Capítulo 19. Té y galletas.

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Era tonto. Jimin era un experto en ser tonto, al menos eso creía cuando vio que estaba sentado en una mesa de la cafetería nueva la cual visitaría con Hoseok. Se maldijo para levantarse e irse, pero supo que fue un error al ver a Hoseok en la puerta.

—Jimin...

—L-Lo siento Hoseok, tengo prisa...

Pasó de él, pero este lo siguió para tomarlo del brazo y detener todo paso que fuese a dar. Sin tener otra opción, se giró algo resignado para toparse con el hermoso rostro de Hoseok sin su brillante sonrisa, serio, incluso podría decir molesto.

—Tenemos que hablar Jimin.

—Hoseok en serio tengo prisa

—Jimin, entramos a las doce y son las diez y media, por favor.

Era todo, estaba acabado, en cualquier momento admitiría que le gusta por igual y tal vez haya una reacción mala o una buena, el punto es que no quería decirle, no aún, no hasta que supiera que hacer con el pensamiento de que Hoseok era el exnovio de su mejor amiga.

—Mira Jimin, se que te tomó algo desprevenido, tal vez ha sido poco tiempo, pero desde que te vi ese día -sonrió- me deslumbraste y luego fuiste muy tierno -cubrió su boca para tapar su risa- no pude evitar sentirme un poco atraído por eso, pero luego... te abriste a mi -asintió con una sonrisa- me dejaste pasar a tu departamento, pasamos un buen rato siendo nosotros, conversamos de todo y nada, fuimos al cine, comimos, vimos más películas, de verdad -rió poco para suspirar- me gustas.

—Hoseok...

—Jimin, lo siento, no puedo cambiar lo que siento, pero quisiera que aún seamos amigos, por favor.

¡También me gustas! ¡Demasiado!

Eso era lo que Jimin hubiese dicho, de no ser porque la imagen de su mejor amiga se cruzó por su mente. ¿Qué debía hacer? Obviamente no quería perder años de amistad con ella por Hoseok, pero el chico le hacía sentir bien, inclusive le ha contado más cosas de las que le ha contado a Dahyun.

—Esta bien Hoseok... lamento haberte evitado, sólo fue sorpresivo.

La tristeza que su rostro reflejó no le agradó para nada, quería hacerlo sonreír, decirle que correspondía sus sentimientos, pero en cambio vio cómo forzaba una sonrisa mientras asentía.

—Esta bien Jimin, sólo no quiero que esto cambie, ¿si? No te forzaré a que me correspondas.

—Si...

—Bien, ¿vamos por ese café?

—Si...

En su oficina, se encontraba recargado en el escritorio mientras jugaba con su lápiz moviéndolo de un lado a otro

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En su oficina, se encontraba recargado en el escritorio mientras jugaba con su lápiz moviéndolo de un lado a otro. Todo ese asunto le hacía sentir triste, le hacía sentir como si lo estuvieran reteniendo cuando en realidad el único que se estaba limitando era él. Escuchó la puerta abrirse para ver a Yoongi entrar y cerrar la puerta tras él.

Lecciones para ser intimidante | HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora