Capítulo 30. Final: Te amo.

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Los días pasaban, se convertían en semanas, las semanas en meses y estos se volvieron en un año. Un año de la hermosa y extraña relación de Jimin y Hoseok. Extraña para las personas porque a menudo Jimin se la pasaba haciendo locuras frente a su novio y las risas histéricas de ambos llamaba la atención, pero, ¡Hey! ¿Quien no actúa como loco cuando estas enamorado? Jimin se avergonzaba muchas veces por sus actitudes, pero cuando Hoseok le aseguraba que su forma de ser era tan única y especial y le seguía en sus locuras olvidaba aquella vergüenza. Sabía que estaba con la persona correcta.

¿Recuerdan esa inseguridad acerca de mudarse juntos de Jimin? Hoseok fue quien puso cartas en el asunto hablando del tema. A pesar de que fue quien dio la iniciativa, también se veía inseguro acerca del tema, pero Jimin le aseguró que estaría encantado de mudarse juntos, ya no pensaba que iban rápido, tan sólo dejaba que las cosas fluyeran. Después de dos meses de su aniversario ya estaban establecidos en su pequeña casa en los suburbios, estaba un poco vacía, contaba con unos cuantos muebles y con las pertenencias que cada uno que tenía en su departamento. Era acogedor y perfecto para dos personas y un perro, muy lindo. La pareja convivía feliz y contenta.

—¡Ya estoy harto de ti y de tus estupideces! Desaparece de mi vista, ¡de mi vida! Odio el día en que te conocí, ¡Ugh te desprecio tanto! No quiero volver a verte jamás, ¡jamás! ¿Me oíste?

Hasta ese día en el que Jimin gritaba histérico. Aunque bueno, todos los días gritaba un poco histérico.

—Jimin.

—¿Qué?

—No puedes decirle eso al personaje de la serie.

Pero no tanto como ese día en que le gritaba al antagonista de la serie que veían juntos. El rubio rodó los ojos y bufó con molestia, ya estaba cansado de ver los mismos problemas causados por el mismo personaje de la serie que no dejaba en paz a los personajes principales.

—¿Por qué no? Lo odio tanto, ojalá ya no apareciera maldita sea, lo detesto, ¡sólo lo arruina todo! Solo quiero que ellos estén juntos -lloriqueo viendo a la protagonista llorar por su amor.

—Tranquilo bebé -rio Hoseok.

Lo abrazó y llenó de besos sus mejillas haciendo al otro reír. Escucharon el ladrido de su cachorro no tan cachorro y vieron a Lolito entrar por la puerta luego de que Yoongi la abriese.

—Dame a Lolito, por favor.

—Yoongi ya te dije que no.

—A ti ni te importa, te besuqueas con Hoseok todo el tiempo no estas al pendiente de Lolito, ándale dámelo.

—¡MIN YOONGI!

El rubio se levantó para perseguir a su amigo por toda la casa mientras que Lolito iba a tomar asiento en su colchoneta. Hoseok reía viendo a su pareja discutiendo con su amigo mientras hacía pucheros y este le decía más cosas que le molestaban.

—Ya mira, ¿qué tiene de malo? Es normal andar queriendo besar a tu pareja a cada segundo.

—¡YOONGI TE JURO QUE SI NO TE CALLAS!

—¿Alguien quiere pastelitos?

Yoongi asintió hacia Hoseok para ir hasta la cocina dejando a un Jimin molesto. Su novio camino hacia el para darle un pequeño beso en su mejilla y abrazarlo.

—No estás enfadado, ¿verdad?

—No, sólo que Yoongi sabe bien cómo molestarme -resopló- ¿me das un besito? -habló formando un puchero abultando sus labios.

—¿Seguro? Digo, ya me besuqueaste mucho tiempo.

Empezó a reír al ver la cara de pocos amigos y se quejó cuando recibió un ligero golpe en sus labios. Jimin le había pegado con la palma de su mano y se alejó para ir a la cocina.

Lecciones para ser intimidante | HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora