Capitulo 1. Lecciones para ser intimidante

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—¿Ella te pidió que? -escuchó del otro lado de la línea la risa de su amigo.

—¡No te rías Yoongi! -murmuró avergonzado mientras esperaba a que el semáforo le indicase que pudiera cruzar la calle.

—No puedo creerlo, ¡Tae, Namjoon, escuchen esto!

—¡No! No les digas, Dios que vergüenza -empezó a caminar una vez vio que el monito había cambiado a verde.

—Oye, ¿que prefieres? ¿Que se rían en tu cara o que se rían a tus espaldas y cuando llegues te ayudamos los tres?

—De igual manera se reirán en mi cara, así que prefiero que se rían una vez...

—Bueno decidiste muy tarde porque ya les voy a contar, te vemos luego Jimin-ah.

—¡YOONGI NO!

Los timbres sonaron y eso indicó que la llamada había finalizado.

Después de que su amiga le pidiese aquel extraño favor y de que él haya aceptado intimidar al tipo ese que no dejaba de acosarla, Jimin recurrió a la única persona que consideraba intimidante y era muy bueno en ello: Min Yoongi, su amigo y compañero de trabajo.

Min Yoongi era su único amigo en una disquera en la que muy apenas pudo conseguir el trabajo, aunque sea de secretario, siempre está agradecido de haber conseguido el trabajo. Conoció a Yoongi, porque en una ocasión cuando se preparaba un café, al girarse chocó con alguien y se botó todo el café ardiente encima y esa persona con la que chocó era nadie más y nadie menos que el productor gruñón del que todos rumoreaban: Yoongi. Jimin conoció la faceta amable del chico, le ayudó a limpiarse y a llevarlo con un doctor para revisar las quemaduras que por suerte no fueron graves y después de eso, ambos chicos fueron inseparables.

Dos años de su amistad y Jimin sentía que conocía cada faceta de ese muchacho y detestaba a todo aquel que aún siguiese diciendo cosas del chico, porque sabía con certeza que Yoongi estaba lejos de ser la persona que todos decían que era. Era el productor más apasionado y dedicado, se encerraba horas cuando la inspiración llegaba a él y salía con una canción que lograba ser un éxito internacional, era un genio y Jimin lo admiraba y respetaba por eso. El creía que cada vez que le callaba la boca a los demás era la persona más intimidante y genial del mundo, fue por eso que recurrió a su ayuda, pero no contaba con que se burlaría por teléfono y de frente cuando le pidió ayuda.

—Es que aún no puedo creerlo Jimin -rió cuando cerró la puerta de su departamento.

—Basta.

—¿Por qué querrías ayuda para ser intimidante? No tiene sentido -rió.

—Bueno, es que yo no se, no va conmigo y no soy así -se encogió de hombros- honestamente no quería soportar las insistencias de Dahyun así que sólo le dije que si, pero claramente no debí hacerlo y debí aguantar sus insistencias si hubiera sabido que mi amigo se iba a burlar de mi cuando le iba a pedir ayuda.

—Ya hombre, sólo me dio un poco de risa, pero sabes que te ayudo, es más, traje a más personas intimidantes para ayudarte -sonrió señalando a su espalda.

Observó detrás de él para ver a los nombrados por teléfono, Kim Taehyung y Kim Namjoon. No conocía a Taehyung, pero sabía que Namjoon era también un productor de la compañía en la que trabajaba, sólo que nunca se le dio la oportunidad de conocerle.

—Namjoon es mejor conocido como RM en la empresa, pero esta en el tercer piso del edificio, por eso no lo haz visto y Taehyung es mi vecino -explicó al ver su expresión rosada.

—Ah, hola mi nombre es Park Jimin -sonrió tímido.

—Tierno -murmuró Taehyung con una sonrisa.

Lecciones para ser intimidante | HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora