13. If we survived the great war

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Los chicos me habían ido a dejar a la mansión en la camioneta de Jungwon. Todo el trayecto me había ido en completo silencio. Estaba en un mundo aparte con mis pensamientos, no podía dejar de recordar en la horrible y detestable forma en que había tratado a Sunghoon todo este tiempo; lo menosprecie cada segundo sin dejarlo hablar cuando lo intentó y ahora me sentía completamente fatal al respecto.

¿Pero, por qué? ¿Por qué siquiera me importaba lo fatal que había sido con él? Sunghoon me había tratado mucho peor desde el instante que había puesto mis pies en la mansión. ¿Entonces?

Yo no era como él, ahí estaba la razón. Yo sabía claramente identificar cuando había hecho algo indebido y sentía remordimiento al respecto.

— Perdón si arruine sus ánimos... —me disculpé, alzando las voz entre la música trap que sonaba en la radio a un bajo volúmen.

— Oh, por mí no hay problema. En realidad, fue algo divertido lanzarle el trago en el rostro a Jay. —Sonrió Heeseung desde adelante tranquilizándome y Ni-ki a mi lado asintió, soltando una leve sonrisita de sus labios de tan solo recordarlo.

— Ve el lado positivo, ahora podrás arreglar las cosas con tu nov... —El chico rubio dejó de hablar abruptamente y soltó un quejido de sus labios tras el tirón de oreja que le dió Sunoo desde atrás a mitad de frase. Se sobó rápidamente la oreja, dándole una mirada de malas a su amigo—. Olvídalo... —refunfuñó en voz baja.

Los chicos estacionaron cerca del portón principal. A lo lejos se veía la mansión y las luces principales prendidas, enfocando la infraestructura como la fuente que incluso funcionaba de noche.

— Ve Sky, nos vemos en la escuela —Jake se despidió de mí, abrazándome. Bajé de la camioneta sonriéndoles apenada y les agradecí por traerme, haciendo un gesto con mi mano a los demás chicos en forma de adiós.

Caminé hacía la entreda de mansión cabizbaja.
Pensaba en lo sucedido en el club, cuando vi a Sunghoon sentado en las escaleras de la entrada junto a sus dóbermanes, quienes ya parecían parte de él.

Me sorprendió verlo ahí a esas horas, y se lo hice saber: — Es de noche. ¿Qué haces aquí afuera? —llegué a estar frente de él, dándole una mirada suave.

Este ya tenía su mirada sobre mí desde el minuto uno en que había bajado de la camioneta y caminé hasta ahí, por lo qué ante mi pregunta se levantó, llevando su mirada al cielo mientras soltaba una exhalación pesada de sus finos labios.

— Veía las estrellas.

Alce mi mirada al cielo.
Estaba nublado.

— ¿De que estrellas hablas? —contesté en un tono burlón y el chico bajo su mirada nuevamente a mi rostro, asintiendo con una mirada extraña tras la actitud que estaba teniendo con él, la cuál era claramente inusual.

— ¿Te encuentras bien? —inquirió acercándose a mí hasta romper mi espacio personal sin interés al respecto—. Sí mal no recuerdo, hace poco dijiste que me odiabas. ¿Será que sufres de bipolaridad?

Sunghoon alzo sus cejas esperando una respuesta y sentí la culpa volver a mí.

— No debí tratarte así sin saber la verdad —me sinceré, mordiendo mi labio con remordimiento.

— ¿Cómo te enteraste? —Frunció su mirada por costumbre.

— Si no te avisaron, hoy acompañé a Jake a un club. Ahí estaba Jay, se había pasado de tragos y me lo confesó todo. Realmente no fue de la mejor manera... —contesté, recordándolo completamente apenada.

PRÍNCIPE DE HIELO / SUNGHOON (reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora