Capítulo 8: El venturoso Adagra Ruhm

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Fines de mayo del 850,

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Fines de mayo del 850,

Rose pov:

Había pasado una semana desde el incidente entre Galliard y Reiner. Por suerte, no hubo nuevos percances y esperaba que así sea. Ya bastante con haber estado todo este tiempo encerrada en el laboratorio trabajando con los sueros de regeneración que me habían pedido.

Por un lado era bueno que el gobierno de Marley no escatime con el presupuesto que me habían dado, pero por otro podía sentir la presión constante de tener que sacarlos lo más rápido posible. Sin mencionar que tenían que estar en perfecto estado.

Tomé el reloj de mi oficina y vi que marcaba las 04:00 hs. Ya estaba muy cansada como para manejar hasta mi casa y tampoco había taxis a esa hora que pudieran llevarme. Así que preferí quedarme trabajando.

Por ahora, solo pude averiguar que el de Zeke era el más rápido en curar a las ratas. Me preguntaba si eso sería porque es el mayor de los cuatro <<mayor es la edad, mayor es la energía que gastan para regenerarse y más rápido lo hacen tal vez>> o porque además tenía habilidades que no se habían descubierto hasta el momento. También vi que el de Reiner era el más lento; me preguntaba si el tratamiento le estaba funcionando.

Eran tantas las preguntas que tenía y tan pocas las respuestas que obtenía. De todas maneras, hasta no saber lo que ocultaban, no iba a poder descansar tranquila.

(...)

-"Rose"- una dulce voz empezó a despertarme mientras sentía que mecían suavemente mi silla -"Rose, pasaste la noche en tu oficina otra vez."- Quise refregar mis ojos, pero me choqué con mis anteojos. Cuando se me aclaró la vista, pude ver que era Pieck.

-"Ah, sí-" apenas podía hablar, se me entrecortaba la voz -"Ahora ven-go."- me le alejé y fui lentamente al baño de mi despacho para asearme.

<< Parezco recién desenterrada >> Si seguía trabajando así, ya no me iba a hacer falta poner sombra en mis ojos <<Aunque otros podrían describirme como encantadoramente muerta>>

Pasados unos minutos, salí del baño para encontrarme con los tres guerreros esperándome cerca del escritorio. -"Buen día, por favor, discúlpenme por haberlos hecho esperar"- me respondieron con una sonrisa y, después de eso, pasé a mirar mi despacho <<parecía un chiquero>> -"y también por el desorden"- traté de reír al agarrarme la cabeza y así ocultar algo de la vergüenza.

-"No hay problema Dra., sabemos que está muy ocupada"- respondió el barbudo de lentes con una sonrisa honesta.

-"Sí, de eso quería hablarles."- me dirigí a mi escritorio para estar más cómoda ya que todavía no estaba despierta. -"Pieck, tus sueros y los de Galliard funcionan como lo esperado, así que eso es una buena noticia."-

Muchacho ojos de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora