Los colores cálidos del atardecer adornan el cielo cuando las chicas salen al patio trasero.
Tomadas de la mano caminan a paso lento sin ser capaces de hablar, hasta que deciden mirarse a los ojos y es cuando se dan cuenta de que al fin ha llegado la inevitable despedida.Mei nota que Yuzu parece muy incómoda y decaída, así que toma su mano con más fuerza para darle ánimo y darle a entender con ese simple gesto de que esto es lo correcto por más difícil que sea de afrontar para las dos.
—¿Qué cosas te gustan? —Pregunta la pelinegra intentando que su voz no se quiebre—. Quiero asegurarme de recordarlo todo para cuando te vuelva a ver.
—Me gustas tú...—Responde Yuzu con un hilo de voz.
—¿Y aparte de mí? —El agarre de su mano aumenta—. ¿Qué cosas te hacen feliz? ¿Qué cosas te hacían sonreír?
—El atardecer... —Yuzu cierra los ojos intentando recordar su corta instancia como humana —... Los colores brillantes. Las películas románticas y las que te hacen reír. La comida... Cocinar para ti... Tomar tu mano, besarte... —Cuando vuelve a abrir los ojos están llenos de dolor—... Mei...yo...no quiero irme...
—Está bien —Dice la chica ignorando lo último—. Lo tengo apuntado. Me aseguraré de no olvidarlo.
—Mei...
—Está bien Yuzu.
—Mei... —La rodea con sus brazos—. Es muy probable que no nos volvamos a encontrar... Después de todo ese era mi castigo...
—Lo haremos —Se aparta con cuidado de Yuzu—. Si no puedes encontrarme tú, lo haré yo. Eso te lo prometo. Así me lleven muchas vidas. Tú y yo volveremos a estar juntas como esa primera vez y seremos muy felices.
Te lo aseguro.Yuzu quiere creer en esa promesa y por eso le sonríe, o al menos lo intenta. Esas palabras llenas de determinación le hacen recordar lo terca que puede ser Mei cuando se propone algo, y si algo aprendió con los años y las múltiples vidas, es que al final logra cumplir lo que desea, así se trate de algo problemático como desafiar una ley divina, necesita aferrarse a esa esperanza a como dé lugar.
—...¿Puedo besarte...?
Mei no contesta, sólo muerde su labio inferior con fuerza y se lanza a los brazos de la rubia para besarla con dulzura pero a la vez con mucha ansiedad. Las chicas solo se separan para recuperar el aliento pero vuelven a unir sus labios hasta que terminan agotadas.
—Gracias por existir....—Murmura Mei cuando al juntar sus frentes mira fijamente a los ojos verdes—. Gracias por haber llegado a mi vida. Gracias por elegir a esta chica rota como tu alma gemela y gracias por hacerme tan feliz. Gracias Yuzu... —Le da un último beso arrancando un suspiro de la otra.
Mei no se da cuenta de que la chica a la que se aferra con tanta fuerza está comenzando a desvanecerse. Pero Yuzu si es consciente pues cada palabra proveniente de Mei le hace sentir cada vez más en calma y en paz consigo misma. De pronto se siente muy debilitada y sin fuerzas, como si cualquier suave brisa fuera capaz de llevarla consigo. Sabe que no le queda mucho tiempo.
—Mei... —Pide Yuzu con voz temblorosa—. Cierra los ojos por favor... Y no los abras.
—De acuerdo...
El momento ha llegado y por eso Mei ni siquiera pregunta la razón de esa petición. Sus ojos se aprietan con fuerza conteniendo las lágrimas mientras siente como Yuzu se separa de ella poco a poco haciéndole sentir mucho frío en su cuerpo.
—Mei...—La escucha decir—. Gracias por quererme. La próxima vez que nos veamos seré una humana completa, y yo... prometo que esa vez te haré muy feliz como lo mereces.
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La razón eres tú ♥️ [ Citrus ]
Fanfiction"... Aunque la amaba no podía tocarla. Simplemente no podía permitirse quebrantar las reglas que tan precisas le habían sido inculcadas... Pero, ¿Qué importaba? Desafiaría a su Dios si fuera necesario ..." Todos los personajes le pertenecen a Sabu...