Misterio de Amor - VegetaxBulma

Susto

- No tiene sentido.- se quejó Vegeta a lo que Bulma le respondió con una carcajada.

Caminaban juntos, uno al lado del otro. El Saiyajin, quería evitar tentaciones, o que la mujer peliazul lo enganchara, así que llevaba las manos metidas en los bolsillos de su pantalón amarillo. Aún no sabía que le había hecho ponerse la camiseta rosa de "Bad Man", si nunca le gustó. Una voz muy pequeña y a la que ignoraba deliberadamente le decía que era porque era la primera ropa que "ella" le había dado. No sabía porque le había dado por complacer a la mujer en tanta desmedida. Si, ella había colaborado enormemente en su conversión en Super Saiyajin, pero si algo era no era la raza guerrera, era agradecida. Ellos simplemente tomaban lo que querían, ni pedían permiso ni pedían perdón. Y en contadas ocasiones daban las gracias.

- No está hecho para que tenga sentido.- comentó Bulma.

Ella también se había decidido por un look del pasado, aunque había sido más una prueba para sí misma. Quería ver si todavía le valía la ropa de hace unos cuantos años. Por eso había optado por sus pantalones negros de pitillo, que le quedaban algo ajustados pero bien. En la parte de arriba llevaba una simple camiseta blanca de cuello redondo, que no era tan escotada como otras que tenía, para que no dijera Vegeta que iba seduciéndolo con sus "cosas de mujer". Lo único especial que tenía la camiseta era el logo de la compañía, que nunca está de mal hacer publicidad. Como no había elegido un plan "formal", llevaba unos zapatos negros de punta con apenas tacón, no se fuera a sentir tampoco su majestad acomplejado por la altura.

- Pero los dos cabían en la tabla.- dijo frustrado Vegeta, y Bulma volvió a reír. Se había arriesgado mucho eligiendo una película romántica para ver con el Saiyajin, pero como acababa de forma trágica pensó que podía gustarle.

- Bueno, ya viste que lo intentaron.- comentó Bulma aún sonriente.

- Pfff. Solo una vez, eso es rendirse demasiado deprisa.- exclamó Vegeta. Es cierto que al principio se había aburrido un poco con todo eso del "romance", e incluso se sintió bastante incómodo cuando todo eso culminó en sexo. De hecho, en ese momento se quedó muy tenso, y recto en su asiento, no se atrevió a mirar a Bulma hasta que hubieron pasado varias escenas.- Tu eres científica, admite que cabían ambos perfectamente.

- Bueno, se podría averiguar.- dijo bastante divertida con que Vegeta estuviese empeñado en que la pareja pudiera haber acabado junta.- Solo necesitamos un trozo de madera similar, y podemos intentar recrearlo en la piscina. A ver quién se salva.- le picó a Vegeta, incluso le dio un codazo amistoso, lo que hizo que él se pusiera algo rojo y se separara de ella a más de un brazo de distancia.

- No quería decir eso.- volvió a farfullar el Saiyajin.- Sólo que el tipo fue un idiota por morir de manera tan inútil.

- Pero salvarse no era su prioridad, es lo que la película quiere enseñarte.- le intentó explicar Bulma.- Su prioridad es ella.

- ¿La niña rica?

- La mujer que ama.- le corrigió.- Lo único que a él le importa es que la mujer que ama esté a salvo, que se salve de esta gran tragedia. Por eso hace todo lo posible por salvarla, incluso sacrificar su vida.

- Menuda tontería, ¿por qué alguien iba a valorar su propia vida por encima de la de otros?

- Por amor.

- Bah.

- ¿Nunca has estado enamorado? .- preguntó Bulma entre confusa y algo horrorizada ante la posible respuesta de Vegeta. Es cierto que ella, hasta ahora, solo había querido a Yamcha. Pero estaba familiarizada con el sentimiento. Lo había visto en sus padres, en otras parejas, en el cine y la televisión. Pero dudaba que Vegeta hubiese sido expuesto a ese sentimiento.