Su mejor amiga está harta de que su ex novio esté enviándole mensaje tras mensaje y rogándole por una nueva oportunidad, al menos, es lo que le cuenta a Jimin todos los días.
"Oye Jimin, ¿puedes asustarlo?"
Como mejor amigo, cumpliría su palabra en...
—Si, pero no se porque les pediste a Namjoon y Taehyung que ya se fueran, quería saber lo que opinaban.
—Esos bobos -rodó los ojos para luego reír.
El rubio se acomodó en la silla y puso suma atención a lo que su amigo estaba por decirle, los consejos de Yoongi eran los mejores a su parecer, siempre sabía que decir o hacer y aunque a veces solía ser muy impulsivo, hacía siempre las cosas con un propósito bueno y se cumplían.
—Okay, mi consejo es que seas tu mismo Jimin.
—Yoongi...
—Escucha, a Hoseok le gustas por ti, por como eres, lo qué haces, dices y piensas, créeme que si eres como eres siempre Hoseok estará más que encantado en tu cita, no te presiones chico -le brindó una sonrisa llena de seguridad- el tipo te confesó que le gustas en un mes, obviamente siente algo fuerte por ti.
—Es que yo siento que debo impresionarlo -murmuró triste.
—Dios, tu cada día tienes algo nuevo con que impresionar a la gente, sea bobo o algo bueno en realidad y Hoseok ya está bastante impresionado por ti, sólo se tu mismo Jiminnie, de verdad, el chico estará ahí por ti, no porque le dijiste que te gusta el arte, o porque le mostraste tus músculos, sino porque eres una bolita de masa muy tierna que tiene una bocota y sabe demasiadas cosas que las explica como si fuera una conferencia -rió al ver el puchero de Jimin- y también por ser alguien tan apasionado por su trabajo y su personalidad, así que no te preocupes.
Asintió algo inseguro, pero Yoongi tenía razón una vez más, Jimin jamás pretendió ser alguien más porque cuando lo intentó salió mal y después sólo salió a flote el Jimin de siempre. No importa cuántos consejos o lecciones pida, siempre terminará siendo él mismo.
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—¿Tienes algo más?
—Si -sonrió al recordar el consejo de su amigo.
—¿Entonces? Dímelo tigre -rio.
—Mi amigo me dijo que sólo fuese yo mismo.
—Ahora ese, ese si es un buen consejo -asintió orgulloso- supongo que con el chico que saldrás ya llevan tiempo hablando -Jimin asintió lo que le hizo sonreír- entonces está aquí porque realmente le gustas, le gusta como eres y si ya te conoce lo suficiente como para pedirte una cita entonces...
—Si, debo ser yo mismo -asintió seguro.
—Así es chico, bueno, me iré ahora no quiero que tu cita llegue y piense cosas erróneas -rio mientras se levantaba.
—Gracias Minho, de verdad te agradezco -asintió Jimin con una sonrisa- ahora me vendría bien un té helado para calmar mis nervios -murmuró con manos temblorosas.
El castaño rió para sacar su libreta y apuntar su pedido. Se alejó para traerle su bebida y Jimin se quedó solo mientras pensaba en todo lo que había pasado hasta ese momento, el que su amiga le haya pedido intimidar a su exnovio, que luego lo haya buscado en la cafetería, que trabajaran en el mismo lugar, que lo invitaba a comer para llevarse bien con el y entablar una amistad y después, ese domingo que le visitó para compartir unas ricas hamburguesas mientras veían su serie favorita sabía que algo en su interior había crecido y cuando tuvo esas salidas constantes con Hoseok después del trabajo supo que le gustaba.
¡Le gustaba Hoseok! Le gustaba demasiado, le agradaba demasiado estar con él, le agradaba que lo hacía salir de vez en cuando y cada una de esas salidas había sido la mejor de su vida sin importar las vergüenzas qué pasó. ¡LE GUSTABA DEMASIADO! Se lo podría decir todos los días, cada hora, cada minuto, segundo y eso le hacía pensar que era un tonto porque antes pensaba que las personas que repetían a cada rato su amor por alguien eran tontos, ¡pero ahora los entendía más que nunca!
—Una disculpa -murmuró avergonzado.
Suspiró sonriente. Los nervios y el cosquilleo en su panza, la felicidad le dominó al momento de ver a Hoseok entrar con su radiante sonrisa hasta él. Jimin hizo lo primero que se le cruzó por la mente y se levantó pegándose con la mesa tumbando el pequeño florero en la mesa causando un gran estruendo al momento que se cayó. Escuchó la risa de Hoseok y eso le hizo reír también. Si, sólo debía ser el mismo.
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