09. No es lo que crees

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Jay había decidido manejar después de lo ocurrido con Jungwon.

— Ven, Sunghoon el ogro se llevara nuestras cosas —me llamó Jake, palmeando sus piernas con diversión para que me sentara sobre su regazo y eso hice.

Ni-ki empezó a molestarme y a bromear durante el trayecto. Se estaba comportando como un niño pequeño hiperactivo y me causaba mucha gracia, pero claro, no mucho a los chicos, quienes comenzaron a darle miradas de reojo mortales para que que parara de comportarse como lo estaba haciendo.

— ¡Cálmate! —Le empecé a hacer cosquillas al rubios hasta que esté me ataco de la misma manera, haciéndome gritar.

— ¡Déjala ya! —me protegió Jake, empujando el rostro de Ni-ki a un lado cómicamente.

— Sky ¿Vives cerca de aquí? Podríamos pasar a dejarte —alzó la voz Jay, quién nos miró a través del espejo retrovisor interrumpiendo la caótica escena.

Me calmé rápidamente, sintiéndome nerviosa.
Observé a Jay y asentí, sin saber realmente que responder ante eso. Pensé en alguna mentira rebuscada, cuando Sunghoon habló por primera vez en el trayecto.

— Se irá conmigo. Tenemos que terminar un trabajo juntos... —contestó en un tono seco y Jay asintió, volviendo su mirada en el camino sin comentar nada.

— ¿Qué se traen ustedes dos...? —Sonrió Ni-ki con oscuridad y me giré a fruncirle el ceñor rapidamente.

Lo que resto del viaje me fui dormida.
Había quedado realmente agotada tras patinar y Jake no se molesto, al contrario, dejo que reposara su cabeza sobre su pecho durante el trayecto.

Era un muy buen amigo.

Cuando llegamos a la entrada de la mansión les agradecí a los chicos por habernos traído, mientras que Sunghoon simplemente salió de la camioneta directamente hasta su habitación, sin siquiera agradecer el aventón que nos habían dado.

Se encerró ahí y no volvió a salir. No era necesario decir que estaba molesto y que yo por algúna razón, era la culpable.

Después de unas horas golpeé su puerta, pues esté tenía que ir a comer, sin embargo a pesar de que lo llame por su nombre, no dió señales de vida.

— Déjalo, no va salir ni aunque haya un incendio... —Se acercó Sunnie, quitándole importancia al respecto, como si fuese algo común en el comportamiento de su hermano.

 —Se acercó Sunnie, quitándole importancia al respecto, como si fuese algo común en el comportamiento de su hermano

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A la mañana siguiente me encontraba caminando por los pasillos principales de la escuela. Recién había llegado y comencé a darme cuenta que al pasar, algunos estudiantes me observaban y murmuran cosas entre ellos.

PRÍNCIPE DE HIELO / SUNGHOON (reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora