10. ¡Pervertido!

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Jeon Jungkook era un explorador innato,  disfrutaba mucho de cada viaje que hacía fuera por trabajo o por placer y quedarse encerrado en un cuarto de hotel era algo casi imposible para él, amenos que tuviera una agradable compañía. Y eso era justo lo que deseaba encontrar, así que convenció después de un rato de insistencia a su amigo Hoseok para que lo acompañará por algo de tomar.

— ¿Y? ¿Quién era? ¿Tan rápido se han enterado de tu llegada a Seúl? —interrogó el castaño curioso.

— Así parece, me confirmaron para mañana una reunión con la Gerente de una galería, al parecer quieren ser los primeros en proyectar a G-Dragon aquí en Corea.

El mayor regresaba a la mesa de aquel bar luego de haber salido unos minutos por una llamada. Tomó un sorbo de su bebida cuando vió la graciosa sonrisa que tenía el menor que miraba en otra dirección

— ¿Qué te divierte tanto? No dije algo gracioso...

— Míralas — hizo un gesto con su vaso en dirección a una mesa al otro lado del bar, allí se encontraban dos mujeres, una muy ebria y la otra tratando de levantarla — apuesto a que no podrá ni moverla — dijo Jungkook de manera burlona al ver la forma en la que la pelinegra estaba a punto de renunciar y dejar a la rubia allí botada.

Hoseok se limitó a sonreír, a pesar de la considerable distancia que había entre las dos mesas logró ver la belleza de la joven rubia que, aún dormida parecía un ángel.

—Se va a ir, te lo dije — sonrió triunfante — No, no, espera no me hagas quedar en ridículo ante el caballero dorado, déjala — Jeon narraba todo lo que la pelinegra estaba haciendo — ¡tks! perdí la apuesta — tomó un sorbo de su trago y comenzó a sonreír, le parecía graciosa la expresión que tenía la mujer al llevar consigo otro cuerpo. Su mirada recorrió cada curva de la anatomía de la pelinegra admirando esas largas piernas que lo invitaban a acercarse.

« Tú podrías ser la compañía que necesito... »

—Quita esa cara de pervertido — le advirtió Hoseok con indiferencia para voltear a ver la escena que tenía tan embobado a su amigo. Pestaño varias veces, debía admitir que era una buena vista — bueno supongo que no ésta mal mirar un poco... — Jungkook se levanto depronto —Espera ¿A dónde vas?

El castaño no hizo nada más que sonreírle para luego dejarlo allí y salir del bar justo detrás de las mujeres.

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— Se ve pesada, déjame ayudarte — Antes de que Jungkook pudiera acercarse, la pelinegra que no estaba para nada de humor se alejó llevando en sus hombros a la ebria y pesada rubia.

« ¿Y este?

¿Por qué se está acercando tanto?»

Lalisa alerta de los movimientos del hombre —Gracias, pero puedo sola — contesto con sequedad para voltearse y seguir su camino.

— Calma, no tengo malas intenciones —sonreía Jungkook confiado — solo quiero ayudarte, tu amiga se ve algo pesada — intento acercarse y esta vez logro tomar el brazo libre de la dama ebria para colocarlo en su hombro.

« ¡¿Qué le pasa a este idiota?! »

— ¡¡Oiga!! — la pelinegra grito y comenzó a forcejar con el hombre castaño que quería llevarse a su amiga — ¿Que le hace pensar que necesito su ayuda? ¿No sabe que esto es acoso?— decía mientras sentía como la rabia y el miedo iban en aumento — No necesito su ayuda ¿no escucha? ¡Pervertido! Suelte a mi amiga o... llamaré a la policía.

Mi adorable ¡BRUJA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora