« —Entiendo que quieras protegerme, pero llega un punto en el que te comportas como una loca y eso de verdad me molesta.Te cruzas de brazos y me das la espalda para ocultar tus lágrimas.
Se nota tu frustración y lo entiendo pues hace tiempo que no te acosaba con mis miedos de esa forma, por esa misma razón no replico nada aunque escucharte decirme loca me duela mucho.Muerdo mi labio inferior con duda pues no sé que más puedo decirte.
Me siento culpable y quiero pedirte disculpas por hacerte enfadar, pero también pienso que hice lo correcto y por eso me callo.
De igual forma no pienso quedarme sin hacer nada, así que doy un paso hacia ti queriendo tocar tu hombro, pero te apartas de inmediato poniendo una considerable distancia entre las dos.—No me toques...
—Lo siento...—Retrocedo lentamente para darte tu espacio hasta quedar sentada en el sofá.
Desde ahí te observo en silencio
durante un instante y luego me concentro en ver las gotas de lluvia caer por la ventana.Este clima helado y húmedo permanece así desde ayer y parece no querer cambiar.
Eso es lo que me ha puesto tan nerviosa de repente: el frío, la oscuridad, la humedad y el ruido tan fuerte del viento y las gotas al caer sobre las superficies.
Me alteran demasiado.
Me traen a la mente imágenes dolorosas de posibles escenarios, me recuerda lo inevitable y eso no tengo manera de soportarlo.—Ayer te dije lo entusiasmada que estaba por celebrar tu cumpleaños...
—Lo sé.
—...¿Entonces porqué no me dejas celebrarlo como lo planeamos?...
—Eso no fue lo que dije, sólo no le veo la utilidad a que vayas lejos a comprar algo que se puede conseguir a la vuelta de la esquina...—Miro mis manos sintiéndome de pronto muy torpe. Conforme más avanza el tiempo más obvio me parece que estoy siendo irracional y estúpida.
La sensación de impotencia y de vergüenza me corroe.—Lo lamento...Por fin te dignas a mirarme. Tu expresión se suaviza un poco en comparación a la de hace unos minutos, pero tú mirada sigue estando seria y enojada lo que me hace evitarla. Me siento intimidada en extremo, porque sé muy en el fondo que tal vez tú tienes la razón.
—...¿Porqué estás tan obsesionada con protegerme?... Creí que ya habíamos pasado esta fase.
—No quiero perderte... No quiero...
—¿Qué te hace creer que me perderás...? ¿Porqué siempre tienes miedo?
—Eres mortal...ese es el problema.
—Tú también lo eres. Seguirme adónde quiera que voy o prohibirme salir a ciertos lugares no lo cambiará.
No somos dueños de nuestras vidas Yuzu y la muerte no es algo que se pueda evitar por más que lo intentemos. Eventualmente todos llegaremos ahí. No somos eternos...
¿Porqué debemos pensar tanto en eso? Eso no es vivir.—Lo sé... no puedo evitarlo... Creo que estoy perdiendo la cordura...—Levanto mi cabeza esperando mirarte pero me das la espalda de nuevo. —¿Sabes cuál es el castigo que se la da a un ángel por querer a un humano?
—No quiero escucharte hablar más de eso. Lo dejé muy claro la primera vez.—Caminas de pronto hasta la mesa y tomas tus llaves, tu cartera y tu paraguas. Al voltearte hacia mí ya no hay rastro de tu enojo. Sólo puedo ver lástima y un poco de tristeza.—...Iré a la ciudad aunque sé que no es lo que quieres... Será un viaje rápido. Prometí dar lo mejor para prepararte un lindo cumpleaños y eso es lo que haré.
Mientras no estoy piensa un poco en nuestra felicidad. ¿De acuerdo?
No te hará mal.
ESTÁS LEYENDO
La razón eres tú ♥️ [ Citrus ]
Фанфик"... Aunque la amaba no podía tocarla. Simplemente no podía permitirse quebrantar las reglas que tan precisas le habían sido inculcadas... Pero, ¿Qué importaba? Desafiaría a su Dios si fuera necesario ..." Todos los personajes le pertenecen a Sabu...