Bulma ya no tenía agujetas, pero si sentía adolorido algunas partes de su cuerpo, especialmente los brazos y los hombros. Habían pasado varios días desde que Vegeta la dejase excitada y sóla en la máquina de gravedad, pero el efecto aún persistía en su cuerpo. Estaba molesta con el Saiyajin, no solo porque le costó casi una hora alcanzar el dichoso mando para apagar la máquina, sino por haberse atrevido a dejarla en ese estado. Así que llevaba días ignorándolo, aunque empezaba a sospechar que no estaba obteniendo el resultado deseado. Sin ella para molestarle o pincharlo, Vegeta se pasaba el rato entrenando en la máquina, había vuelto a sus hábitos de pasarse encerrado casi las 24 horas ahí dentro, así que era preciso que Bulma cambiase de táctica. Eso es lo que pensó, sentada en su cama con las piernas cruzadas. Acababa de ducharse, y estaba pensando en que ponerse, y sus pensamientos habían volado hacía el "Príncipe" como decía ser él. ¿Sería verdad? Ojalá Goku recordase su tiempo en el planeta Vegeta, así podía contrastar todo lo que Vegeta le contaba. Aunque, tenía que admitir, que la actitud del Saiyajin era totalmente principesca, esa seguridad y orgullo que se gastaba, sólo podía ser de alguien que lo ha tenido todo, que estaba por encima de todos. De todas maneras, había aprendido su lección, nunca más meterse con el estatus de Vegeta, pensó mientras se sujetaba el hombro y movía el brazo para desentumecerse. Ahora él le debía un masaje a ella.
Se levantó hacia su armario, soltando resoplidos cada vez que pasaba de una prenda a otra. Quizá había enfocado mal todo el asunto de "vengarse" de Vegeta, porque al final le estaba dando lo que él quería, que era vivir para entrenar. Debería volver a su táctica de "acoso y derribo", y para eso tenía la ropa perfecta.
Bulma se encaminaba hacia la máquina de gravedad con una nueva confianza sobre sus hombros. Al final había elegido ponerse un top azul que resaltaba bastante sus pechos, y unos shorts blancos para poder enseñar sus largas piernas. Vegeta no iba a saber por dónde le había venido el golpe. Bulma repasaba mentalmente el diálogo que tendrían, y como básicamente el Saiyajin iba a echarse a sus pies en cuanto la viese. Estaba a punto de sacar el dispositivo que abría la máquina cuando estaba siendo usada desde dentro, cuando una voz familiar, y que pensaba que no escucharía en un tiempo, le llamó.
- ¿Bulma?.- le llamó un Yamcha algo confuso. Él también había llegado con su propio plan de ataque, que se había desmoronado en cuanto vio lo guapa y sexy que se encontraba la mujer peliazul.
- ¿Yamcha?.- Bulma miró de reojo a la máquina de gravedad. Lamentándose que sus amigos pudiesen entrar tan fácilmente por su casa, que no era la primera vez que le arruinaba sus planes. Se encaminó hacia el muchacho, pues prefería que Vegeta no les viese juntos, no desde lo que le contó lo sucedido en la fiesta, temía por la salud física de Yamcha.- ¿Qué haces aquí?
- Yo... yo venía a hablar contigo, de buenas... .- murmuró el muchacho algo sonrojado.- Estas muy bonita.
- Gracias.- murmuró Bulma echando un vistazo por última vez a la máquina de gravedad antes de soltar un suspiro.- Bueno, vayamos dentro.
Probablemente Yamcha hubiese esperado que Bulma lo llevase a su cuarto para hablar, pero debido a sus últimos encuentros prefería un lugar algo más "público". Aprovechó una de las lecciones de su madre, de siempre servir un refrigerio a los invitados, y acabaron sentados en la mesa de la cocina. Bulma estaba impaciente, se notaba por como balanceaba una de sus piernas sobre la otra en su cruce de piernas. A Yamcha le costaba mucho arrancar, y ella tenía cosas que hacer. Empezó a tamborilear sus dedos sobre la mesa cuando el chico se tomó su tercer sorbo de la bebida, pero aún no había dicho nada.
- ¿No venías a hablar?.- preguntó Bulma finalmente
- Eh, ah, sí.- volvió a beber.- Verás, he venido sobre todo a disculparme.- dijo finalmente.- No me he comportado correctamente contigo, especialmente la última vez, y lo siento.
ESTÁS LEYENDO
Misterio de Amor - VegetaxBulma
Fanfiction¿Cómo un Príncipe Sayajin despiadado pasó a formar una familia con una bella científica?. ¿Cómo pudo la científica perdonar todos los errores del Príncipe?. Esta historia nos cuenta como surgió la relación entre Bulma y Vegeta, y como surgió el amo...