Los Park son una familia de la alta elite que en busca de una nueva "ama de llaves" las veinticuatro horas del día, contratan a la madre de Sky, la protagonista, permitiéndole venir a vivir a su mansión junto a ella.
Una gran oportunidad para ambas...
Lamentablemente, pensé que tras ese evento el acoso de Sunghoon hacía mi se detendría, pero ninguno de los dos podía detener que sus amigos se acercaran a hablarme. Por lo qué durante todo el mes que resto, el hijo de los Park comenzó a tomar las cosas más insignificantes que hacía como pretextos para molestarme. Pero sinceramente, comenzaba a darme igual. Siempre terminaban siendo amenazas que nunca se llegaba a realizar.
— ¿Iras a la fiesta? —me habló Jungwon y me volteé a verlo con curiosidad.
— ¿Cuál?
— La que haré yo. Es hoy en la noche... —Observó que mi vista se iba hacía Jay, quién entraba en el salón en ese momento—. Óyeme, te estoy invitado personalmente.
— Sí iré... —Sonreí, recibiendo un empujón juguetón de su parte— Trataré.
— Chicos... —Jay se acercó a nosotros con una sonrisa, tomando asiento a mi lado.
Él como Heeseung nunca se atrevieron a preguntarme sobre lo sucedido con Sunghoon en las máquinas expendedoras, pero para ser sincera, lo prefería así.
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En el camino a casa estuve pensando en algún plan para que poder ir a la fiesta de Jungwon, ya que realmente lo veía como algo difícil de llevar acabo en mi situación.
Sin embargo, había una posibilidad y para eso necesitaba la ayuda de Sunnie.
— Mamá, Sunghoon irá a una fiesta de nuevo. ¿Qué tal sí lo acompaña Sky? ¿Recuerdas cómo llegó a casa de la última fiesta a la que fue? —Sunnie le habló a su madre, mientras yo escucha a las afueras de su habitación.
— Oh, ni me lo recuerdes... Fue todo un desastre.
— ¿Cierto? Conociendo a Sky, Sunghoon llegaría hasta con el mismo peinado con el que salió... —comentó la pelinegra, haciendo a reír a su madre.
— Puede ser. La verdad no es mala idea. Además, Sky no pareciera salir tan seguido, tal vez la ayude a hacer nuevos amigos —contestó su madre y comencé a festejar en mute tras la puerta.
A las horas, Sunghoon bajo hacía la entrada de la mansión, listo para desaparecer y llegar en la madrugada. Sin embargo, no esperaba encontrarse con su madre esperándolo junto a Sunnie.
— ¿Qué sucede...? —Las observó, extrañado.
— ¿Recuerdas la última vez que llegaste de una fiesta? —preguntó de brazos cruzados la señora Park y Sunghoon frunció sus labios, asintiendo sin ganas—. Exacto, fue un desastre. Chocaste el auto que te había regalado tu padre con la fuente de la entrada y ni hablar de las condiciones en que estabas cuando te fuimos a sacar. Por eso, hoy la hija de la señora Kim te acompañara. Es mucho más responsable y madura que tú.
