Capitulo 6: ¿Una amiga nada más?

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"La chica de su sueño tiene el cabello rubio, con mechones largos y ondulados que llegan hasta la cintura.
Su vestido también es largo, tejido con la seda más blanca y más fina que jamás haya visto, y que llega hasta los tobillos de sus pies descalzos sin cubrirlos completamente.

¿Acaso no siente frío al caminar por el duro suelo?
Aunque  se muere de curiosidad por preguntarle, no sabe si es correcto hacerlo, y por eso se mantiene en silencio simplemente escuchándola hablar.

Al caminar no puede verle el rostro por más que lo intenta. Siempre está borroso, demasiado iluminado con ésa luz blanca proveniente de todas direcciones como para ser capaz de detectar sus facciones, aún así, algo le dice que esa chica tiene una cálida sonrisa que contagia a quién la presencie y unos ojos verdes que rebosan amabilidad.

Sus manos se sienten cálidas cuando descaradamente Mei las toma entre las suyas, tanto, que parece quemarle la piel hasta con el más simple roce.
Extrañamente eso no le molesta a la chica pelinegra, al contrario; le gusta, porque ella siempre tiene frío donde quiere que vaya en ése mundo de los sueños; y sobre todo es empeora cuando se encuentra sola, porque siempre está helada y temblorosa y no importa cuánto haga nunca consigue entrar en calor.

En su sueño la chica le habla con dulzura y le susurra lindas palabras al oído.
La elogia cada vez que puede, le cuenta pequeñas historias de vidas pasadas y le hace reír con sus ocurrencias.
A Mei le gusta eso, porque ella nunca se ríe, no tiene muchos motivos para hacerlo en su vida real, pero extrañamente en sus sueños se lo puede permitir, y sólo necesita la presencia de esa misteriosa chica para lograrlo.
No necesita nada más para ser feliz. ¿Porqué es de esa manera? ¿Porqué necesita tanto de su compañía?

— ¿Sabes cuál es mi nombre?

Mei niega con la cabeza un tanto avergonzada mientras que la rubia esboza una pequeña sonrisa que refleja un poco de diversión.

— Eso en verdad es extraño, ya que fuiste tú quién me nombró.

— ¿De verdad? — Se sonroja — ¿Cómo es que pude olvidarlo?

— No te culpes, siempre sucede así... Y creo que es lo mejor... — Le acaricia la mejilla con el dorso de su mano — Si lo hicieras, si me recordaras, volveríamos a empezar de nuevo, y sinceramente no sé si podría encontrarte otra vez... "

— ¿A qué te refieres? "

Sin darse cuenta Aihara Mei se ha quedado dormida en medio de la clase.
Alguien de una forma nada gentil le pincha el brazo con un lápiz afilado y una pequeña ola de risas acompaña ésa acción.
Adolorida, Mei se frota la piel lastimada mientras escucha el regaño de su profesor en completo silencio.
Es la primera vez que le sucede algo así y no puede hacer más que aceptar la reprimenda por su distracción.
¿Y así espera tener buenas notas?

—¿Porqué te ves tan cansada? — Le pregunta Yuzu en el receso — ¿Acaso no puedes dormir bien?

Mei niega con la cabeza y luego bosteza.

— ¿Pesadillas?

— No precisamente... — Frota sus ojos con sus puños — Ya son varias las noches en las que tengo este sueño recurrente con una chica y al despertar lo olvido prácticamente todo.

—¿Por eso estás agotada?

— Paso el día tratando de recordar en que consistía la mayor parte del sueño y al no poder lograrlo termino sintiéndome culpable... Es como si le fallara al no recordarla... ¿Alguna vez te ha pasado?

Yuzu niega con la cabeza sin apartar la mirada de Mei.

— ¿Cómo es la chica?

— No lo sé... Pero sé que tiene el cabello rubio y... — Pausa. Mei parpadea varias veces examinando a Yuzu — Se parece a tí de hecho... Al menos en el cabello... Si tan solo pudiera recordar su cara...

— ¿Dices que se parece a mí?

Yuzu abre sus ojos con sorpresa. Se hace hacia adelante quedando a escasos centímetros del rostro de Mei. Cuando es consciente de ése echo se echa de inmediato para atrás un tanto avergonzada y asustada por haber olvidado el límite de distancia.

— ¿Porqué estás tan interesada?

Un rubor adorna las mejillas de Yuzu después de la pregunta, provocando que Mei se quede absorta al notarlo.
En lo que lleva de conocer a su amiga jamás la había visto ruborizada y expresando tanta timidez.
Presenciarlo le ha acelerado el corazón sin poder evitarlo.

— Me preocupo por tí... Eso es todo...

La rubia aparta la mirada y toca con sus manos las mejillas que ahora están más encendidas.
Parece estar muy sorprendida por hallarse manifestando esa clase de reacción pero se mantiene en silencio.

— Yuzu...

— ¿Sí? — El ángel intenta mantenerse serena pero su mirada inquieta al ver a Mei a los ojos delata completamente su nerviosismo.

— ¿Te gustaría dormir conmigo?

— ¿Ah? ¿Qué?

Silencio.
Mei se ruboriza hasta las orejas al darse cuenta de su pregunta hecha sin pensar y que cualquier persona con sentido común podría sacar de contexto.

— Di-digo — Se enreda con sus palabras — no "dormir" sino dormir, co-como una pijamada o algo así.
¿Qué te parece?

— Una pijamada... — Murmura la rubia en un tono de voz repleto de inocencia.
Le toma una gran cantidad de tiempo contestar a la pregunta, pero al final murmura un "sí" acompañado de una hermosa sonrisa.

—¿Lo dices en serio? — Mei no puede evitar preguntar.

— Quizás mi compañía te ayude a dormir mejor, ¿No te parece?

La pelinegra siente su corazón latir con rapidez.
¿Es su impresión o Yuzu parece estar brillando justo ahora?
¿Porqué siempre tiene que verse de ésa forma? ¿Porqué tiene que ser tan linda con ella?

Mei lleva su mano derecha al pecho y asiente despacio con su cabeza mientras sus ojos violetas se dirigen sin querer a los labios entreabiertos de Yuzu.

¿Qué se sentirá besarlos? — Se plantea a si misma.
Su cuerpo reacciona a la pregunta con una oleada de calor que se manifiesta más que todo en sus mejillas.

Con rapidez desecha ésa pregunta de su mente y aparta la mirada.
Ahora su corazón amenaza totalmente con salirse de su pecho.

Una voz en su interior que suena exactamente como su madre le dice que no está bien pensar eso de su amiga.

Gracias por leer!! ❤️

La razón eres tú ♥️ [ Citrus ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora