<<Si supieras la verdad de lo que pasó hace 100 años, ¿Dirías lo mismo?>>
Cuenta la historia de Rose Mary Garden, una doctora Genovesa que viaja a Marley para buscar la llave que termine con este ciclo de tortura sin importar a quienes...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Principios de Septiembre, año 850
Rose Pov, 10:45 hs:
Estaba muy nerviosa por hoy; los guerreros habían vuelto de su última batalla, y no podía esperar a verlos. Aunque siendo sincera, no podía esperar a verlo a él.
Maggie me estaba esperando en la puerta de mi casa, a lo que la saludé y entregué el desayuno que Alfred nos había preparado para llevar. Se despidió de él a través de la ventana y subimos al auto para partir al trabajo.
-"Escuche que ya eres una maestra del equipo de maniobras"- le dije, mientras miraba el camino -"O por lo menos la primer parte"-
-"Así es"- contestó ella, de un bostezo
-"Felicitaciones, Capitana"- respondí, regalandole una sonrisa -"Lograste dominar en unos meses lo que a Reiner le tomó años, eres impresionante"-
-"Por favor no me compares con ese enclenque"- dijo, riendo -"Créeme, se verá fuerte ahora, pero era de los peores de su división"-
(...) 15 minutos más tarde, Hospital de Marley
Entramos al hospital, y ella quiso irse directo a mi oficina.
Sin embargo, la obligue a saludar a los de la recepción y a Pieck, quien nos estaba esperando. En el proceso pudimos oír una voz familiar me llamaba desde el fondo.
-"Tanto tiempo, Doctora Garden"- dijeron a la distancia, haciendo que me girara para reconocer a aquel barbudo que caminaba hacia mí. Mientras que Maggie se frenaba en seco a lo lejos, pero sin siquiera voltear.
No tardo más en escabullirse hacia mi despacho.
-"¡Zeke!"- corrí hacia él para abrazarlo, algo que generó un par de murmullos por la sala, pero a esta altura no me importaban. Me solté de él y lo observe de arriba a abajo -"No tienes un rasguño"-
<<Impresionante>>
-"¿Debería?"- preguntó riendo -"Buen día, Pieck"- agregó, y ella le contestó con otro saludo.
-"Claro que no, me alegro que estés vivo"- le dije. Estaba emocionada, pero también aterrada. No quería preguntar por los otros porque no estaba segura de querer saber la respuesta.
-"Galliard ya despertó, de hecho volvía de buscarnos algo para beber"- esas palabras eran música para mis oídos, pero todavía no me lo había contado todo y eso comenzaba a impacientarme.
-" Y Rei-Braun..?"-pregunté de manera vacilante.
Ya empezaba a sentir una presión en mi pecho, me esperaba lo peor. Recordar las sesiones que tuvimos antes de que se vaya, no ayudaban a mi estado de angustia.
-"Ah, sí"- hizo una pausa y apoyó su mano sobre mi hombro para acercarse -"Quedó exhausto luego de la última batalla, así que lo dejamos dormir"- respondió con una sonrisa que le cerraba los ojos.
