informal, unos jeans y una blusa rosa—. Soy Michelle, ayudo a limpiar la casa, mi turno ha terminado, pero, el señor y la señorita lo esperan en la sala, es entrando directamente a la casa. 

Él sonrió.

—Gracias—dijo y entró. 

Justo en frente, vio al padre de la chica, lo conocía, el señor James, tenía el mismo nombre de su amigo, y se veía imponente de verdad. 

—Hola, capitán. Bienvenido, pase por favor. 

Luego de saludos formales y de presentarse de forma adecuada, el señor James comenzó a explicarle a Steve sus responsabilidades. 

—Bueno, capitán. Debe cuidar de ____, puede estar algo alejado de ella, usted será como su segundo guardaespaldas, ella ya tiene a uno, su nombre es Nicolás, serán compañeros, espero que se lleven bien, de verdad. Si un hombre se le acerca a mí hija y ella muestra incomodidad, lo apartan, si un chico, por más joven que sea hace lo mismo, lo apartan, no importa la edad, capitán Rogers, no quiero que toquen a mi hija. Ahora, cuando salga con amigos deben ir con ella, y tener en cuenta que ella merece espacio, vigilen que nadie ponga nada en su bebida y cuiden de su vaso. Tienen armas, ambos. El auto está disponible siempre, y no se preocupe por ser chófer, ____ sabe manejar y puede ir sola a ciertos lugares que Nicolás le explicará, aunque, en realidad no la deja sola, nunca. 

Steve asintió, estaba poniendo toda la atención posible. 

—Los días libres de Nicolás son los sábados y domingos, usted, por lo tanto, debe trabajar esos días, pero, por lo que me ha dicho, sólo quiere un descanso los viernes, así que, eso queda aclarado. Debe tener mi número y el de mi hija por cualquier cosa. Ella no bebe alcohol, así que no se preocupe. Creo que por ahora es todo, ya sabe que dormirá aquí y demás, a menos que mi hija le indique que se vaya a su casa, usted no sólo trabaja para mí capitán, también para mi hija, mucha suerte. 

Se dieron la mano, y luego de que Steve aclarara que no había dudas, comenzó a caminar hacia la habitación de _____. Tenía un poco de temor a que fuera caprichosa o algo parecido, pero, debía arriesgarse, él decidió tener esa pequeña distracción. 

Tocó la puerta del cuarto de la chica, James se retiró por temas del trabajo, así que dependía de Rogers el presentarse. 

Pronto, la puerta fue abierta por una joven de cabellos castaños y ojos marrones. Llevaba un short de mezclilla y una camisa a cuadros de color roja. 

—Capitán Rogers—murmuró asombrada—. ¿Nadie lo ha atendido? Dioses, lo siento mucho. ¿Quiere algo de agua? 

De inmediato sonrió. 

—Gracias, ya me atendió su padre, de hecho, ya se fue. Vine para que me conociera. 

Ella asintió. 

—Oh entiendo. Mucho gusto, soy _____ Porter, es un placer conocerlo. 

—Steve Rogers. 

Se dieron la mano, y la de ella era tan cálida...

—Bueno, capitán, sé que será mi guardaespaldas así que, bienvenido sea. ¿Quiere jugo, refresco, algo? Tenemos casi de todo. Sólo dígame que necesita, ahora mismo Michelle ya se fue, pero, yo puedo atenderlo en lo que se le ofrezca, Capitán. 

Chris Evans. |One Shots, Imaginas|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora