12. House of balloons

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El jueves por la tarde me quedé ayudando a decorar el living y el patio trasero de la mansión. Sobre esté último, no había tenido tiempo de visitarlo antes.

Era realmente bonito. Estaba bien cuidado como era de esperarse y era notablemente espacioso. Había una terraza junto a unos cuantos asientos cómodos y una estufa de diseñador prendida que iluminaba gran parte del lugar, además de las luces que ya tenía el exterior de por sí. Al igual que en la entrada de la mansión, había una hermosa pileta de mármol negra. No tan sofisticada como la del inicio, la cuál tenía tres mujeres griegas esculpidas con detalle, pero sí era lo suficientemente bonita como para llamar la atención al instante.

La razón del porqué me encontraba colgando cintas y globos plateados y negros ahí, era debido a que mañana era el cumpleaños de Sunnie. Cumplía catorce años y por supuesto que sería todo un evento para la familia Park.

Recordar mi cumpleaños y tener esa edad me hizo sentir nostálgica. Realmente me gustaría que pasara un buen rato, Sunnie era una chica maravillosa; tenía un corazón hermoso, me parecía sumamente madura para su edad y ya con el poco tiempo a su lado comenzaba a sentirla como una hermana menor, parte de mi familia.

Sunghoon estaba cerca. Estaba siendo usado por mi madre y la suya para ayudar con las decoraciones y los globos. Él no decía nada, tenía una expresión sosegada en su rostro y no me sorprendía. En general se volvía callado aquí en la mansión, pero me atrevería a decir que últimamente parecía haberse vuelto simplemente una presencia en el lugar, tanto así que a veces pasaba completamente desapercibido ante mi mirada.

— Chicos, terminen ustedes dos ¿Sí? Yo y la señora Kim iremos a ver la comida para mañana. El mayordomo irá a buscar los últimos preparativos para el comedor y la sala principal, por lo qué ustedes solo tienen que terminar aquí... —habló la madre de Sunghoon y asentí, sonriéndole agradablemente.

Sunnie no estaba en la mansión, pues se quedaría hasta tarde en casa de una amiga cercana. Eso en realidad estaba planeado por sus padres para tener ventaja en realizar la sorpresa, lo cuál me parecía un bonito detalle.

El sol de invierno comenzaba a ocultarse tras los colores rosa y morados del cielo. El frío penetrante había disminuido esta semana y esperaba que así siguiera al menos hasta mañana.

Miré de reojo a Sunghoon. El chico delgado y alto se hallaba sentado a piernas abiertas en uno de los asientos de la terraza. A su alrededor habían un montón de globos inflados con su aire, los mismo que tenía que esparcir de una vez en el lugar antes que se hiciera muy tarde.

Me acerqué a él sin decir nada y tomé uno de los globos, observando como Trueno y Relámpago venían corriendo hacía el pálido después de que esté emitiera un silbido suave desde sus labios en su dirección.

Pasó sus manos delgadas y largas sobre ambos, dándoles un repentino afecto que me pareció inusual.

Pensé que alguien como él no era capaz de sentir o dar algo de afecto.

Entonces como si se hubiera sentido observado, alzo su mirada directo a mis ojos, haciéndome llevar mi rostro a otro lado, al igual que mi cuerpo, el cual rápidamente se alejó de la escena.

Aún con el globo y cintas entre mis manos, me acerqué a atarlos en un macetero cercano. Los dejé ahí haciendo un bello lazo, cuando sentí repentinamente el perfume de Sunghoon cercano y al instante su cuerpo tras el mío.

PRÍNCIPE DE HIELO / SUNGHOON (reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora