Todos estaban asombrados al ver los escombros; la escena era desoladora. La ciudad, que alguna vez fue un bullicioso hogar, ahora parecía un desierto de ruinas, como si la arena hubiera decidido reclamar lo que alguna vez fue suyo.
Los murmullos llenaban el aire mientras los miembros del grupo se mantenían cautelosos, temerosos de toparse con más Cranks, tras lo que habían vivido la noche anterior.
Camille, que iba al frente de su hermano, se dio cuenta de que este se había detenido. No escuchaba sus pasos y, al girarse, lo encontró perdido en sus pensamientos.
-¿Sucede algo, Thomas? -preguntó, sin importarle que él la había estado ignorando. Los demás se detuvieron al escucharla, ansiosos por averiguar qué ocurría.
-Guarden silencio -fue lo único que respondió él. Camille supuso que había escuchado algo, así que agudizó el oído. -¿Escuchan eso? -inquirió, y todos se concentraron.
Inmediatamente, el sonido se volvió evidente y el pánico se apoderó de ellos. Con rapidez, comenzaron a buscar un lugar donde esconderse. Tuvieron la suerte de encontrar un espacio debajo de unos escombros apilados, donde se metieron, conteniendo el aliento, temerosos de que los descubrieran.
-¿Jamás dejarán de buscarnos, verdad? -rompió Aris el incómodo silencio que los envolvía.
-Eso parece. Esos míseros nunca se cansarán -replicó Minho con ironía.
La tensión se sintió en el aire, y tras unos minutos de silencio, se atrevieron a salir de su escondite. Sabían que debían aprovechar el día para avanzar, especialmente ahora que estaban conscientes de que su enemigo seguía en la búsqueda.
Comenzaron a caminar, pero Camille se quedó atrás, sumida en sus pensamientos y sintiéndose abrumada. Se preguntaba cuánto tiempo más podría resistir Winston en este viaje, cuando la urgencia de los demás comenzó a llamarla.
-¡Chicos, esperen! -gritó, y todos se detuvieron para prestarle atención.
-¿Qué sucede? -preguntó Newt mientras se acercaba a ella.
-Debemos caminar sobre los escombros -explicó, y todos la miraron extrañados. -Hay demasiada arena. Nuestras huellas quedarán marcadas, y aunque nos busquen desde el aire, en algún momento tendrán que hacerlo a pie. No podemos guiarlos hacia nosotros.
Sus palabras resonaron con lógica y todos se dieron cuenta de que tenía razón. Decidieron hacerle caso y comenzaron a escalar por los escombros.
Minho y Camille se quedaron atrás para borrar las huellas de todos. Mientras se acercaban, notaron que Winston tenía dificultades para seguir el ritmo. Sabían que el camino era arduo, pero era la única forma de evitar dejar pistas que llevaran a C.R.U.E.L. hacia ellos.
-¿Estás bien, Winston? -preguntó Minho, preocupado.
-¿Qué dices? ¡Nunca he estado mejor! -respondió Winston, imitando el estilo bromista de Minho, lo que hizo sonreír a Camille.
-Sabes que como yo no puede haber dos, ¿verdad? -dijo Minho, acercándose a su amigo para ayudarlo a subir mientras Camille caminaba tras ellos.
Ella se sorprendía cada vez más con la resistencia de Minho. Habían comido muy poco y el agua era un lujo escaso, pero él seguía demostrando su fortaleza.
-¡Hey, Camille! -la llamó Minho, sacándola de sus pensamientos. Al extenderle la mano, ambos se perdieron en una mirada que, aunque breve, les recordaba lo que había entre ellos.
Descansaban de vez en cuando, agotados por el esfuerzo. Sobre todo Winston, que luchaba con sus heridas. En cada rincón, se turnaban Clint, Jeff y Camille para atenderlo, sabiendo que no podían descuidar su estado.
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Maze Runner a prueba de fuego |MINHO| Siempre fuiste tú ❤️
FanficEl laberinto fue solo el comienzo tendrán que enfrentar otros obstáculos y en el camino se darán cuenta que no pueden confiar en cualquier, porque quien menos espera te traiciona. Los asares de las vida son un poco extraño ya que puede reunirlos en...