—...¿Te sientes mejor?Yuzu asiente con una leve sonrisa mientras se da golpecitos en las mejillas. Está buscando recuperar la concentración y la compostura que perdió hace solo unos minutos cuando le mostró a la pelinegra el horrible recuerdo que las involucraba.
—No era mi intención ponerme a llorar de esa forma. Lo lamento.
Me dejé llevar por el sentimiento.—No hay porqué pedir disculpas... —Mei acaricia el cabello de la rubia con ternura. Sus manos, que se encuentran temblorosas, son tomadas por las de Yuzu con gentileza—Es entendible... pienso que tal vez deberíamos dejar esto para otro día. ¿No te parece? Creo que ha resultado bastante agotador.
Yuzu niega rotundamente con la cabeza apesar de ser consciente del tono de súplica en la voz de Mei. Aunque sus ojos verdes todavía se mantienen tristes, tienen un brillo de determinación que indican que no se echará para atrás por nada del mundo.
No puede hacerlo.—Estoy bien. —Acaricia la cabeza de Mei con ternura—Necesito hablar.
—Yuzu...¿Qué más puedo saber?... No hace falta. Creo que lo entiendo ya.
—Mei...
—En este punto ya no quiero verte sufrir de esta forma... No quiero.
—Necesito que me escuches. Es importante.
—Sé que es importante. ¡Lo sé! Pero eso no evita que me sienta asustada... Por ti, por mi...
—Mei...
—Sé lo que vas a decir... No soy tonta y tampoco puedo pretender que no estoy viviendo esta situación tan irreal justo ahora...
Y ya sé lo que dije, que iba a escucharlo todo por más difícil que fuera... pero creo que ya no me siento con el valor suficiente...—Eres más fuerte de lo que piensas.
—No cuando te veo sufrir... Porque me siento impotente. No puedo ayudarte... Y todo esto... —Se señala a si misma y después a Yuzu—...creo que ya se salió de nuestras manos... Ya no sé que pensar... —Termina en tono herido.
—Todo estará bien. Lo prometo.
Mei se muerde el labio pensando que Yuzu tiene un don especial para hacer sentir mejor a las personas incluso cuando dice pocas palabras.
Siempre fue así, desde que la conoció esa vez en la escuela, incluso desde mucho antes aunque ella no lo recuerde en su totalidad.
No sabe si es por su tono de voz, por su mirada dulce, o quizás por la sonrisa que parece ser capaz de disipar cualquier problema por más difícil que sea. Pero ahí está; irradiando serenidad, siempre brillando con esa luz cálida a su alrededor como si fuera un super poder.
Por eso Mei asiente con la cabeza aunque en realidad sabe que solo se está mintiendo a si misma.—Te escucho.
La chica aclara su garganta y respira profundo. Se acomoda mejor en su lugar y mira fijamente a Yuzu, esperando que continúe con su confesión.
Ésta le sonríe con dulzura sin apartar su mirada, agradeciendo en silencio que le haya dado permiso para continuar, luego respira profundo para encontrar las palabras adecuadas y comienza a narrar una vez más:
—Como te dije, después de eso desperté en la nada, como al inicio de mi vida.
¿Sabías que cuando estuvimos juntas solías llamarme ángel guardián?—Habla en tono conmovido—era sólo una formalidad por supuesto. Yo jamás fuí ese tipo de ángel, pero tú me decías así con cariño. Me parecía lindo y aveces de verdad me lo creía, sobre todo cuando lograba ayudarte con algún problema y podía verte sonriéndome después.
Esa fue la razón de que quisiera adoptar esa imagen desde el inicio.
Lo sentí adecuado.
Y debo confesar que extrañaba un poco mis alas, así que no me fue difícil tomar esa apariencia. Me ayudaba e inspiraba a cumplir ese extraño propósito que me impuse.
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La razón eres tú ♥️ [ Citrus ]
Fanfiction"... Aunque la amaba no podía tocarla. Simplemente no podía permitirse quebrantar las reglas que tan precisas le habían sido inculcadas... Pero, ¿Qué importaba? Desafiaría a su Dios si fuera necesario ..." Todos los personajes le pertenecen a Sabu...